Por Dani García
Siempre salimos perdiendo los más tontos, la gente de a pie. NFL y NFLPA no llegaron a un acuerdo para el nuevo convenio colectivo, es decir, lockout de los propietarios y disolución de la Asociación como tal. Ya me cansa repetir estas palabras día tras día en las news no por el hecho de informaros sino porque cada vez que lo tecleo me parece más absurdo lo cojas por donde lo cojas. Por eso hoy escribo como cualquier aficionado y me olvido de que soy periodista.
¿Qué va pasar? He aquí unas respuestas, lee atentamente porque si eres aficionado a la NFL te vas a quedar sin ella. Ahora ha comenzado un nuevo circo, el de las acusaciones, el fuego cruzado y el de los litigios. Yo, personalmente, no entiendo de derecho ni de muchos conceptos jurídicos, pero la parafernalia a la que vamos a empezar a acostumbrarnos esta offseason, y que a fin de cuentas sigue significando que no disfrutaremos de football profesional el año que viene, sería motivo de reconfigurar esta web fichando a abogados. Equipo, no os preocupéis, no lo haré.
Todo parece más fácil desde la perspectiva del aficionado. «Qué fácil es repartir $9.300 millones entre ambas partes», decimos todos. Es fácil acusarnos de no tener ni puta idea de lo que ha pasado dentro de las salas del Servicio Federal de Mediación y Conciliación en Washington DC, y es que realmente es así, ni sabemos sobre convenios colectivos, ni de negociaciones ni del funcionamiento del sistema de la NFL con los jugadores. Se nos pierden miles de conceptos en el limbo. Pero el concepto más simple es el más verdadero: queremos football, como aficionados nos lo merecemos, pero es como todo, los que gobiernan no piensan en los intereses de a los que sirven sino que miran a sus propios ombligos, es una máxima histórica (pasa con un gobierno tras otro como no va a pasar con una competición deportiva). Entre venganzas y odios personales, bombardeándose mierda desde hace meses, NFL y NFLPA han perdido el sentido del fin de estas negociaciones: disfrutar de fútbol americano.
Los principales afectados no son solo ellos, unos dejarán de ingresar «muuucho» dinero con una temporada en blanco, los otros no tendrán un sueldo y es más grave de lo que pensamos para cientos de atletas que no cobran lo de Brady, Manning, Sanchez o Brees. Pero no me voy a posicionar ni de un lado ni de otro, ni con propietarios ni con jugadores. Primero porque no tengo los malditos libros financieros de los últimos diez años que pide la NFLPA a las franquicias, ni siquiera sabría interpretarlos porque no soy analista financiero. Segundo porque como he dicho no soy un experto en negociaciones patronales, por muy informado que estoy de ellas para contarlo aquí, me es imposible saber quien tiene la razón y, probablemente como ocurre siempre tendrán ambos un poco de cada, y pese a que mis tendencias morales me hagan decantarme más por el obrero, por el trabajador, por el más débil.
Así que me vuelco con la tercera parte en este conflicto, esa de la que nadie habla con la boca grande, VOSOTROS, los aficionados: por aquellos que tendrán las tardes del domingo solitarias, por los que recuperarán la salud con su pareja al dedicarla la tarde del domingo, por los que viven en horario americano y no podrán montar la comilona a la una, por los que se quedarán viendo una serie a las dos de la mañana en vez del Monday Night, por los que se distraerán con el Texas Hold’em en vez de con las Fantasy’s, por esos que sacan el tema de las conmociones cerebrales en cuanto haya más de dos en una semana, por los que desenfundan el cuchillo contra sus quarterbacks en la semana 3…Por nosotros, los aficionados: ¡NFL y NFLPA, sois unos cabrones!
Y esto para vosotros, aficionados:
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