Nate Ebner, el safety rookie de los New England Patriots, no siguió el camino normal para llegar a la NFL, Nate era un jugador de rugby, deporte al cual su padre jugaba y le enseñó todo sobre él.
Ebner, nacido en Ohio, decidió jugar al rugby, ya que era el deporte que amaba, y no sin razón, su padre fue jugador de rugby en la universidad de Ohio State, Nate jugó con la seleción de Estados Unidos (USA Eagles) sub 19 y sub 20, siendo el MVP de EEUU en la Junior IRB Rugby World Cup de rugby union (rugby a 15), y jugó en la selección nacional de Sevens (rugby a 7). Era pues un jugador notable y con gran progresión, que quien sabe si hubiese llegado a jugar en las ligas europeas como el Top 14 francés, la AVIVA Premiership inglesa o la Rabodirect Pro 12 celta o por contra en la llamada «NBA» del rugby, el Super Rugby del hemisferio sur. Pero al llegar a la universidad de Ohio State, se le presentó un gran dilema, ¿el rugby o el fútbol americano? Sin duda el rugby era su amor, lo que el más deseaba en el mundo, pero siendo sinceros, para un estadounidense con gran proyección en este deporte, lo ideal es ir a Europa a probar en las ligas menores primero, como la española, y luego dar el salto a una liga grande como las anteriormente mencionadas. La universidad le tentó con el fútbol americano, porque vieron que podían sacar algo del que por entonces era el mejor jugador de rugby del país en lo que a categorías inferiores se refiere. Ebner sugerido por la idea de poder estudiar una carrera universitaria, dejó su amado deporte para ser reconvertido a un deporte similar, pero que difiere mucho de su rugby.
Le pusieron a jugar en equipos especiales y no lo hizo nada mal, se empleó a fondo en cada partido, en cada entrenamiento, ya que era lo que le permitía estudiar. Llegaron los test con ojeadores de NFL, y en tan solo tres snaps consiguió atraer la atención de los ojeadores profesionales. Y llegó el draft de este año, fue escogido en sexta ronda por los Patriots, que como todos sabemos, en su secundaria no está la flor y a nata precisamente. Pues como en Ohio State, le pusieron en los equipos especiales, y le probaron de safety. Según sus compañeros aprende rápido y tiene bastante proyección, esperemos que en un futuro sea un buen safety, que consiga que la secundaria de los de New England no quede tanto en evidencia.
Ebner no es un caso único, hay más casos de rugbiers convertidos al fútbol americano, como es el caso del español Alejandro Villanueva, que jugaba al rugby y al llegar a Army le pusieron a jugar al fútbol americano. Pero aunque mucha gente piense que ambos deportes son lo mismo, básicamente a causa de la incultura deportiva que en este nuestro país existe, y que a un servidor le molesta mucho, porque amo ambos deportes, debe quedarles clara una cosa, si fuesen lo mismo, Estados Unidos sería una potencia mundial del rugby y Nueva Zelanda del fútbol americano, y no es el caso.