Draft feo: dícese del draft que no es bueno pero que tampoco es malo. Sabéis que los hay. Son ese tipo de drafts que te dejan frío por los jugadores que se eligen. O ese tipo de drafts en los que el equipo ha obtenido un talento decente en posiciones que aparentemente no necesitaban para nada. O ese tipo de draft en los que el equipo ha cubierto sus necesidades con los jugadores diametralmente opuestos a los adecuados. O ese otro tipo de drafts con buenas decisiones que luego van seguidas de decisiones espantosas. Creo que lo váis pillando ¿no? En eso consiste analizar a los feos, en alabar ciertas cosas y despedazar otras muchas. Lo cual, por cierto, hace que dentro de unos años este artículo pueda estar equivocado en positivo pero también en negativo, algo que lo hace extremadamente peligroso y susceptible a risas futuras. Pero bueno, para eso estamos ¿verdad? Pues venga, al lío.
Oakland Raiders
El planteamiento del draft de los Raiders es bastante bueno: Derek Carr ha mostrado buenas maneras, es el momento de ayudarle a que crezca eligiendo jugadores a los que pueda lanzar el balón de forma fiable. Y vaya dos jugadores que consiguió en ese sentido. Entonces, ¿qué hace el draft de los Raiders entre los feos? No quiero engañar a nadie, el draft de los Raiders está a caballo entre ser feo y ser bueno, pero como he dicho antes los drafts en los que las buenas decisiones se alternan con las decisiones horribles merecen ir en este artículo. Porque sí, los Raiders acertaron bastante pero la cagaron un poquito más. El pick de Amari Cooper, por ejemplo, es fantástico. Ya no tanto por el hecho de haber elegido a un receptor, que eso es un poquito discutible con Leonard Williams disponible, sino más por haber elegido a Cooper por encima de otros. ¿Qué es más importante para un quarterback en desarrollo, un receptor superatlético que de vez en cuando gane balones divididos o gane millones de yardas después de la recepción o un receptor técnico con unas rutas perfectas que dé un objetivo claro al quarterback de forma consistente? Igual Cooper no tiene highlights tan espectaculares como sus compañeros de clase pero es un jugador que sabe como desmarcarse y, para un quarterback con tan sólo un año de experiencia, eso no podría ser más postivo. Y ya no sólo a nivel de química entre ellos sino a nivel de confianza del propio Carr, que verá como completar pases es una tarea mucho más fácil con Cooper en el campo. Aunque no sean espectaculares.
También en esa dirección va el pick de Clive Walford, un tight end que quizá no es tan espectacular como otros (para los que quizá el tiempo pasa despacico) pero que va a ofrecer a Carr un objetivo muy fiable a corta y media distancia. O sea, de momento muy bien no? Pues poco más hicieron bien los Raiders. El ejemplo más claro lo tenemos justo entre Cooper y Walford, con el pick de Mario Edwards. No se entiende por ningún lado. Primero porque si ya tenían pensado elegir a un defensive end de esas características podrían haber pillado a Leonard Williams en primera y dejar el receptor para ahora. Pero bueno, que eso lo puedo llegar a entender porque igual que Williams sólo había uno también es verdad que receptores como Amari Cooper no había ninguno más, y ese perfil era el más adecuado para Oakland. Pero una vez llegados al pick de segunda ronda, ¿qué costaba elegir a un jugador que realmente mereciera salir allí? No sé, Preston Smith, por ejemplo. O Frank Clark. O cualquiera de los jugadores más interiores (Davis, Phillips, Goldman, incluso Anderson). Será por alternativas. En fin, cualquiera que como jugador fuera algo más que un nombre famoso procedente de una universidad conocida. ¿Y qué decir de Jon Feliciano? ¿Qué clase de pick es ese? Ya no sólo por el nombre, que también, sino porque quedaban un montón de guardias más válidos disponibles. Luego viene Ben Heeney, que me parece un linebacker excepcional a esas alturas de draft, pero luego viene Max Valles, un jugador muy atlético pero sin absolutamente nada más,… Ya lo véis, un pick bueno y otro malo, lo que nos deja un draft tirando a feo.
New England Patriots
Como ya sabéis los drafts de Bill Belichick son, por norma, los mejores de la NFL. ¿Que no? Una vez drafteó a Tom Brady en la sexta ronda, ¿os acordáis? Pues eso, que Belichick es el gran maestro de los drafts. Lástima que en los últimos años se enteste en cagarla de forma ostensible y notoria y sembrar una ligera duda acerca de su excelencia en la gestión de sus elecciones. Que es porque él quiere eh, porque si quisiera hacer un draft cojonudo lo haría sin despeinarse, pero supongo que quiere dar un poco de emoción a la liga y dejar algo para el resto. La primera ronda empezó bien, el pick de Malcom Brown es bastante interesante y su talento a la hora de parar la carrera complementa bastante bien el perfil de penetrador que eligieron el año pasado con Dominique Easley. Pero ya.
