No sé si sabéis que recientemente se ha estrenado una película llamada El despertar de la fuerza. Supongo que algo os habrá llegado. Lo que no sé si sabéis es que a raíz de la película se han hecho montones de artículos de temática que nada tiene que ver con la película pero con exactamente el mismo título. ¿Que el Madrid le gana al Malmö de paliza? «El despertar de la fuerza». ¿Que me apetece hablar de NBA? «El despertar de la fuerza». ¿Que el vecino del cuarto ha ganado el campeonato de Tazos del barrio? Pues no tengo constancia de que ese artículo exista pero seguro que podrían ponerle «El despertar de la fuerza». ¿A que da rabia que, simplemente porque está de moda, veamos repetido el mismo título por todas partes? Pues más rabia da ahora porque yo también lo voy a usar para este artículo. Pero, sinceramente, es que me viene que ni pintado para definir la situación que he vivido esta pasada semana.
Esto no lo he contado demasiado pero este fin de año lo he pasado en Nueva York. He visto edificios, sitios y lugares icónicos, como no podía ser de otra manera, pero también he observado comportamientos y tendencias de la gente. Y dentro de esa categoría, una de las cosas que más me ha llamado la atención es que los fans de los Jets ganan de forma apabullante a los de los Giants. Por supuesto, hablo de lo que he podido ver en forma de gente llevando merchandising del equipo por la calle (gorros, camisetas, sudaderas, etc.), no sé si que los de los Jets lo exteriorizan más o si los de los Giants lo son más en la intimidad, pero lo que es incuestionable es que la cantidad de verde que he visto por las calles ha sido muy superior a la cantidad de azul. Eh, y bien lucido eh, no es eso de que «me pongo este gorro porque hace frío y es el único que tengo», la gente que lucía los colores de los Jets por la calle era porque estaba plenamente orgullosa de su equipo. Incluyendo el pasado domingo. Sí, es cierto que los Jets perdieron las opciones de meterse en Playoffs después de perder su partido contra los Bills, pero incluso tras el partido el sentimiento generalizado era de que este 2015 puede que no fuera su año pero que, al contrario que en años anteriores en los que se había dado pena, esta temporada sí sentaba las bases de años y posibles éxitos venideros. Que este año habia sido una lástima, pero que el año que viene lo iban a petar. O en otras palabras, que este año para los Jets y sus aficionados ha sido un «despertar de la fuerza» en toda regla. Primero a nivel anímico, porque los fans vuelven a creer en su equipo, pero también a nivel deportivo, porque viendo lo que los Jets han dado de sí esta temporada no creo que sus aficionados demasiado desencaminados.
Eso no quiere decir ni mucho menos que el equipo esté totalmente hecho, hay muchas cosas a mejorar en esa plantilla, pero las sensaciones la verdad es que son buenas. Y lo son porque más que en el highlight o en el big play, estos Jets están basados en la solidez. Me explico. Más allá de que sean un equipo que se podría llegar a meter en el clásico saco de «equipo de defensa y carrera», que ya de por sí es un perfil de equipo poco espectacular, lo que prefiero destacar de los Jets es que son un equipo con una cantidad de talento extremadamente limitada. Brandon Marshall, Darrelle Revis (no siempre) y ya. Y a pesar de ello se muestran como un equipo decente en la gran mayoría de sus partidos. ¿La razón? Pues primero porque aunque no sean espectaculares tienen jugadores cumplidores en prácticamente todas las posiciones de la plantilla, pero principalmente porque gracias a esos jugadores y a base de trabajo dominan dos aspectos básicos del football: el juego de carrera y la trinchera defensiva. Y no nos engañemos, no hay football más sencillo que el de correr en ataque y poder más que la línea ofensiva rival en defensa. No hay más, si se dominan esos dos factores el equipo tiene que funcionar bien por narices, porque en un lado se puede controlar el reloj y avanzar sin mucho riesgo y en el otro el rival no podrá ni correr ni pasar cómodamente. Y los Jets están muy encarados en esa dirección. Por un lado tenemos a Chris Ivory, que sin ser considerado como uno de los mejores corredores de la liga ha tenido jugadas puntuales y partidos concretos dignos del mejor de los running backs (especialmente en el tramo inicial de temporada), y combinado con las aportaciones Bilal Powell han conseguido formar un backfield sorprendentemente bueno. Y por el otro, la línea defensiva de los Jets es uno de los motores de este equipo, una línea que tiene mucha rotación, mucho trabajo y, si Todd Bowles le termina de encontrar el punto que aún le falta, puede llegar a ser incluso mejor de lo que es ahora.
