El paupérrimo galardón es para Houston Texans, al menos va camino de ello según las estadísticas defensivas que está ofreciendo. Ejemplo de ello fue el domingo, cuando los tejanos solo necesitaron 55 segundos para dejar a los Jets recorrer 90 yardas, ganando los neoyorquinos un partido que lideraban los Texans por uno 55 segundos atrás en el tiempo; era la cuarta derrota consecutiva de Houston que se queda con un balance de 4-6. Era el segundo encuentro consecutivo que los Texans perdían sobre la bocina con un touchdown (primera vez que ocurre la historia en de la Liga) ya que el domingo anterior una lamentable acción del cornerback Glover Quin ponía en bandeja la pelota a Mike Thomas para confimar el milagro del hail mary.
Con 301.0 yardas de pase permitidas por partido, Houston ocupa el puesto 32º de la NFL en la defensa contra el pase, pero no es solo eso, sino que también va camino de convertirse en la peor de todos los tiempos con los números en la mano. Los Falcons de 1995 permitieron 4.541 yardas (y curiosamente jugaron los Playoffs), los 49ers de 2005, 4.427, y los Jets del 86, 4.389; los Texans van camino de encajar 4.816 en los 17 partidos de temporada regular. El argumento se refuerza con los touchdowns permitidos por la defensa tejana, 25, unos 2,5 por partido, lo que les pone en camino de llegar de empatar el récord de los Broncos de 1963 con 40.