Después de un primer día interesante, Belichick nos brindó un segundo día de draft épico, de esos que pasan a la historia. No se sabe muy bien el motivo, quizá fuera porque el resto de franquícias fueron tan malas que les quitaron a los 15-20 jugadores que tenían controlados, como se rumorea, el caso es que el resultado del segundo día del draft para New England es el siguiente: Jordan Richards y Geneo Grissom. Dos jugadores que si sumamos las rondas en las que estaban proyectados para salir nos da la edad de mi abuela. Eh, pero todo tiene su razón de ser. Jordan Richards es el miembro más reciente del Club de Safeties Poco Conocidos Elegidos por Belichick en Rondas Altas, un club que ya cuenta con miembros muy distinguidos como Tavon Wilson y Duron Harmon. Jugadores que por cierto han dado un rendimiento sublime a su equipo. Y Geneo Grissom es un jugador muy grande y bastante atlético pero al que le falta muchísimo para poder ser un jugador fiable en la NFL, o sea, lo que se vendría conociendo como un talento entrenable. Pero en este caso, uno que tiene poco de talento y necesita mucho lo de entrenable.
Sabiendo que se había pasado, Belichick recondujo un poco la situación durante las siguientes elecciones, y la verdad es que la cuarta ronda estuvo francamente bien. Trey Flowers es quizá el pick más interesante de todo el draft, puesto que es un defensive end que brilla contra la carrera exterior, algo que le convierte en un jugador muy valioso si sirve para contener a jugadores como LeSean McCoy o Lamar Miller en los tan importantes partidos divisionales. Por su parte, Tre Jackson y Shaq Mason son dos jugadores que prometen ser muy interesantes para reforzar un centro de la línea ofensiva que necesitaba mejorar urgentemente. Pero claro, tres picks buenos seguidos eran demasiado así que para quinta ronda los Patriots tuvieron que volver a su papel de hacer reír al personal, ¿y qué mejor manera de desempeñar ese papel que eligiendo a un long snapper? Pues no se me ocurre ninguno, la verdad. Y ya pueden elegir más talento entrenable en rondas posteriores, que lo hicieron, que lo que queda del último día es que usaron un pick en un long snapper. Y por muy bien que salgan los buenos picks de los Patriots, ese segundo día antológico y ese sublime pick del long snapper hacen de esto un draft muy feo.
Tennessee Titans
Esto es lo que tradicionalmente había sido un draft feo en versiones de este artículo de pasadas temporadas. Los Tennessee Titans decidieron ir con Marcus Mariota con el pick #2, una decisión que pareció no gustar mucho a los receptores del equipo pero que sin duda es un extraordinario pick. Mariota da una dimensión totalmente distinta a este equipo, no solo porque Mariota es un gran quarterback sino porque su elección puede provocar un cambio radical en la dinámica del equipo. Primero, porque el marketing y el nivel de información mediática que va a generar Mariota es precisamente lo que necesitaba Tennessee para abandonar ese agujero negro de interés en el que estaban metidos (lo que en La Carnicería se conoce comúnmente como ser Hufflepuff). Pero segundo, y quizá más importante aún, porque Mariota es un quarterback tan especial que puede que los Titans intenten crear un entorno y un sistema ofensivo en el que él pueda rendir a su máximo nivel. O dicho en sentido metafórico, no es que Mahoma no pueda ir a la montaña, pero en este caso pienso que es mucho mejor para todos si es la montaña la que va a Mahoma. Pero claro, draftear a Marcus Mariota no hace que un draft entero pueda ser valorado positivamente, y el trabajo de Tennessee en el resto de sus picks dejó muchísimo que desear.
Empezando por Dorial Green-Beckham, que es un pick que no me convence nada. Está claro que es un talento físico increíble, pero es un jugador al que hay que pulir para que realmente sea un factor diferencial en la liga. Además, ¿realmente necesita Tennessee cargarse la progresión y el potencial de Kendall Wright y/o de Justin Hunter para crear artificialmente un nuevo amigo, siendo además un jugador con un carácter dificilillo? Para mí no, en absoluto. Se podía reforzar la posición de receptor pero no de esta manera, y de hecho en ese sentido me convence mucho más el pick de Tre McBride que no el de DGB. Pero si el pick de Dorial Green-Beckham me parecía discutible, los tres siguientes no me lo parecen. Para mal. Jeremiah Poutasi es un reach tremendo en tercera ronda, es un jugador que abulta mucho pero que se mueve muy poco, algo que le viene mal a un ataque tradicional pero que le viene incluso peor a un equipo que pretende poner a Marcus Mariota detrás del center. Y en ese sentido también me chirría mucho la elección de un fullback, y es por muy Jalston Fowler que sea (claramente el mejor fullback de la clase) parece un contrasentido draftear a Mariota y a Fowler en un mismo draft. Por último, Angelo Blackson es otro reach como la copa de un pino, un pick más incomprensible aún si tenemos en cuenta que gente como Grady Jarrett seguía disponible. O sea, que más allá de Mariota los Titans tampoco han conseguido hacerse con jugadores ni que entren por la vista ni que se les vea un buen rendimiento potencial (quizá sólo Andy Gallik y David Cobb, además de Green-Beckham). O quizá ni con Mariota pueden contar, no olvidemos que Roger Goodell dijo que los Titans habían elegido a un tal Marioto.
