A estas alturas del año, uno de los temas de los que más se hablan en la NFL es el draft que dará comienzo el 30 de abril en Chicago. Ya se pueden ver desde hace unas semanas diferentes mock drafts de los especialistas y analistas más famosos de Estados Unidos, en los que apuestan por cuáles serán los jugadores elegidos por cada franquicia en primera ronda.
Como cada año, uno de los debates más habituales son los prospects de quaterback. Esto no es casualidad, ya que es la posición más importante de este juego y, por tanto, muchas franquicias que llegan al draft con picks altos ven aquí la oportunidad perfecta para escoger al jugador que cambie el rumbo del equipo y los haga ganadores tan pronto como sea posible.
Este año hay dos nombres propios, Jameis Winston y Marcus Mariota. Ambos, ganadores del Heisman Trophy, este año son los prospectos en dicha posición que llegan con mejor puntuación al draft, 6.5 y 6.3, respectivamente. Varias franquicias que escogerán en las primeras posiciones y que buscan un nuevo líder para su ataque tienen que decidir y la pregunta parece obvia, ¿Winston o Mariota?
Todo parece indicar que los Tampa Bay Buccaneers, que tienen el primer pick, escogerán a Jameis Winston y, por tanto, la siguiente franquicia que busque un quaterback se tendrá que “conformar” con Marcus Mariota. Probablemente estos últimos sean los New York Jets, que escogen en sexta posición, y que llevan años fracasando en el draft intentando encontrar su director de orquesta en ataque. Ni los picks de Mark Sanchez o Geno Smith en años anteriores, ni las contrataciones de Michael Vick o Tim Tebow les ha valido a los de Nueva York para dar con la tecla que haga que todo funcione.
Aunque solo sea una hipótesis, si hacemos caso a la lógica, ya sabemos quiénes serán los primeros elegidos y que el resto de prospectos, encabezados por Brett Hundley con una puntuación de 5.5, se repartirán del tercer puesto en adelante. Pero volvamos a la pregunta que he lanzado hace un momento, la elección entre Winston y Mariota. He dicho que parece una pregunta obvia, ya que si uno de los dos primeros quaterbacks seleccionados no es uno de los mencionados, todo el mundo pensará que alguien se ha vuelto loco. Probablemente es lo que pensaríamos todos de primeras pero, ¿de verdad es una garantía elegir al mejor prospecto de quaterback en un draft? Vamos a echar un vistazo atrás y repasemos los picks más destacados en esta posición desde el año 2000 y su influencia en la NFL:
Draft 2000
Pick 1, Chad Pennington; pick 5, Marc Bulger; y pick 7, Tom Brady.
Tanto Chad Pennington en los Jets como Marc Bulger en los Rams jugaron varias temporadas como titulares rindiendo a un buen nivel. Ninguno va a pasar a la historia pero fueron jugadores muy válidos por un tiempo. De Tom Brady poco que decir, pick 199 en el global y pick 7 entre los quaterbacks. Hasta seis equipos no se dieron cuenta de que tenían entre sus manos a la última leyenda de este deporte y lo dejaron escapar.
Draft 2001
Pick 1, Michael Vick; y pick 2, Drew Brees.
Uno de los pocos drafts donde las dos primeras elecciones dieron la razón a las franquicias, ya que son los únicos quaterbacks mencionables de la clase del 2001. Michael Vick empezó una carrera más que decente en la NFL. Más efectista que efectivo, su espectacularidad le convirtió en una estrella de la liga y carne de highlights, Pro-Bowls y patrocinios. Su carrera se vio truncada cuando fue encarcelado por organizar peleas de perros y apuestas relacionadas. En estas peleas, electrocutaban al can perdedor si no había fallecido durante el duelo. Tras tres años en prisión volvió a la liga pero nunca recuperó un rol primario. Por su parte, Brees ha sido durante los últimos años uno de los mejores quaterbacks de la liga, siempre con grandes números en yardas de pase y anotaciones. Además, lideró a los Saints a conseguir un anillo en 2010, demostrando así el acierto de New Orleans con su contratación.
Draft 2002
Pick 1, David Carr; pick 2, Joey Harrington; pick 4, Josh McCown; y pick 5, David Garrard.
