Escogido por los New Jersey Devils en el draft del 1990, 22 temporadas en la franquicia, 4 Trofeos Vezina, 3 Stanley Cups… Martin Brodeur es sin duda no tan solo una leyenda de los Devils, recordemos que solo ha jugado 7 encuentros sin la camiseta de los de New Jersey, sino también una leyenda en el mundo del hockey. Considerado uno de los mejores porteros de la historia de la NHL, Brodeur decidió retirarse hace justo un par de meses, a los 42 años. Su legado es difícil de mejorar ya que a los trofeos ya citados, se unen innumerables récords, como por ejemplo, el único portero que ha conseguido llegar a 600 victorias. Dicho esto, queda claro que el canadiense era un guardameta de fantasía, un auténtico seguro para tu portería, pero no era lo único que sabía hacer en una pista de hielo y es que, en ocasiones, parecía un jugador de campo con el gran manejo de la pastilla que tenía.
Martin Brodeur era un gran organizador de juego ya que, desde detrás de su portería, podía observar toda la pista y empezar él con la pastilla para construir una buena jugada. Debido a este dominio que el canadiense tenía, la NHL, antes de empezar la temporada 2005-2006, instauró una nueva regla para los guardametas, y para muchos, esa norma fue conocida como la «Brodeur Rule«. Básicamente lo que dictaba esta nueva regla era que los porteros ya no podrían jugar detrás de su portería con el puck excepto por una zona, delimitada por un trapezoide. La implantación de esta zona en la pista limitó mucho la participación de los porteros en el apartado ofensivo, incluso Brodeur estuvo en contra del trapezoide declarando que «si les das la libertad a los porteros de jugar con la pastilla, se equivocarán más veces que acertarán». El guardameta creía que así se marcarían más goles y los partidos serían más entretenidos.
Otra de las maneras de saber que Martin Brodeur ha sido uno de los mejores porteros de la historia con el puck en su poder, son sus estadísticas en el apartado ofensivo. El guardameta canadiense es el tercer máximo asistente desde la portería en toda la historia de la liga, con 45 pases de gol, solo por detrás de Tom Barasso, con 48 y de Grant Fuhr, que consiguió 46. Además, el día 21 de marzo de 2013, en un partido que los Devils jugaron contra los Carolina Hurricanes, Brodeur consiguió anotar un gol, el tercero en toda su carrera y que le convertía en el guardameta que más goles había marcado en toda la historia de la NHL, desempatando con Ron Hextall. Debido a estos tres tantos y a que Barasso no anotó ninguno, eso hace que ambos estén empatados en el liderato histórico de puntos para un portero con 48.
Only two ice NHL goalies Martin Brodeur and Ron Hextall have scored a goal in the regular season of play and a goal in the playoffs.— Rick Brutti (@Rbrutti) March 27, 2015
Evidentemente a un guardameta no se le paga para tener una gran influencia en el ataque del equipo sino para dejar la portería a cero en cada partido algo que Martin Brodeur ha cumplido con creces y será recordado para siempre gracias a sus logros. Pero también es interesante y, cuanto menos, curioso ver como las grandes cualidades que tuvo con la pastilla hicieron que la liga creara una norma que, popularmente, llevó su nombre y que cambió la influencia de los porteros en el apartado ofensivo. Además, no cabe duda de que Brodeur ha demostrado que nació para ser portero pero, habiendo repasado sus números en goles y asistencias, sabiendo que es el líder histórico en el apartado de puntos, quizá el ex guardameta hubiera sido un grandísimo jugador de campo ya que, al fin y al cabo, Martin Brodeur era y es un legendario portero con muy buenos puck skills.