Desde que aquellos alumnos de la canadiense Universidad de McGill decidieran redactar las primeras reglas del hockey, el desarrollo del juego no a cambiado mucho. Seis jugadores contra otros seis jugadores que tienen que meter un disco llamado puck en la portería rival. Y hasta aquí.
Pero realmente la mayoría de elementos que rodean a este deporte han cambiado al paso de los años: la forma de la pista, el fuera de juego, el mismísimo puck (que fue introducido después de descartar la pelota como objeto a meter en la portería), el sistema de expulsiones… Aunque la que más me llama la atención es sin duda la transformación que ha tenido el portero a lo largo del tiempo. Desde tener a penas unos guantes hasta parecer seres de otro planeta, la indumentaria del goalie ha sufrido, para bien o para mal, cambios drásticos que han llevado al hockey a otro nivel.
Leg pads
La historia de las protecciónes del portero empiezan en el año 1896 con la aparición del primer par de leg pads (protecciónes para las piernas). Y la verdad es que no eran mas que un par de almohadillas que George H.»Withey» Merritt (primer portero en llevarlas, por cierto) adoptó del críquet, y que posteriormente puso a servicio del hockey. Esta no sería la última vez que el hockey adoptaría un elemento de otro deporte. Con el paso de los años se empezaron a cubrir las piernas completamente, aumentando el tamaño de las protecciones que cada vez eran mas grandes e incómodas, dando menos sensación de confort al portero pero brindándole un extra de seguridad. No sería hasta 1990 cuando se introducen por primera vez las pieles sintéticas y el nailon en el atuendo del goalie, llevando la fabricación de leg pads a otro nivel. Con estos nuevos compuestos, los diseñadores fueron capaces de crear protecciones más grandes y más gruesas sin perjudicar la velocidad o el nivel de agilidad del portero, ya que los materiales eran muy poco pesados y apenas eran rompibles. Además, debido a la lisa superficie que estos adquirían se empezaron a pintar, dándole al portero un toque mas personal y moderno. Actualmente hay un reglamento sobre la talla de las leg pads, pero en la década de los 80 y 90 (en general la de todas las protecciones), era exageradamente aumentada para poder cubrir mas espacio.
Breezers
Continuamos por abajo con los breezers, que son básicamente los pantalones especiales que se enfundan los jugadores de hockey para amortiguar los golpes de cadera que reciben. Los de goalie son casi idénticos, conservan las protecciones para los golpes de cadera que antes hemos comentado con la diferencia de que son más anchos y tienen un extra de kevlar en la parte de la pantorrilla, para sufrir menos daño si el puck impacta en esa zona. La verdad es que estos pantalones han sufrido sobre todo una gran innovación en los últimos años debido al incremento de materiales mas ligeros y resistentes como el anteriormente mencionado kevlar, utilizado para elaborar chalecos antibalas y otras protecciones contra golpes.
Patines
Y todavía mas abajo encontraremos una de las partes primordiales del hockey, efectivamente los patines. Como no podía ser de otra manera, estos también se tuvieron que ajustar al estilo de los porteros. Los skates se empezaron a fabricar con las cuchillas más anchas y largas para proporcionar un extra de equilibrio, además la bota se fabricaba con una capa aislante dentro de la misma, creando una capa de protección entre la superficie y el pie. De esta forma si el puck llegaba a impactar contra el patín el pie del portero quedaría aislado y recibiría ningún daño.
Stick
Empezando ya a analizar las partes que comprenden la protección de los brazos, tenemos al stick. El hockey no sería nada sin un palo con el que empujar el disco, pero tampoco sin un palo para pararlo, así que al portero se le dio el privilegio de «customizar» el palo a su gusto. Estos se empezaron a fabricar de madera, como los de los jugadores normales, pero con la diferencia de que éstos eran más anchos por la parte de abajo para dar mayor ventaja al goalie a la hora de enfrentarse al puck. Como con los otros elementos, el tiempo fue el mejor amigo del stick: materiales más resistentes y livianos como la fibra de carbono y el aluminio para hacer mejores y espectaculares saves, levantando a más de un aficionado del asiento. Actualmente también existen reglas sobre el tallaje de los palos.
Blocker
Y en la mano que sujeta el palo tenemos al blocker, que es la almohadilla acoplada al guante que se usa para despejar el puck. Y fue en los años 40 a las orillas del Hudson cuando el portero de los Rangers (no os olvidéis de su nombre porque lo volveremos a mencionar más tarde) Emile Francis, introdujo por primera vez el blocker a un partido NHL. Éste estaba compuesto de un guante relleno de esponja y forrado de cuero que demostraba una notable resistencia. A pesar de que el diseño era un poco rudimentario y polémico a la vez (sobre todo los porteros más puristas protestaron su uso), le dio buenos frutos a Francis, llegando a ayudarle en muchas ocasiones. Aunque al principio se puso en duda su legalidad, al final fue permitido su uso ya que la mayoría de los porteros así lo habían pedido. Como las otras protecciones, cambió el cuero por las pieles sintéticas, el nailon y el plástico a principios de los 90, llegando a convertirse en lo que es hoy en día.
