La selección estadounidense de fútbol femenino es y ha sido históricamente uno de los países dominantes en este deporte. Al contrario de sus homólogos masculinos que parece que empiezan a despegar ahora, esta diferencia es debida a la concepción que había en la sociedad americana, que consideraba el soccer como un deporte para mujeres, lo que ayudó al desarrollo técnico y táctico de las jugadoras que gozaban de becas en los programas universitarios de fútbol femenino. Prueba de lo buenos que eran los programas de fútbol femenino universitarios es que en los tres primeros Mundiales el equipo estadounidense estaba compuesto por jugadoras universitarias y en dos ocasiones conquistaron el cetro mundial. Estados Unidos es junto a Alemania la única nación que ha logrado conquistar el Mundial en dos ocasiones, 1991 y 1999, y cuando no ha ganado, ha estado siempre entre los tres primeros, siendo el único combinado capaz de lograr tal hito, lo que convierte a las yanquis en el conjunto más constante y por ende dominante del mundo.
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En el Mundial inaugural, celebrado en 1991 en China, se pasearon. Ganaron todos los partidos goleando, salvo su partido de la fase de grupos ante Suecia a la que batieron por 2-3, y la final ante Noruega a la que batieron en la prórroga por 2-1. La gran actuación de las delanteras Michelle Akers, que anotó diez dianas en el torneo, lo que valió la Bota de Oro, y Carin Jennings, que anotó seis y le otorgaron el Balón de Oro del Mundial como mejor jugadora, fueron determinantes en la victoria estadounidense. En el Mundial de 1995 que se celebró en Suecia, llegaron a semifinales habiéndolo ganado todo salvo un empate en la fase de grupos con China. En semifinales Noruega obtuvo su venganza y mandó a las norteamericanas a la final de consolación donde vencieron a China por un claro 0-2. Las jugadoras más destacadas del combinado de las barras y estrellas fueron Kristine Lilly, Tiffeny Milbrett y Tisha Venturini con tres tantos cada una. La tercera Copa del Mundo femenina de la historia iba a tener lugar en una de las cunas de este deporte: Estados Unidos. Esto implicaba que las chicas entrenadas por Tony DiCicco tenían que ganar sí o sí. Tras una fase de grupos impecable con tres goleadas a Dinamarca, Nigeria y Corea del Norte, se enfrentaron a la siempre correosa Alemania, a la que lograron vencer por 3-2. En semifinales vencieron 2-0 a Brasil y en la final se enfrentaron a la temida China en el Rose Bowl de Pasadena. El partido acabó 0-0 tras la prórroga y se resolvió en la lotería de los penaltis. Las estadounidenses anotaron los cinco lanzamientos, por el contrario China falló el tercero, por lo que Estados Unidos lograba así su segunda Copa del Mundo. Muy polémica fue la celebración de la defensa Brandi Chastain, autora del quinto penalti, que se quedó en sujetador, cosa que llegó a ser portada de varias revistas, incluida Sports Illustrated. Este fue el primer Mundial en el que se eligió el mejor once del torneo, donde Estados Unidos colocó jugadoras en cada una de las líneas: Briana Scurry en la portería, en defensa Brandi Chastain y Carla Overbeck, Michelle Akers en el centro del campo y Mia Hamm en la delantera.
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En 2003, Estados Unidos fue el encargado de organizar el primer Mundial del nuevo milenio. Las estadounidenses venían de ganar el anterior Mundial que fue en casa también, por lo que la presión era menor. La primera fase fue un paseo militar con goleadas a Suecia, Nigeria y Corea del Norte. En cuartos se enfrentaron en Foxboro a Noruega, a la que batieron 1-0 con gol de la delantera Abby Wambach, que fue la máxima goleadora del equipo en el torneo. En semifinales, la selección alemana, que a la postre sería la campeona, barrió a las americanas en Portland por 0-3. En el partido por el bronce las locales vencieron a sus vecinas canadienses por 3-1. Esta vez solamente lograron meter a dos jugadoras en el once ideal del torneo: Joy Fawcett en la defensa y Shannon Boxx en el centro del campo. En 2007, la Copa del Mundo la volvía a organizar China y Estados Unidos volvía a llevar un combinado joven, con solo dos profesionales. La juventud del combinado dirigido por Greg Ryan se hizo notar pronto; en la fase de grupos empataron con Corea del Norte, ganaron 2-0 a Suecia y ganaron por la mínima a Nigeria. En los cuartos de final barrieron a Inglaterra por 3-0, pero en semifinales fueron barridas por la Brasil de Marta, que luego perdería en la final con Alemania. En la final de consolación golearon a Noruega por 1-4 con doblete de Abby Wambach. Esta vez solamente la centrocampista Kristine Lilly entró en el once ideal.

En 2011 y ya con la presión de volver a ganar, con la sueca Pia Sundhage como entranadora, Estados Unidos llegó al Mundial de Alemania con un equipo más experimentado y como siempre, eran una de las favoritas para obtener el título. El equipo liderado por la delantera Abby Wambach, la polémica guardameta Hope Solo y la capitana Christie Rampone comenzó la fase de grupos ganando con solvencia a Corea del Norte y a Colombia, pero cayeron ante Suecia por 2-1. En cuartos de final se vengaron de Brasil, eliminándolas en los penaltis por 3-5 tras un empate a dos. En semifinales volvieron a ser el equipo solvente que se esperaba que fuesen y derrotaron a la Selección francesa por 1-3. En la final se enfrentaron a Japón. Tras un empate a 2 al final de la prórroga, con goles de Abby Wambach y Alex Morgan, el torneo se decidió en la tanda de penaltis donde las niponas ganaron 3-1, siendo Wambach la única estadounidense capaz de anotar desde el punto fatídico. Por primera vez se otorgaron premios a las tres mejores jugadoras y a las tres máximas artilleras; en el conjunto estadounidense Abby Wambach fue galardonada con el Balón de Plata y la Bota de Bronce, y Hope Solo se llevó el Balón de Bronce y fue elegida la Mejor Portera del Mundial. Las estadounidenses que entraron en el equipo ideal fueron: Hope Solo en la portería, Shannon Boxx y Lauren Cheney en el medio campo y Abby Wambach en la delantera.
En cuanto a hitos obtenidos por las jugadoras estadounidenses, Abby Wambach es la tercera máxima goleadora de la historia de los Mundiales con 13 tantos, la cuarta es Michelle Akers con 12. Kristine Lilly y Christie Rampone son las que más Mundiales han disputado, con cinco cada una, están en segundo lugar global tras Formiga y Sawa que llevan seis. Kristine Lilly es la jugadora que más partidos ha jugado en los Mundiales con 30, le sigue en segundo lugar Julie Foudy con 24 y Jody Fawcett y Mia Hamm con 23.