Cada año los aficionados al béisbol esperan con ansia la llegada del mes de febrero. Con el segundo mes del año comienza su dosis anual de cactus y pomelo, tan necesarios después de varios meses de sequía «beisbolística». Y es que febrero es el mes en el que da comienzo el Spring Training, algo así como los stage de pretemporada de los equipos de la MLB. La parte más esencial de la preparación la componen las dos ligas que disputan los equipos en Arizona –Cactus League– y Florida –Grapefruit (Pomelo) League-. Los 30 equipos de la MLB se dividen en dos grupos de quince equipos y cada grupo se dirige a uno de estos estados sureños para poner a punto sus plantillas de cara al nuevo año.
Aproximádamente seis semanas antes del Opening Day, los equipos convocan a los pitchers y catchers para comenzar los entrenamientos en los estadios que utilizaran como sede. El resto de jugadores están convocados unos pocos días después y, tras las habituales pruebas físicas y médicas, comienzan los entrenamientos en conjunto. Tras unas pocas prácticas, comienza la verdadera acción con los partidos que componen las dos ligas. Durante el Spring Training los equipos juegan contra los otros 14 equipos que realizan la pretemporada en el mismo estado; además de disputar algunos encuentros contra equipos universitarios o, cuando se disputa el World Baseball Classic, contra algunas selecciones nacionales.
Si bien los resultados de los partidos se tienen en cuenta y al final de las ligas se nombra un campeón, el interés principal de los equipos no es competir. Los clubes tienen otra serie de objetivos para esta época de la temporada:
- Lograr que los teóricos titulares alcancen ritmo de competición.
- En el caso de que haya haya varios jugadores disputándose un puesto, ver quién es el más adecuado para ser el titular.
- Probar a los fichajes de la offseason. En este punto los jugadores que más se juegan son los que han firmado un contrato de Ligas Menores con invitación al Spring Training, ya que si lo hacen bien, pueden lograr un puesto en la plantilla de Majors. Sin embargo, si no convencen al manager, pueden ser enviados a cualquiera de los equipos del farm system o, incluso, ser cortados.
- Probar a jugadores de las Ligas Menores. Cada Spring Training los equipos invitan a varios de sus prospectos a unirse al primer equipo para probar su nivel de evolución y verles contra rivales de mayor entidad.
Con tantos objetivos por alcanzar, los partidos suelen ser diferentes a los que se disputan a lo largo de la temporada regular. Los titulares más asentados suelen comenzar los partidos, pero para la tercera o cuarta entrada suelen ser sustituidos por los jugadores que están luchando por un puesto en el roster. Según avanzan los innings entran también los prospectos, por lo que los nueve jugadores que terminan el partido suelen ser muy distintos a los que lo iniciaron.
El primer Spring Training lo llevaron a cabo los Philadelphia Phillies en 1889 cuando los jugadores pasaron dos semanas en Jacksonville. Poco a poco esta práctica se hizo más habitual y prácticamnte todos los clubes realizaban una preparación primaveral. En 1914 eran ya varios los equipos que trasladaban su sede a Florida y decidieron iniciar una pequeña liga, creando así la Grapefruit League. La Cactus League es más reciente. Su primera edición no tuvo lugar hasta 1947 cuando los Cleveland Indians y los New York Giants decidieron probar Arizona para sus partidos de febrero y marzo.
Estas ligas se han convertido en una tradición en Estados Unidos y muchos aficionados, atraidos por el favorable clima de los dos estados, aprovechan para tomarse unos días de descanso y acudir a ver de primera mano las evoluciones de sus equipos y jugadores favoritos.
Después de tantos años el Spring training ha creado sus propias reglas no escritas. La más curiosa es la que dice que los jugadores deben llegar por lo menos una semana antes del día en el que se les ha convocado oficialmente. El año pasado Rubén Tejada, shortstop de los New York Mets, llegó justo el en el que día que había sido convocado debido a unos problemas con la embajada y fué duramente criticado por los fans, los medios de comunicación e, incluso, el manager del equipo, Terry Collins.