Trapper
Más o menos por los mismos años el trapper o catcher hacía por primera vez aparición en una pista de hockey. Nuestro querido Emile, ahora en los Blackhawks de Chicago, sentía nostalgia por sus años de primera base en Béisbol, así que decidió traerse el guante a la pista de hielo. Su principal argumento residía en que los gloves de la época no eran nada cómodos, y además que no hacían fácil la tarea de atrapar el puck. Como a mandamases y posteriormente a porteros de la NHL les pareció buena la idea, se aceptó el uso sel trapper. Hoy en día han perdido esa figura que recuerda al guante de béisbol (ahora más bien parece un guante de cocina del año 3000 y está hecho de materiales sintéticos en vez de cuero) pero conservan la misma esencia de atrapar un objeto a mucha velocidad.
Protector de pecho
Pero lo que realmente abulta debajo de la camiseta del portero es el protector de pecho o en inglés chest protector. Y es que otra vez encontramos otra referencia al béisbol respecto al goalie. Resulta que el chest protector más primitivo era igual que las protecciones que utilizan los catchers actualmente en cualquier categoría de béisbol. Al paso de los años se han vuelto más grandes y pesadas, debido en parte a la necesidad de proteger ya no solo el pecho, también las partes adyacentes al mismo y que no quedan protegidas por las otras partes del equipaje.
Casco
Y por último, pero no menos importante, el elemento que mas polémica generó en sus comienzos y que mas a cambiado desde entonces: el casco. Desde que en 1929 Clint Benedict usara por primera vez unas tiras de cuero para proteger su nariz rota, la goalie mask ha evolucionado de menos a más en la última parte del siglo XX, pasando de ser criticado en todos los ámbitos del deporte a ser una de las firmas de los porteros del hockey a nivel mundial. Tras la protección usada por nuestro amigo Benedict, pasarían años hasta que en 1936 el portero Japonés Teji Onma, usó en los JJ.OO de aquel año (en principio para proteger sus gafas) un casco con rejilla que, caprichos del destino, sería usado como inspiración para los diseñadores de hoy en día. Pero no sería hasta 1959 cuando Jacques Plante, por entonces portero de los Canadiens, usara por primera vez una máscara moldeada con fibra de vidrio después de recibir un tremendo golpe jugando. Éste, al llevarla por primera vez a un entrenamiento en vista de usarla en el próximo partido, recibe la negativa de su entrenador con el argumento de que si se la pone, su rango de visión se vería afectado. Pero Plante no se quedaría ahí, amenazó a su entrenador con no volver al hielo si no le dejaba jugar con la máscara. Al final éste cedió y le dejó jugar, y menos mal, porque tras este movimiento, los Canadiens empezaron una racha de victorias que se acabó cuando la medida protectora atrajo la atención de comisionados que le pidieron que sacara la máscara del hielo. Plante fue cuestionado por introducir la goalie mask al juego, pero el tiempo le acabaría dando la razón.
Sobre la década de los 70 se empiezan a personalizar las facemasks. El pionero de este arte fue Gerry Cheevers, portero para los Boston Bruins, que llenó su máscara con diseños de una especie de cicatrices. Aunque la palma sin duda se la lleva la que porta Jason, el mismo protagonista de Viernes 13, que el diseño original debió de pertenecer a los Red Wings de Detroit. La última gran innovación llega en 1972 cuando el soviético Vladislav Tretiak hace aparición por primera vez con un casco de rejilla o en inglés birdcage, muy similar a la que llevan los porteros hoy en día. Aunque este tipo de cascos se utiliazn sobre todo en categorías no profesionales como college o ligas amateur, los porteros profesionales prefieren un tipo de facemask más parecido al que llevan (otra vez el béisbol) los catchers. Éstos últimos son utilizados para crear los alucinantes diseños con los que los goalies nos sorprenden cada vez que saltan al hielo.
Tras más o menos un siglo de evolución el portero de antaño no se parece en nada al de ahora, ni en su estilo de juego ni en su vestimenta. Todo este material ha cambiado los reflejos y la rapidez por protección y seguridad, casi reduciendo el trabajo del goalie a mover solo las extremidades de su cuerpo para detener el puck. ¿Seguirán los goaltenders, en el futuro, prefiriendo seguridad a velocidad?