En Talladega, Dale Earnhardt Jr. será el centro de atención y el objetivo de todas las miradas y discusiones; pese a que ello viene siendo lo habitual semana tras semana, esta vez Junior cargará con el peso de algo de lo que no puede presumir: su sequía de 100 carreras seguidas sin ganar que se remontan a Michigan, en 2008. Para alguien con 18 victorias en sus trece años de trayectoria, eso es mucho tiempo. Sin embargo, esta temporada pilotos como Jeff Gordon y Matt Kenseth ya se han quitado el mono de su espalda, y si hay algún sitio donde Earnhardt puede lograrlo ese es Talladega.
En el Superspeedway de Alabama, Junior se ha alzado con la victoria en 5 ocasiones, y en la mitad de sus participaciones (22) ha finalizado entre los diez primeros. Además, Earnhardt tiene el segundo mejor Driver Rating del circuito entre los pilotos en activo, lo que no hace sino confirmar su buen hacer cuando se trata del trazado de 2.66 millas.
Por si las estadísticas no son lo suficiente reveladoras, no hay más que fijarse en su gran inicio de temporada para darse cuenta que algo está cambiando en favor del número 88; en un Top 10 tras otro, Earnhardt está encontrando la regularidad que nunca antes había tenido, y el segundo puesto en Martinsville tiene que corroborar su regreso a donde debe estar, que es en el Chase. Gran parte del mérito se lo está llevando su «Crew Chief» Steve Letarte, en quien Earnhardt parece haber encontrado la estabilidad necesaria, y que carrera a carrera sigue ganando enteros para llevarse el premio al mejor del año en su posición.
Curiosamente, en estas primeras carreras de 2011 Jeff Gordon está siendo votado como el Piloto Más Popular de la competición, a la vez que atraviesa su peor inicio (a pesar de la victoria en Phoenix) desde 2008; por su parte, Earnhardt, que sólo fue votado para tal reconocimiento en la carrera de Daytona, se encuentra en medio del mejor inicio desde, precisamente, ese mismo año 2008 ¿Casualidad? Puede ser, pero lo que es clarísimo es que las altas expectativas nunca han ayudado al hijo del «Intimidador», y si la «Junior Nation» le da por fin un respiro, eso no puede ser sino una ayuda para que Dale consiga su prolongado cometido.