Han tenido que pasar 10 años para que Dale Earnhardt Jr volviese a ganar la Daytona 500, la gran carrera americana.
Si la carrera es especial de por sí, para él lo es todavía más. Recordemos que su padre falleció en una carrera como la de ayer, en la última vuelta, hace 13 años. Estuvo interrumpida durante 6 horas y 22 minutos, la interrupción más larga en la historia de las 500 millas de Daytona. Se inició con normalidad, pero en la vuelta 38 se tuvo que parar debido a una tormenta que descargó bastante agua y aparato eléctrico.
Cuando por fin se reinició la carrera, pudimos disfrutar de un gran número de vueltas sin interrupción. No fue hasta la parte final cuando vimos algunas caution, todas ellas por accidentes múltiples. No fue la noche de Kasey Kahne, que en uno de sus pit stops, a la salida del pit lane hizo un trompo. No salió la bandera amarilla al estar su coche fuera de la trazada, lo que le hizo perder mucho tiempo, de hecho, le doblaron. Por si esto fuera poco, en otro de sus pit stops, cuando ya encaraba en pit lane, Michael Annet hizo un trompo por detrás suyo, y Kahne tuvo que pegar un acelerón estando ya en el pit lane para evitar ser impactado por Annet. Pero el sistema de detección de velocidad en pits está informatizado, y obviamente no distingue el motivo de ir más rápido de la cuenta, solo que el coche iba más rápido de lo debido, lo que automáticamente hizo que Kahne fuese penalizado con un drive through por speeding en el pit lane.
Tampoco fue la noche de Kyle Busch. Era el líder cuando la carrera se detuvo por lluvia. Estuvo casi siempre en cabeza, pero en uno de sus pit stops, al arrancar antes de tiempo se llevó fuera de su pit stall parte de las herramientas de sus mecánicos, y fue sancionado. También fue doblado, aunque consiguió desdoblarse en una de las cautions gracias al Lucky Dog. Pero justo en la última curva, en la última vuelta, se vió involucrado en un accidente múltiple, y acabó en la posición 19.
Si Kyle Busch y Kasey Kahne tuvieron mala suerte, no fueron más afortunados pilotos como Martin Truex Jr, Tony Stewart o Clint Bowyer, todos ellos tuvieron que abandonar por problemas mecánicos. Probablemente el más decepcionado fuese Stewart, ya que tras romperse la pierna hace meses, ha estado luchando contrarreloj para poder estar en la carrera de Daytona, y todo ese esfuerzo ha sido en balde, porque no pudo luchar por la victoria.
PrÓxima semana
Nos vamos de Daytona a Phoenix, del clima tropical de Florida al desierto de Avondale, en Arizona. Una pista completamente distinta a Daytona. El calor jugará un papel muy importante, tanto en el tema físico de los pilotos como en la puesta a punto de los coches, y sobre todo la mecánica.