Aaron’s 499 Sprint Cup Series
La victoria de David Ragan en Talladega se pagaba 100 a 1 antes de empezar la tarde, pero una vez más se demostró que en la NASCAR todo es posible. Tras una carrera de más de siete horas debido al parón por la lluvia, Ragan y Gilliland, los dos Davids de Front Row Motorsports, se sacaron de la manga uno de los finales más mágicos en lo que llevamos de temporada, finalizando en las dos primeras posiciones y regalándole la primera victoria en la competición a Bob Jenkins, propietario de uno de los equipos pequeños de Sprint Cup que luchan cada semana para cuadrar sus balances sin apenas patrocinio.
Las primeras 120 vueltas de carrera transcurrieron al ritmo habitual que nos tiene acostumbrado el Superspeedway de Alabama, con 3 Wides constantes, altas velocidades y algún que otro accidente; esta vez fueron pilotos como Kasey Kahne, Kyle Busch, Tony Stewart o Kevin Harvick los que tuvieron que abandonar prematuramente. Al llegar al tercer tercio de carrera, sin embargo, la lluvia forzó a que se detuviera la acción durante cerca de tres horas, en las que se anticipaba un final totalmente impredecible.
Tras la reanudación, los pilotos parecieron recobrar la paciencia, y de nuevo hicieron recordar el final de la pasada Daytona 500, donde todos parecían conformes con correr en fila india y dejar pasar las vueltas. Sin embargo, con apenas 6 vueltas para la conclusión, un incidente entre Ricky Stenhouse Jr. y J.J. Yelley acabó costándole la carrera a media docena de pilotos y, más importante todavía, forzó un final de Green-White-Checkered en el que absolutamente todo era posible. Pese a que Matt Kenseth y Jimmie Johnson parecían los hombres a batir, los Front Row Motorsports lograron la épica y concluyeron una fascinante tarde/noche con un fantástico resultado.
Al final, tras Ragan y Gilliland, el Top 10 estuvo completado por Carl Edwards, Michael Waltrip, Johnson, Regan Smith, Martin Truex Jr., Kenseth, Scott Speed y Aric Almirola. Para Ragan, la victoria supone la segunda en su trayectoria en la máxima categoría, tras ganar la segunda carrera de Daytona de 2011, corriendo entonces para Roush Fenway Racing.
Nationwide Series
Y por si la noche del domingo no fue suficiente, el sábado se vivió una de las carreras más espectaculares que se recuerdan en Nationwide, en la que la Regan Smith comenzó el que acabaría siendo un envidiable fin de semana con una victoria sobre la misma bocina, superando a Joey Logano y Kasey Kahne en un emocionante final prácticamente nocturno, también debido a los retrasos meteorológicos.
Con su victoria, además, Smith toma el mando de la categoría, y se coloca 27 puntos por delante de Sam Hornish Jr., quien acabó accidentado y en 25ª posición.
Y la semana que viene continúan las emociones fuertes, y es que la NASCAR se traslada a uno de sus circuitos más emblemáticos como es Darlington, donde la acción nunca decepciona.