Tras la finalización de la temporada 2014-15 con el amargo sabor de boca de la derrota en la Super Bowl, John Schneider (director general de Seattle Seahawks) asumía la preparación de la plantilla para la próxima temporada con varios temas candentes sobre la mesa. El primero de ellos era intentar retener a toda costa a uno de los pilares del equipo: Marshawn Lynch. A nivel contractual, «Beast Mode» tenía un año más en vigencia. La calidad e importancia de este jugador dentro del esquema de ataque de Pete Caroll obligaba a plantear una extensión y mejora del contrato. El problema principal era intentar convencer al díscolo jugador de que no se retirara, algo que, según pasaban los días, parecía que podía ser más que una mera especulación. Finalmente, y tras un mes de espera, se confirmó la renovación de Lynch. El nuevo contrato será de tres años (el actual de 2015 más dos adicionales) por un total de 31 millones de dólares. En sus cinco temporadas en Seattle, Lynch ha promediado más de 1.200 yardas terrestres y un total de 54 touchdowns y es, sin duda alguna, en uno de los running backs más determinantes de toda la competición.
A todas estas, llegó el 10 de marzo y el comienzo de la Agencia Libre. Los equipos ya podían realizar y anunciar de forma oficial contratos con los agentes libres (jugadores que han finalizado su contrato con sus equipos) y realizar trades o intercambios entre diferentes franquicias. Tras unos días de continuas y constantes filtraciones de compromisos ya adquiridos, se suponía que el inicio de este periodo oficial sería una retahíla de confirmaciones de dichos acuerdos. Sin embargo, y para sorpresa de todo el mundo, la primera noticia oficial hizo saltar la banca. Jimmy Graham (TE) de New Orleans Saints iba a ser traspasado a los Seattle Seahawks a cambio del veterano center de los de Seattle, Max Unger. Bombazo, tanto por la envergadura del traspaso como por el hecho de que involucraba a un equipo, los Seahawks, que no se caracteriza por ser de los compradores en la agencia libre, sino todo lo contrario. Este traspaso implica además, que los Seahawks ofrecen la primera y quinta ronda del draft 2015 mientras que los Saints dan la cuarta del mismo draft. Sin duda alguna, Jimmy Graham dará otro sentido al juego aéreo de los de Pete Carroll que durante los últimos años ha acusado una falta de calidad y continuidad destacada. A pesar de estar calificado como un tight end, Graham es más bien un receptor con gran envergadura, buenos movimientos y grandes manos que será un seguro de vida para Rusell Wilson y que mejorará el balance de terceros downs, aspecto en el que los de Seattle han estado muy mediocres. Para ver la importancia de esta incorporación, basta con decir que en las últimas cuatro temporadas, Graham ha conseguido 50 recepciones dentro de la end zone, la misma cantidad que todo el cuerpo de tight ends de los Seahawks en los últimos ocho años.

En lo estrictamente relativo a la agencia libre, los movimientos más llamativos han sido de salida, tal y como suele ser habitual en los últimos años con el fin de mantener un balance salarial adecuado. El más destacado ha sido la salida del cornerback Byron Maxwell. Maxwell fue seleccionado hace cuatro años por los Seahawks en la sexta ronda del draft. Tras las dos primeras temporadas en los que apenas jugó, fue en el tercer año cuando fue nombrado titular a media temporada por la sanción de Brandon Browner y la lesión de Walter Thurmond. Tuvo un destacable papel en los playoffs y en la Super Bowl del 2014, lo que le permitió formar parte del cuarteto inicial de la «Legion of Boom» en la siguiente temporada. En el 2015 jugó 13 de los 16 partidos consiguiendo un total de 39 tackles, 2 intercepciones y 12 pases reflectados. A pesar de la oferta de 8 millones de dólares anuales ofrecida por los de Seattle, Maxwell aceptó el gran contrato ofrecido por los Phipadelphia Eagles: 63 millones en 6 años con un total garantizado de 25 millones, convirtiéndose en unos de los cornerbacks con mayor importe garantizado. Maxwell va a tener que despejar las dudas de los críticos a cerca de si realmente es un cornerback número uno y si vale ese contratazo. Para suplir la baja de Maxwell, los de Seattle cuentan con Jeremy Lane (lesionado de gravedad en la Super Bowl y con una una larga y complicada recuperación) y con Tharold Simon, jugador que demostró en la Super Bowl que todavía no está al nivel deseado. En vista de todo esto, John Schneider se movió para contratar a Will Blackmon (Jacksonville Jaguars) y Cary Williams (Philadelphia Eagles). Ambos cumplen con un perfil que le gusta mucho a Pete Carroll: veteranos, buen físico, agresivos en el juego y compromiso profesional. A priori encajan bastante bien con el resto de la secundaria y su contratación permite que no haya que ir a buscar un cornerback en una ronda alta del draft.
Del resto de salidas (un total de cuatro hasta el momento) las más destacadas son las del guard James Carpenter y la del linebacker Malcolm Smith. Carpenter abandona el equipo con destino New Jork Jets tras pasar sus primeros cuatro años como profesional en Seattle. Tras ser elegido en primera ronda del draft del 2011, Carpenter ha sido una pieza válida en la línea ofensiva, pero quizás sin la calidad esperada de él en un principio probablemente debido en parte a la lesión de ligamentos en la rodilla sufrida en su año rookie que le hizo jugar un total dieciséis partidos en dos años. Este año ha sufrido bastante especialmente en lo que a falses starts se refiere penalizando en muchas ocasiones a su equipo en ataque. Malcolm Smith, por su parte, a pasado de ser el MVP de la Super Bowl XLVIII a jugar un papel de suplente este año tras la magnifica temporada de K.J. Wright. Tras la renovación contractual de este último, Smith ha tomado la decisión de cambiar de destino yendo a recalar en los Oakland Raiders.
Estando así las cosas y teniendo en cuenta que este año los Seahawks no tienen primera ronda del draft, las necesidades a cubrir con jugadores recién salidos de la universidad podrían ser:
- Receptor: La llegada de Graham minimiza la urgencia y abre el abanico a perfiles diversos sin tener que buscar un perfil más bien físico. La profundidad y calidad de este año en el draft permite seleccionar un jugador de perfil versátil o incluso uno especialista en el slot y no necesariamente en segunda ronda.
- Cornerback: La contratación de Blackmon y Williams permiten tener completa la «Legion of Boom», pero puede ser un buen momento para mirar a un futuro más a medio plazo. No estamos en un año con una gran profundidad de cornerbacks en el draft pero sí que hay algunos jugadores que podrían encajar en las cualidades tanto físicas como técnicas requeridas por Pete Carroll.
- La renovación de Marshawn Lynch y la permanencia en plantilla de Robert Turbin y Christine Michael hace que, en un principio, no sea determinante ir al draft en busca de running back a pesar de la gran cantidad y calidad de corredores este año
- Finalmente habrá que seleccionar jugadores para dar más calidad y profundidad a la línea ofensiva, así como ir refrescando y dando rotación al front seven defensivo especialmente en la posición de tackle ya que Brandon Mebane es agente libre el año que viene y su futuro es bastante incierto.
Conociendo la forma de trabajar de Schneider y Carroll se prevé otro draft con movimientos a la baja para obtener un número y variedad importante de jugadores para completar esta plantilla preparada para el asalto a una nueva Super Bowl.