Por la puerta grande o por la enfermería es un dicho taurino utilizado por los jóvenes que desean triunfar o dejar huella. En el mundo del hockey sobre hielo hay varias maneras de dejar tu nombre en la historia de este deporte tanto si eres defensa, delantero, portero, entrenador y demás. La NHL y los aficionados te recordarán por unos u otros motivos. En estas últimas semanas, los porteros han sido un pequeño ejemplo de cómo dejar huella de dos formas totalmente distinta tanto en la AHL como en la NHL. Ellos han sido David Leggio portero del Bridgeport Sounds Tigers de la AHL y el portero de los San José Sharks, Troy Grosenick.
Por la puerta grande pensó Leggio que saldría en su acción contra los Springfield Falcons a primeros de Noviembre cuando en un disco perdido en medio del hielo por su compañero, se enfrentaba en una situación de ver cómo dos delanteros se encaminaban hacia su portería. En ese momento David tuvo una reacción cuanto menos curiosa y es que ni corto ni perezoso sacó de su sitio la portería y la mandó contra las tablas cortando la contra y dejando sin posibilidad de finalizar la jugada a los rivales que ante la mirada atónica de los árbitros vieron cómo se esfumaba tal acción. Esto suponía la violación de la norma 63.5 que sancionaba con dicha acción con un simple penalti y decimos sancionaba porque debido a este movimiento de Leggio, la AHL decidió cambiar la norma y castigar duramente a cualquier portero que decida en un futuro sacar la portería para parar una contra. Este castigo supone la expulsión del partido del portero y la posibilidad de ejecutar el penalti cualquier jugador que en esos momentos se encuentre en el hielo. Dicha norma ya se conoce con el nombre de “regla Leggio” con lo cual el jugador ya tiene un pequeño hueco en la historia en esto del hockey. Tras el partido, David declaró que solo buscaba una solución rápida y trataba de ayudar al equipo y reconocí que veía la posibilidad del cambio de la regla 63.5
Otra forma de dejar huella en el hockey esta vez en la NHL es la que protagonizó el portero de los San José Sharks, Troy Grosenick que militaba en el equipo afiliado del equipo californiano y que fue llamado para sustituir al lesionado Alex Stalock para el partido que les enfrentó ante los Carolina Hurricanes. Este tipo de debuts para los porteros jóvenes suelen ser situaciones complicadas pero Troy logó una «blanqueada» de 45 paradas para dejar su portería a cero y dejando su pedacito de historia en la NHL tras batir la marca que Andre Gill tenía desde 1947 con 41 paradas en un partido ante los New York Rangers. Sin duda una de las mejores formas de entrar en la NHL y como se dice en el mundo taurino, por la puerta grande.