Aquel año David Carr fue el número 1 global del draft, mientras que Harrington fue elegido en tercer lugar. Picks altísimos para ambos quaterbacks que, sin embargo, no cumplieron las expectativas. Carr, en Houston, y Harrington, en Detroit, jugaron como titulares sus primeras temporadas en la liga pero sus números dejaron mucho que desear. Posteriormente, ambos deambularon por diferentes franquicias hasta que acabaron su periplo en la NFL mucho antes de lo previsto y con más intercepciones que touchdowns en su haber. Quizá el más prolífico de la clase del 2002 fue Garrard que, sin ser una estrella, jugó a buen nivel para los Jaguars durante unas temporadas. También es justo mencionar a McCown, que aún habiendo pasado gran parte de su carrera jugando un papel secundario, todavía está en activo y puede ser un buen suplente.
Draft 2003
Pick 1, Carson Palmer.
Carson Palmer jugó durante varias temporadas a un gran nivel en los Bengals. El punto de inflexión en su carrera fue una grave lesión de rodilla que sufrió en un partido contra Pittsburgh. Esto le mantuvo fuera de los terrenos de juego durante toda una temporada y, aunque se recuperó, no volvió a jugar a nivel de estrella. Aún así, sigue en activo y jugando a un nivel aceptable. Del resto de la clase del 2003 podría haber destacado a Byron Leftwich, Kyle Boller o Rex Grossman, que aún habiendo jugado durante varios años en la liga, nunca consiguieron consolidarse como titulares en ninguna franquicia durante más de un par de temporadas.
Draft 2004
Pick 1, Eli Manning, pick 2; Philip Rivers; pick 3, Ben Roethlisberger; y pick 5, Matt Schaub.
Una de las mejores clases de quaterbacks que se recuerdan. Eli Manning ha jugado de manera
inconsistente toda su carrera en los Giants, pero ha ganado dos anillos, con sendos MVP de la Super Bowl. Por tanto, no parecería justo decir que no fue una buena elección. Rivers, por su parte, ha sido mucho más consistente en su juego con los Chargers, pero no ha llegado nunca a una final. Al que parece que le han ido mejor las cosas fue al tercero en discordia, Roethlisberger. El jugador de Pittsburgh se convirtió en el primer quaterback elegido rookie ofensivo del año y ya ha jugado tres Super Bowls, ganando en dos ocasiones el anillo. Mención especial también para Schaub, que ha jugado casi siete temporadas como titular en Houston a un buen nivel.
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Draft 2005
Pick 1, Alex Smith; pick 2, Aaron Rodgers; pick 3, Jason Campbell; pick 7, Kyle Orton; pick 12, Matt Cassel; y pick 13, Ryan Fitzpatrick.
Por quinto año consecutivo, el número 1 global del draft fue un quaterback, Alex Smith. Nunca cumplió con lo que se esperaba de él aunque a partir del quinto año de carrera se consolidó como titular en San Francisco. Desde entonces ha jugado a un muy buen nivel, aunque esto no fuera suficiente tras la irrupción de Kaepernick y tuviera que hacer las maletas e irse a Kansas City. Sin embargo, el gran quaterback de esta generación es Aaron Rodgers. Campeón de la NFL, es actualmente uno de los mejores jugadores de la liga. Jason Campbell también cuajó buenas temporadas como titular en Washington. Una muestra de lo prolífico que fue ese año es que quaterbacks que salieron en rondan muy tardías como Orton, Cassel o Fitzpatrick han tenido carreras importantes en la liga, donde han jugado varias temporadas de titulares en diferentes franquicias.
Draft 2006
Pick 1, Vince Young; pick 2, Matt Leinart; y pick 3, Jay Cutler.
Uno de los mayores esperpentos que se recuerdan. Vince Young y Matt Leinart llegaron a la NFL como triunfadores de su época universitaria pero nadie imaginaba que sus respectivas carreras profesionales fueran tan sumamente mal. Ambos empezaron como titulares pero en apenas un par de temporadas cayeron al ostracismo debido a su falta de adaptación a la liga y, tras algún intento por conseguir una última oportunidad, ambos pusieron fin a sus respectivas carreras mucho antes de lo previsto. El que sí está teniendo una gran carrera en la NFL es Jay Cutler, el tercero en discordia de aquel año. Primero en Denver y ahora en Chicago, lleva muchas temporadas jugando como titular y a un nivel aceptable.
Draft 2007
Pick 1, JaMarcus Russell; pick 2, Brady Quinn; pick 3, Kevin Kolb; y pick 5, Drew Stanton.
