Ya llevamos tres carreras esta temporada y parece que casi nada ha cambiado desde el año pasado. Kevin Harvick sigue siendo «Freaky Fast», Dale Jr. pese a su cambio de jefe de equipo, sigue siendo Mr. Consistency, Logano sigue al acecho y Jimmie Johnson (¡oh sorpresa!) sigue con su racha de temporadas con victoria. Pero hay una serie de pilotos a los que maldita la gracia les hace que las cosas sigan igual. El año pasado no fueron protagonistas en absoluto y por lo visto en estas primeros carreras, es una situación que va a tardar un tiempo en cambiar.
Tony Stewart, Clint Bowyer, Kasey Kahne, Greg Biffle, Austin Dillon y Ricky Stenhouse Jr. forman un grupo de pilotos que ahora mismo no están en la posición en la que desearían/deberían estar. No estamos hablando de un grupo de «rellena-carreras». Entre todos estos pilotos suman 92 victorias en la máxima categoría de y todos ellos menos Kahne, han sido en algún momento campeones de una de las tres series más importantes de NASCAR. ¿Qué pasa entonces? ¿Se les ha olvidado conducir de repente? Evidentemente que no, pero la tarea a la que se enfrentan ahora mismo, es aprender a conducir cómodos. Las modificaciones que sufrió el año pasado el Gen-6, fueron un constante quebradero de cabeza para estos pilotos. Y el nuevo paquete de medidas implementado este año para cambiar el comportamiento, parece que no les ha ayudado demasiado tampoco.
.@TonyStewart was NOT happy at @LVMotorSpeedway, can you blame him? #NASCAR #RaceHub https://t.co/jVKJSOYsZP— FOX SPORTS: NASCAR (@NASCARONFOX) marzo 9, 2015
¿Pero por qué les afecta a ellos más que al resto? Si miramos la lista de pilotos que he citado podemos encontrar un denominador común. Todos ellos son pilotos que provienen del Dirt-Track. Pero no es que su formción haya pasado por esta modalidad, es que aman este tipo de carreras. Muchos de ellos incluso tiene sus propios equipos para poder seguir compitiendo cuando sus obligaciones en NASCAR se lo permiten.
Vienen de un mundo donde la potencia descontrolada en las curvas es la ley y el sobreviraje es un estilo de vida. El nuevo reglamento de NASCAR ha reducido la potencia y un poco el agarre trasero por lo que la velocidad de paso por curva ha aumentado, pero la ha convertido más crítica. Un golpe de acelerador para controlarlo te va a meter en más problemas de los que te va a sacar. Por poner una comparación un poco exagerada, digamos que hay que ser un piloto más de regla y compás que un drifter. Y luchar contra tus instintos es algo muy complicado, es por eso que estos pilotos necesitan hacer un trabajo extra para adaptarse a sus coches. Pero una vez más NASCAR no se lo pone fácil. La prohibición de realizar test privados hace que prácticamente solo dispongan del fin de semana de carrera para realizar experimentos. Y mientras ellos siguen buscando una solución a sus problemas, el resto de pilotos se centran en preparar la carrera y el domingo son más competitivos. La pescadilla que se muerde la cola.
Well if anyone’s is selling some rear grip I’m in the market for some!— Clint Bowyer (@ClintBowyer) marzo 7, 2015
Este año solamente Kahne y Stenhouse han decidido cambiar de jefe de equipo para tratar de encontrar soluciones. El resto han optado por la continuidad a la espera de encontrar en algún momento la tecla adecuada. El único consuelo que les queda es que si lo consiguen a tiempo, pueden entrar en «The Chase» por la vía rápida de la victoria pese a un mal inicio de temporada. ¡No todo tenía que ser malo en el nuevo reglamento!