Avanza la temporada y los Kings de nuevo están realizando una campaña regular, peor que mediocre, de horrible se podría catalogar, sobre todo después de coronarse campeón por segunda vez en los tres últimos años, prometiendo una dinastía en el intento. Ahora, tras las muchas dificultades para ganar encuentros (por dios, incluso Toronto tiene más victorias que L.A.), la defensa del título se embarca en un camino muy tumultuoso.
Pero bueno, no seamos tan catastróficos, los cursos en que los angelinos se llevaron la Stanley tampoco fueron la gloria durante la regular season. En ellos Kopitar y compañía no acababan de cuajar unos resultados espectaculares pero si en Playoffs, situación donde parece que se encuentran como pez en al agua, al menos en estos años gloriosos porque antes ni por asomo.

Como es sabido, después del All-Star es cuando cada partido es decisivo (si no eres Buffalo o Edmonton), muchos equipos consiguen enderezar el rumbo de principios de campaña realizando un tramo final fantástico, algo que los Kings deberán acometer letra por letra. No están lejos de las posiciones de wild card pero ya no podrán bajar la guardia mucho más. Ahora mismo la racha positiva les ha devuelto la sonrisa pero no es completa, aun todo peligra, el no poder defender el título conseguido sería un fracaso absoluto.
¿Por qué se llega hasta esta situación? Muchas incógnitas y dudas afloran, lesiones, baja forma de jugadores clave, mala suerte, pobre power play…pero un dato es significativo, los partidos decididos por un gol de margen. En este aspecto los angelinos no acbana de sentirse cómodos, dejando escapar muchos puntos cayendo en tiempo regular o prórroga por un gol de diferencia. Ese gol que de marcarlo (repetidas veces en varios choques) te da esos puntos de más que airean los malos espíritus del entorno.
Otro punto negativo muy importante es la fragilidad fuera de casa. Como visitantes los Kings se sitúan a la cola de equipos con menos victorias en campo contrario, únicamente siete en 25 intentonas foráneas. Solamente Buffalo (5) y Edmonton (7) están por debajo de Los Angeles; este dato es demoledor y explica muchas preguntas sobre la situación tan delicada en que se encuentra L.A.
#NHL teams — Home wins Preds 24-3-1 Bolts 22-6-1 Blues 21-5-2 Isles 20-7-0 Habs 20-7-3 Ducks 19-7-3 Kings 19-6-6 Hawks 18-7-3 Pens 18-8-3
— Yahoo Sports NHL (@YahooSportsNHL) febrero 17, 2015
El apartado ofensivo siempre ha sido delicado, con muchas dificultades para ver puerta. Este curso tampoco es distinto pero no es del factor esencial. En defensa, Quick no da muestras de su mejor versión regularmente, solo en contadas ocasiones; sin dejar de presentar buenos números, no son los de antaño, espectaculares para decir alguna cosa. Un portero en racha o cosechando grandes actuaciones es capital en el hockey, como ejemplo mirad a Minnesota desde la llegada de Dubnyk, portero que ha dado la estabilidad necesaria para ganar partidos y meterse de nuevo en la lucha para los Playoffs, otro rival para los Kings. Por cierto, Dubnyk nunca me pareció un portero con porte de titular pero reconozco que me ha sorprendido gratamente.
En definitiva, si Los Angeles no quiere ver como su proyecto de dinastía se esfuma más rápidamente de lo esperado, necesita recuperar los fundamentos de sus éxitos recientes. Portería bien cubierta, defensa solida pero móvil, delanteros con velocidad y presión, juntamente con la suerte traer un Carter o Gaborik en el momento idóneo. ¿Apostamos por los Kings? Yo sí. ¿Campeones? Mmmm mínimo segunda ronda de playoffs, después hablamos.