Detroit Lions
Este draft no es que alterne buenas y malas decisiones como los que hemos visto anteriormente, este draft es que simplemente es feo. No me lo neguéis, lo es, no pasa nada para reconocerlo. Que sea más o menos útil es otra cosa, pero feo lo es un rato. Elegir un guardia en primera ronda, por ejemplo, es probablemente el pick que menos ilusión puede hacerle a un aficionado de un equipo. Otra cosa es que Laken Tomlinson acabe siendo un jugador muy válido para la línea de ataque de los Lions, que probablemente lo sea porque es muy bueno y porque los Lions ya han completado satisfactoriamente este proceso con Larry Warford (un jugador al que recuerda bastante por cierto), pero así de buenas a primeras no es un pick bonito para el aficionado.
Como tampoco lo es el de Ameer Abdullah, un jugador que puede aportar muchísimo desde el backfield pero que no deja de ser un complemento, un jugador secundario que donde más va a brillar es interviniendo de forma puntual estando a la sombra de un corredor primario. ¿Le viene bien a los Lions? Pues no se puede decir que no, pero en Detroit podrían haber pensado en reforzar alguna posición que realmente les hiciera más falta (como el puesto de defensive tackle, por ejemplo) o, en el caso de querer reforzar el backfield, podrían haber optado por un jugador más completo o, por lo menos, por un jugador que no se cargara la carrera de Theo Riddick en los Lions. Y así podríamos seguir durante todo el draft, con los Lions eligiendo jugadores más o menos necesarios pero que no llaman demasiado la atención. Por ejemplo, en tercera ronda los Lions subieron a buscar a Alex Carter. No sé si hay en este draft un movimiento que genere menos entusiasmo que ese. ¿Que Carter puede resultar un cornerback sólido para Detroit? Está claro que puede serlo, pero Carter de momento no es más que un jugador de tercera ronda al que se ha elegido en tercera ronda, no es un movimiento que sea ni vistoso ni, probablemente, necesario. Como tampoco parece necesario gastar una tercera ronda del año que viene en Gabe Wright, a pesar de que es un jugador que cubre una necesidad. Está claro que esta clase de draft puede aportar cosas al equipo, pero si lo hacen no creo que sea de una forma bonita.
Dallas Cowboys
No me gusta el draft de los Cowboys. No me gusta un pelo. Reconozco que es un draft con talento y que probablemente haya un pick que sea el robo en mayúsculas del draft, pero hay algo que me hace pensar que las cosas pueden no salir tan bien como la mayoría de gente piensa. Empezando por su primera elección. ¿Qué es lo más destacable que recordáis de Byron Jones? Exacto, sus saltos en la Combine. No son sus intercepciones, o sus pases defendidos, o sus múltiples ayudas contra la carrera (estas últimas probablemente también porque no existen), sino que son unos saltos estratosféricos en unas pruebas físicas. Entonces qué, ¿ponemos a Bob Beamon a jugar de cornerback? Ser un portento físico por supuesto que es algo positivo pero para nada lo es todo, si te manejas mal en el campo te van a hacer un roto aunque tengas un físico descomunal. Y tampoco voy a ocultarlo, sí que es cierto que Byron Jones se ha manejado bien en college, pero lo ha hecho siendo físicamente superior a sus rivales en una conferencia donde sus rivales no eran precisamente la élite de la NCAA. ¿Podrá ser superior físicamente a los receptores a los que se enfrente en la NFL? Pues ya veremos, pero yo personalmente tengo muchas dudas.