Una de las peores clases de quaterbacks que se recuerdan, sino la peor. Como cabeza visible de esta generación, JaMarcus Russell. Flamante número 1 global del draft, apenas duró tres años en la liga, donde solo sumó decepción tras decepción. Trató de buscar una nueva oportunidad más tarde pero su tendencia al sobrepeso impidió cualquier posibilidad de triunfar. Otros como Brady Quinn o Kevin Kolb aguantaron unos años más pero igualmente finalizaron sus carreras sin pena ni gloria. Mención para Stanton, que aún sigue en activo y este año ha jugado en Arizona la mitad de temporada como titular.
Draft 2008
Pick 1, Matt Ryan; y pick 2, Joe Flacco.
La clase del 2008 trajo a la liga dos grandes quaterbacks, Matt Ryan y Joe Flacco. Ryan lleva siendo titular indiscutible desde que llegó a Atlanta y cada temporada deja grandes números. Eso sí, su tarea pendiente son los Playoffs. Curiosamente, este es el punto fuerte de Flacco, que manteniendo un nivel bueno en temporada regular, ha dejado sus mejores actuaciones en postemporada y lideró a Baltimore hasta el título hace un par de temporadas.
Draft 2009
Pick 1, Matthew Stafford; pick 2, Mark Sánchez; y pick 3, Josh Freeman.
Stafford ha sido titular en Detroit desde que llegó a la liga. Sin embargo, nunca ha demostrado ser una estrella de la NFL a pesar de sus grandes números. Es un caso parecido al de Matt Ryan, buenos quaterbacks pero a los que les falta un par de noches grandes en Playoffs. Por su parte, Mark Sanchez recaló en los Jets siendo una de las esperanzas para que los de la Gran Manzana levantaran el vuelo. Nada más lejos de la realidad, tras varias temporadas más bien pobres dirigiendo el ataque de los Jets, acabó en los Eagles, donde ha jugado varios partidos a un nivel aceptable. Otro primera ronda, Freeman, consiguió ser titular durante varias temporadas en Tampa Bay dando una de cal y otra de arena pero finalmente no llegó a hacerse con un hueco en la liga.
Draft 2010
Pick 1, Sam Bradford; y pick 2, Tim Tebow.
La descripción anterior de Stafford valdría igualmente para Bradford. Otro número 1 global del draft que a pesar de cuajar buenos números no deja la sensación de que pueda llegar a formar parte de la élite de quaterbacks de la liga. En parte sobre todo por las lesiones, ya que Bradford se ha perdido las dos últimas temporadas sobre el campo y recientemente ha sido traspasado a Philadelphia. Aunque el caso más polémico de la clase del 2010 fue Tim Tebow, que apareció en Denver con muchas ganas y sobre todo, con mucha fé. Tras su llegada a la titularidad, los Broncos empezaron a ganar partidos de forma casi milagrosa a pesar de los más que pobres números de Tebow. Esto le llevó a convertirse en una estrella mundial, obviamente, más por el personaje que por su juego. Aunque llegaron hasta Playoffs, la franquicia decidió desprenderse de él y acabó en los Jets, donde no tuvo oportunidades. Actualmente se encuentra sin equipo.
Draft 2011
Pick 1, Cam Newton; pick 2, Jake Locker; pick 3, Blaine Gabbert; pick 4, Christian Ponder; pick 5, Andy Dalton; pick 6, Colin Kaepernick.
De nuevo una clase muy prolífica. El primer elegido fue Cam Newton que está cuajando muy buenas temporadas en Carolina. En aquella primera ronda global también fueron elegidos Locker, Gabbert y Ponder, que durante estas temporadas han sido muchas veces titulares pero no han logrado asentarse en sus respectivas franquicias; Jake Locker acaba de retirarse además. Sin embargo, la segunda ronda trajo a otros dos grandes jugadores, Andy Dalton y Colin Kaepernick. Cusualmente, ambos dieron que hablar el pasado verano tras firmar sendos contratos multimillonarios. Nadie duda de que sean buenos, pero muchos se preguntan si merecen cobrar como estrellas. Visto lo visto, encontrar un quaterback franquicia es complicado y tanto Cincinnati como San Francisco, respectivamente, han depositado toda su confianza en ellos. El tiempo les dará o les quitará la razón.
Draft 2012
Pick 1, Andrew Luck; pick 2, Robert Griffin III; pick 3, Ryan Tannehill; pick 6, Russell Wilson; pick 7, Nick Foles.