«Los fans de los Jets vuelven a creer en su equipo»
Pero a pesar de ser buenos corriendo y en la línea defensiva durante este 2015, no han sido absolutamente dominantes ahí. De hecho creo que es prácticamente imposible serlo de forma regular y ante todos los equipos por el simple hecho de que son aspectos de juego relativamente sencillos y todo el mundo aspira a poder frenarlos. Y ahí, cuando no han podido poner en práctica su juego base, es donde los Jets han pinchado este año. Por lo tanto, es ahí donde necesitan mejorar. Uno de los puntos calientes debe ser sin ninguna duda el tema del quarterback. Ryan Fitzpatrick ha cumplido con creces, ha jugado a años luz de lo que podíamos esperar de él antes de empezar la temporada, pero siendo francos también ha sido el responsable de que los Jets perdieran un par de partidos importantes (entre ellos este último ante Buffalo que les habría permitido entrar en Playoffs). No soy partidario de reemplazarlo de cuajo la temporada que viene, Fitzpatrick ha hecho méritos suficientes como para mantener el puesto y ni creo que haya ningún quarterback en el draft que deba empezar como titular en 2016 ni creo que la situación con Geno Smith se vuelva lo suficientemente favorable como para que sea él el titular (de hecho lo más probable es que no haya situación Geno-Jets en 2016, para qué nos vamos a engañar), pero lo que creo que sí sería conveniente es empezar a ir cocinando un nuevo quarterback para que, en un futuro, los Jets también sean fiables cuando tengan que ganar partidos pasando.
Pero igual de importante que el quarterback (y ya puestos también el tight end, que parece que lo de Jace Amaro no ha terminado de funcionar del todo bien), los Jets también tienen que prestarle mucha atención a su defensa, puesto que necesita urgentemente refuerzos en varias áreas distintas. Para empezar, necesita un pass-rusher exterior de calidad que pueda aprovecharse del trabajo de la línea defensiva, ya sabéis, ese papel que Quinton Coples no ha sabido hacer durante los últimos años (no entro ya si fue más culpa suya o culpa de Rex Ryan) y que a Lorenzo Mauldin quizá le venga un pelín grande. También necesita profundidad en el puesto de linebacker interior, ya no sólo porque no hay recambios fiables en la plantilla (esto lo escribe alguien que ha sufrido a Jamari Lattimore en su equipo) sino también porque tanto a David Harris como a Demario Davis (especialmente a este último) se les está empezando a ver el cartón en cobertura de pase. Pero, por encima del resto, lo que los Jets necesitan es más calidad en el cuerpo de cornerbacks porque lo cierto es que su rendimiento ha sido, en líneas generales, decepcionante. Es cierto que Marcus Williams ha sido una sorpresa muy agradable, y también lo es que Buster Skrine ha cumplido, pero el resto no ha aportado lo que se esperaba de ellos: Darrelle Revis no ha estado tan fino como su nombre nos podría hacer pensar, Antonio Cromartie ha sido este año una sombra de lo que fue y Dee Milliner representa que algún día será bueno pero entre lesiones y su poca continuidad ese día aún está por llegar. Pero es que el tema aquí no es tanto que los jugadores sean explícitamente malos, porque un Revis al 80% del nivel que se espera de él sigue siendo un cornerback más que decente, el tema es más bien que tener cornerbacks fiables que se puedan pegar a su hombre resulta básico para que Bowles pueda desplegar los paquetes de blitz que le hicieron famoso en Arizona y que le valieron este puesto de head coach. Y ahora mismo da la sensación de que esa línea defensiva, que es muy buena pero bajo la tutela de Bowles podría ser mejor, no alcanza su máximo potencial porque el propio entrenador se está echando el freno a sí mismo por el miedo a que le quemen en los emparejamientos uno contra uno que obligatoriamente debe dejar en el exterior. Así pues, pese a no ser obvio, creo sinceramente que si se mejora en el cuerpo de cornerbacks la defensa entera va a mejorar mucho su nivel.
https://www.youtube.com/watch?v=8EHM9agzdV8
Así pues, las bases están sentadas. Está claro que hacen falta mejoras pero los Jets están en una buena posición para ser un buen equipo en un futuro no muy lejano. Un futuro que, además, muy posiblemente les brinde una gran oportunidad de dominar su división cuando Tom Brady se retire y los New England Patriots no sean un valor tan seguro como lo son ahora. O en formato metáfora, veremos si en este futuro no demasiado lejano del que estamos hablando este «despertar de la fuerza» logra imponerse a los Patriots, ese equipo que tan a menudo ha sido comparado con los Sith. Interesante no, lo siguiente.