Después de Jones viene el archifamoso pick de Randy Gregory, un extraordinario jugador que por problemas fuera del campo cayó hasta el pick #60. Totalmente incomprensible. Los Cowboys supieron aprovechar el regalo y con Gregory se hicieron con el robo en mayúsculas de todo el draft. O quizá no tanto. ¿Qué buscan exactamente los Cowboys eligiendo a Gregory? Se me ocurren dos opciones: cabrear a Greg Hardy o cargarse la progresión de DeMarcus Lawrence. Hasta la fecha, a no ser que Rod Marinelli se ponga creativo, creo que las formaciones defensivas sólo tienen dos defensive ends, así que aunque pueden ir rotando, por lo menos uno de los tres no puede ser protagonista. Con lo cual, ¿qué hay que hacer? ¿Establecer la pareja Lawrence-Gregory mientras Hardy esté suspendido y cuando vuelva relegarle a un papel menor porque el equipo está ya hecho? ¿Ir poniendo a jugadores menos famosos como Mincey o Crawford para que Lawrence no se sienta demasiado importante y poderle pegar una pequeña patadita hacia el final del banquillo cuando Hardy vuelva? ¿Hacer lo mismo pero con Gregory? Complicado ¿verdad? Alguna solución encontrarán, estoy seguro, y como en el caso de los Jets con Leonard Williams más vale tener que elegir cuando sobra que no tener que resignarte porque falta, pero ahí hay tres machos alfa para dos puestos o sea que la situación fácil no es.
Pero bueno, dejemos eso de lado que tampoco hay mucho más que decir, ¿después de Jones y de Gregory, qué más pillaron los Cowboys en el draft? Pues podría empezar a decir nombres que os dirían muy poca cosa, así que prefiero resumirlo en un simple: muy poca cosa. Jugadores muy poco conocidos que darán profundidad de plantilla en áreas que quizá ni tan siquiera lo necesitaban mientras que posiciones en las que debían reforzarse (safety, defensive tackle o runningback) han sido ampliamente ignoradas. O sea, dos picks que pueden salir muy bien, que ya veremos, y una serie de jugadores aparentemente poco relevantes forman según las masas uno de los mejores drafts de la liga. Pues lo siento pero por ahí no paso. Ah, pero no os preocupéis, que después del draft los Cowboys se han hecho con La’el Collins y su línea de ataque ha mejorado muchísimo. ¿Perdón? ¿La mejor línea de ataque del año pasado mejora porque han fichado a un rookie? Explicadme por favor como mejora porque yo estoy perdidísimo ahí. Collins es indudablemente un muy buen talento pero, a no ser que Garrett se ponga aún más creativo que Marinelli, líneas de ataque sólo pueden jugar cinco y ahora mismo un rookie, por muy Collins que se llame, es improbable que mejore a ninguno de ellos de forma individual. Pero para mí eso en sí tampoco tiene mucho de malo, es más negativo las consecuencias que este fichaje puede acarrear. Lo bueno de las líneas de ataque no es que sus jugadores sean buenos uno a uno sino que se compenetren, se entiendan y se complementen. O dicho de otra manera, que jueguen bien globalmente como unidad, y lo mejor que existe para conseguir este objetivo es que la misma línea siempre juegue junta (sino que le pregunten a Eli Manning a ver qué diferencias hay entre el ataque que maneja ahora y el que lideró para ganar dos Super Bowls).
Pues el fichaje de Collins va en dirección diametralmente opuesta a eso, de hecho más bien lo que hace es pegarle un puñetazo en el estómago a la química que se podía estar creando en la que sin duda fue la mejor línea que han tenido los Cowboys en muchísimo tiempo (y la gran razón por la que fueron un equipazo en 2014). Perfectísimo. ¿Gran fichaje de los Cowboys entonces? Pues depende. Fichar a Collins está muy bien porque consiguieron un jugador de primera ronda a precio de saldo, pero sólo está bien si le dejan en el banquillo durante un tiempo y le van metiendo progresivamente en rotación, porque la manera más adecuada de mejorar la línea que tenían el año pasado es no tocándola y dejando que siga jugando junta. Pero teniendo en cuenta que Collins eligió los Cowboys por encima de cualquier otro equipo de la liga, no creo que fuera precisamente eso lo que le prometieron. En resumen, algunas elecciones probablemente acaben resultando realmente bien, pero este draft crea una situación en la que hay mucho que gestionar dentro del vestuario y no sé si los Cowboys serán capaces de ello. De hecho me da que más bien no.
No me quiero olvidar tampoco de otros equipos con drafts feos, como esos Colts con un draft bastante aceptable en global (enorme el pick de Henry Anderson) pero con un jueves espantoso en el que pillando a Dorsett se marcaron el pick más incomprensible de toda la primera ronda, o como esos Saints que no lo hicieron del todo mal cubriendo necesidades pero que pareció que drafteaban siempre una o dos rondas por debajo de lo que merecía el pick que estaban usando. Pero vamos, que aquí lo dejo porque ya me estoy enrollando muchísimo más de la cuenta y tampoco merece tanto la pena. Además, que tengo que guardarme fuerzas para lo que se viene la semana que viene. Ojo, que vienen los malos. O sea los Packers y cuatro más.