Casi todos los aficionados a los deportes americanos, por no decir todos, estamos en algún tipo de fantasy ya que es algo que hace más especial cada temporada. Evidentemente, la NHL no se salva y por eso nos podemos encontrar con todo tipo de situaciones debido a este «juego»: puede ser que haya personas que celebren los goles del equipo rival solo porque tienen al goleador en la fantasy, pedir que un jugador de una franquicia odiada reparta goles y asistencias (pero que su equipo pierda) o incluso animar a esa franquicia odiada. Pero en algunas fantasies de hockey hielo no todo son los goles y las asistencias, el +/- o los tiros a puerta. En según qué ligas, hay otro aspecto del juego muy importante, que son los hits y los blocks. Esto hace que los jugadores de cuarta línea adquieran mucha relevancia y tener a «pegadores» sea un seguro de vida. Para explicarlo más detalladamente, pondré un ejemplo personal.
Yo estoy en una fantasy en la que, con las características que hay, alguien que promiede más de 3.0 puntos por partido es un jugador considerado keeper. Al final del año pasado, necesitaba un left wing y busqué un traspaso para conseguir a Matt Martin. El jugador de los New York Islanders consiguió ocho goles y seis asistencias en 78 partidos, sin embargo, promedió 3.2 con un total de 250. Para comparar, Alex Tanguay promedió lo mismo que Martin pese a marcar 22 goles y repartir 33 asistencias. Las estadísticas hablan por si solas, el jugador de los Avalanche supera claramente al de los Isles. Pero si entre ambos solo hay ocho puntos de diferencia, algo falla. En una fantasy cualquiera sí, habría algún error, pero en esta también se valoran los hits y los blocks y aquí Martin gana de calle. Y es que Tanguay consiguió 45 hits durante la campaña pasada, pero Matt Martin realizó un total de 386, el líder de la NHL en 2015. La diferencia es tan abismal que compensa el hecho que el jugador de los Islanders no sea una gran baza ofensiva y, la verdad, es un aspecto de la fantasy que me encanta.
Podría explicar más ejemplos que encontramos en esta fantasy, como las diferencias entre jugadores como Simon Despres y Anton Stralman, pero tampoco quiero que este artículo sea una simple comparación entre jugadores físicos y los que no lo son tanto. Pero creo que es importante destacar que se valoren los hits y los blocks en el pasatiempo favorito de la mayoría de fans de la NHL. Pienso que es positivo que se tengan relevancia puesto que es un aspecto del juego real que también cuenta, y mucho puesto que el hockey hielo es un deporte que es durísimo físicamente. Por un lado, los hits sirven para marcar territorio ante el rival, meter miedo al oponente, llevar el ritmo del partido e incluso levantar al público de sus asientos. Evidentemente, hay que diferenciar entre los legales y los sucios pero un hit bien dado forma parte de este deporte y es un aspecto del juego que los entrenadores piden. Por esta sencilla razón, casi todas las franquicias de la NHL tienen a su especialista en hits. Nunca se le verá siendo el protagonista ofensivo, pero su trabajo es vital para conseguir subir el nivel general del equipo.
Lo mismo pasa con los tiros bloqueados. Siempre se dice que el palo es el mejor amigo del portero pero en el hockey sobre hielo debería ser el jugador que lo da absolutamente todo para evitar que la pastilla llegue al guardameta. Cabe recordar que enfrentarse a un puck a toda velocidad pude resultar muy doloroso, y sino, que se lo pregunten a Marc Staal. Es por eso que, viendo lo que le ocurrió al defensa de los Rangers, hay que valorar aun más el hecho de jugarse el cuerpo solo para la pastilla no llegue a portería. Además, si no hubieran disparos bloqueados, estaríamos hablando de que algunos porteros se enfrentarían a 40 o incluso 50 chuts en contra por encuentro de manera sistemática, una auténtica barbaridad. Por lo tanto, es lógico que si cada franquicia tiene su especialista en hits pues un jugador que tenga habilidad para bloquear las pastillas también esté presente, aunque normalmente, los entrenadores piden a toda la defensa que se implique en estas tareas para quitar trabajo al guardameta.
Para finalizar, y volviendo a los ejemplos, fijémonos en Brooks Orpik. El ahora defensa de los Washington Capitals ha tenido una carrera llena de éxitos y, siempre siendo considerado uno de los mejores jugadores de la zaga de su equipo. Y lo ha hecho a base de conseguir hits y blocks partido tras partido. Estamos hablando de un jugador que en los 782 partidos que ha disputado ha conseguido solo 14 goles y 138 asistencias. Sin embargo, ha sumado un total de 1.354 hits y 801 bloqueos. Además, el año pasado consiguió career highs en ambas facetas del juego lo que le llevó, en la fantasy, a promediar 3.8 puntos por partido, pese a no anotar ningún gol. Jugadores como él son díficiles de encontrar pero muy necesarios para una franquicia, en el caso de los Capitals, por cada John Carlson, debería haber un Brooks Orpik. Esto es debido a que en este deporte sin nadie en plantilla que solo se concentre en tareas defensivas, es bastante difícil, por no decir imposible, formar un equipo suficientemente potente como para poder aspirar a la gloria de la NHL, es decir, a ganar la Stanley Cup.