La última gran clase de quaterbacks. El primer elegido fue Andrew Luck, en el que los Colts veían al heredero de Peyton Manning y parece que no se han equivocado. Luck está llamado a ser el quaterback dominador de la liga durante la próxima década. El segundo elegido fue «RGIII», que realizó una temporada descomunal como rookie pero que ha ido de más a menos. El tercero fue Tannehill, que, a diferencia de Griffin, ha ido de menos a más y se está descubriendo como un buen quaterback en Miami. Sin embargo, la gran sorpresa de este draft vendría por parte de Russell Wilson, que recaló en Seattle y aportando su versatilidad, los hizo campeones, convirtiéndose en una de las figuras de la liga. Otro gran quaterback de esta clase es Nick Foles, que la temporada pasada sufrió una lesión que esperemos no impida ver de nuevo su mejor versión a partir del próximo año, esta vez en St Louis, donde ha sido traspasado.
Draft 2013
Pick 1, EJ Manuel; pick 2, Geno Smith; y pick 3, Mike Glennon.
No fue un gran año para los quaterbacks. Los tres primeros elegidos, tras dos años en la liga, aún no han conseguido hacerse con un puesto de titular indiscutible en sus respectivas franquicias.
Draft 2014
Pick 1, Blake Bortles; pick 2, Johnny Manziel; pick 3, Teddy Bridgewater; pick 4, Derek Carr.
El nombre propio del último draft era el de Johnny Manziel, avalado por su juego espontáneo y divertido para el espectador durante su etapa universitaria. Su nombre crecía como la espuma, así como sus polémicas fuera del terreno de juego. Quizá por esto los Jaguars apostaron en primer lugar por Bortles, conocido como el nuevo Roethlisberger, que ha tenido una primera temporada más que discreta. Manziel fue el segundo de los quaterbacks en ser nombrado y fue elegido por Cleveland. Una vez finalizado su primer año, con más rehabilitaciones que touchdowns de pase, habrá que ver si centra en su talento o en el dinero que gana. Por su parte, Teddy Bridgewater se hizo con el puesto de titular en los Vikings y, sin brillar, demostró aptitudes en el campo. Sin embargo, quizá el rookie que mejor ha jugado esta temporada es Derek Carr. Al mando de los Raiders, jugar en una franquicia que tenía poco que perder y mucho que ganar, le ha dado galones y minutos para crecer en el campo.
¿Qué sacamos en claro de todo esto?
Si hacemos balance de todo esto vemos que de las últimas quince ediciones del draft, más de la mitad de los quaterbacks que a la postre han sido los más importantes de su respectiva generación, no fueron elegidos en primer lugar. De hecho, si tenemos en cuenta las últimas ediciones de la Super Bowl vemos que Brady tiene cuatro anillos, Ben Roethlisberger tiene dos, Russell Wilson, Aaron Rodgers, Drew Brees y Joe Flacco tienen uno. Es decir, una amplia mayoría de quaterbacks que han liderado a su equipo hasta el anillo en los últimos tiempos no fueron la primera opción. La excepción estos últimos años la ponen, casualmente, dos hermanos, Eli y Peyton Manning, de los que hablaremos otro día más despacio.
De todos modos, sería muy injusto valorar las decisiones tomadas por las franquicias a estas alturas, ya que, a toro pasado, todo es muy fácil. Podríamos hacer el mismo análisis con otras posiciones y ver que también ha habido grandes bluffs y grandes sorpresas. Como bien hace nuestro compañero Axel Andrés cada año en el serial «Érase una vez draft 20..«, lo más aproximado es valorar un draft tres años después. Al fin y al cabo, para que un jugador triunfe en la NFL se tienen que dar muchas variables, y más jugando como quaterback. Tienen que aguantar la presión, que no les pese la responsabilidad de liderar el juego de una franquicia, que el entrenador confíe en él, caer en un sistema ofensivo que se adapte a sus cualidades y, por supuesto, suerte.
Pero sí es cierto que me parece muy curioso cómo hay un tanto por ciento de acierto tan bajo en una posición donde muchas franquicias se juegan tanto y donde hay tantos ojos puestos, de aficionados y prensa. Tan curioso, que si sigue la tendencia que de momento lleva la NFL en el siglo XXI, los fans de Tampa Bay que ahora mismo se frotan las manos porque van a poder llevarse al jugador que quieran, tienen más opciones de que les salga rana que de que les dé un anillo. Mientras, en el Combine, un jugador que ha estado pasando inadvertido entre los fotógrafos y analistas, tiene opciones de convertirse en el nuevo Tom Brady. Pero eso no lo sabe él, ni lo sabe ninguna franquicia, ni ningún general manager, ni lo sabe nadie, solo el tiempo nos dirá cuál era la opción correcta. Hasta entonces, todos esos jóvenes quaterbacks esperan su momento, unos a la luz, otros en la sombra.