La clave para comprender las funciones de los Tight End (TE) en el football se resume en una sola palabra: híbrido. El Tight End es una mezcla entre receptor y línea ofensiva, con la capacidad para atrapar y recorrer rutas como un receptor y bloquear cuando la jugada así lo pida.
A lo largo de las décadas pasadas, esta posición ha vivido épocas más brillantes y otras menos en cuanto a su importancia en el juego. Si separamos la época pre-moderna con la moderna en la historia de la NFL, vemos que en general los jugadores que han desarrollado una larga y brillante carrera en esta posición son escasos. Podemos considerar a Mike Ditka como el primer gran Tight End en la era moderna de la NFL, debido a su gran trayectoria en los históricos Chicago Bears, Philadelphia Eagles y Dallas Cowboys. Luego llegarían Shannon Sharpe y Kellen Winslow (padre del actual Kellen Winslow) ya en los 80 y principios de los 90.
Pero la evolución definitiva de esta posición ofensiva y su mayor impacto en el juego llegaría ya a finales de los 90 y primera década del Siglo XXI, con jugadores con una mayor capacidad de recibir balones y moverse con gran habilidad por el emparrillado. Los grandes nombres de Tony Gonzalez y Antonio Gates, fueron los precursores de unos Tight End evolucionados para el football moderno. Hoy día los nombres de Jimmy Graham (Saints), Rob Gronkowski (Patriots) y Jermaine Gresham (Bengals) entre otros, nos muestran a unos jugadores con unas capacidades técnicas y físicas muy lejos de los jugadores en esta posición hace 30 ó 40 años atrás.
Los Tight End actuales tienen grandes manos y muy hábiles, por lo que en general no suelen cometer muchos drops. Si tenemos en cuenta que algunos de ellos fueron exjugadores de baloncesto, por ahí nos percatamos de dónde les vienen la seguridad al atajar los pases que reciben. En las pruebas realizadas en los Combine Pre-Draft, también se puede observar la embergadura y largaria de brazos de estos jugadores, una capacidad de salto considerable para su peso (algo mayor que la de un wide receiver) y la nada desdeñable velocidad en las pruebas de velocidad. Por lo tanto, los Tight End actuales son muy difíciles de parar tanto en jugadas en corto, como en jugadas rotas en campo abierto.
Pero si la posición de Tight End cuenta con una buena salud en el Ffootball actual, es debido al desarrollo táctico utilizado por entrenadores y coordinadores ofensivos de la NFL actual. Hoy día no es raro ver a algunos equipos usar formaciones con dos Tight End, dando un amplio abanico de posibilidades en jugadas de pase (el combo ya roto de Gronkowski – Hernández era brutal en los Patriots), dando además mejores opciones para bloquear en jugadas de carrera exteriores. Un Tight End es una garantía en jugadas de pase corto, además con la capacidad de ganar yardaje tras recepción (YAC) y muy buena opción en jugadas cercanas a la End Zone rival. Por lo que a modo de conclusión, los Tight End actuales mantienen sus funciones híbridas de receptor y línea ofensiva como históricamente siempre ha sido, sólo que hoy día esas tareas las hacen más rápido y con mayor habilidad con el oval en las manos.