El factor emocional ha estado muy presente en las dos últimas semanas en torno a la figura de Ray Lewis y la duda de cuándo sería su último encuentro. Vimos sus lágrimas al término del partido contra los Broncos y le contemplamos al borde del llanto mientras entonaba el himno americano el pasado domingo en Foxboro. Probablemente veamos una escena similar en Nueva Orleans, pero Ray quiere que la contemplemos solamente de una manera y esa es viéndole ganar su segundo título de Super Bowl.
El camino recorrido hasta ahora no ha sido nada fácil. Lewis se lesionó allá por Octubre y no se sabía si iba a volver a jugar. En estos Playoffs, los Ravens han superado encuentros y rivales a cara de perro que no han hecho que Ray Lewis se rinda. Sólo hay que ver su veteranía arengando a los suyos en el descanso del partido de Denver para que se creyesen que podían ganar, que la victoria era posible pese a que nadie daba un duro por ellos, como declaró a ESPN al término del encuentro.
Al acabar ese partido, sus lágrimas estaban más que justificadas. Eran las de un luchador que no se quiere retirar de cualquier forma, las de una persona que no sólo se preocupará por su satisfacción personal en los últimos 60 minutos de su carrera. Él piensa como nadie en Baltimore y confía en conseguir el trofeo Vince Lombardi como recompensa y agradecimiento a tantos años de cariño y apoyo.
El sentimiento que puso cuando sonaba el himno nacional en el Gillette Stadium se lo hemos visto a pocos jugadores. Ese tipo de motivación sólo es propia de personas que aman el football como únicamente él sabe y que hacen más grande todo este espectáculo. Lewis tiene un último servicio que prestar a los Ravens, le queda un día más “en la oficina” y mediante la emoción que ha demostrado en las últimas semanas, no hay dudas que lo dará todo en la próxima Super Bowl.
Enfrente estarán los San Francisco 49ers, que jugarán por primera vez en 18 años una Super Bowl. Vienen con muchas ganas ya que, al igual que Baltimore, cayeron en la Final de Conferencia en 2012. ¿Harán llorar a Lewis por no poder conseguir el anillo?
Pase lo que pase el próximo 3 de Febrero en Nueva Orleans, Ray Lewis dejará un enorme legado con cosas como 13 viajes a la Pro Bowl, 3 veces mejor defensor de la AFC y 2 veces de la NFL, miembro del mejor equipo de la década 2000-2009, 2 títulos de la AFC y, hasta hoy, 1 Super Bowl (en la que consiguió también el MVP).
“¿Cómo se puede retirar mejor un jugador diciendo que su último partido va a ser una Super Bowl?”, declaró Ray Lewis al acabar el partido frente a los Patriots. Los focos irán hacia él buscando su último gesto sobre el césped. La “emoción” está asegurada y en su mano, con permiso de los 49ers, está decidir cómo desea escribirla.