Es malo tener un trayecto de más de media hora entre casa y el trabajo. No porque tengas que levantarte un poco antes para llegar al curro a la misma hora que el resto de gente, sino porque el trayecto siempre da para darle al tarro y eso nunca es bueno. En especial si las cosas en las que piensas son raras del cagarse. El otro día, por ejemplo, pensaba en que en el aprendizaje de los niños hay dos grupos diferenciados, primero están las cosas que te enseñan y luego están las cosas que aprendes tú solo. Las cosas que se enseñan son muchas y variadas, en la escuela nos enseñaban conocimiento, multitud de asignaturas con un sinfín de contenidos (algunos de ellos incluso útiles), o nuestros padres nos enseñaban que había que portarse bien o que había que comer de todo entre muchas otras cosas. En cambio, las cosas que los niños aprenden solas se reducen básicamente a ser el menos malo. Cogiendo los mismos ejemplos anteriores, si un niño saca un 3 en matemáticas estará contento si el del pupitre de al lado ha sacado un 1, o si un niño se niega a comerse un plato de brócoli estará contento si sus padres descubren que su hermano lo ha tirado a la basura (de todas formas, pobres niños, hay que ver lo que les hacen comer a veces). Porque cuando no se puede ser el mejor, lo único a lo que te puedes agarrar es a ser el menos malo. Y eso lo saben los niños, y viendo lo que ha pasado este fin de semana es obvio que también lo saben los equipos de la NFL, al menos los dos que han conseguido acceder a la Superbowl.
Porque no nos engañemos, Giants y Patriots ni han sido los mejores durante la temporada, aunque para ser justos unos han estado bastante cerca, ni tan siquiera fueron los mejores en sus partidos de final de conferencia. Porque sus actuaciones estuvieron tan llenas de cagadas, de momentos de suerte y de que regalos del equipo rival que resulta imposible calificarlas como “mejores”, sólo pueden merecer el calificativo de menos malas. Y quizá hasta ni eso.
Ravens @ Patriots
No puedo decir con certeza que los Patriots fueran menos malos que los Ravens, pero lo que seguro que no puedo decir es que los Ravens fueran menos malos que New England. Porque los Ravens tuvieron cagadas de bulto durante todo el partido. Flacco tuvo opciones de conectar con Torrey Smith para dos touchdowns largos pero su falta de puntería lo impidió, Lee Evans hizo un drop como para mandarlo de monitor en un campus de verano y Billy Cundiff falló un field goal que tendría que haber metido hasta con la pierna mala, pero lo que fue especialmente preocupante fue lo mal que estuvo Cam Cameron. Sí, ese coordinador ofensivo al que muchos veneran (incluso yo hasta hace relativamente poco) por haber sido parte importante del rendimiento de LaDainian Tomlinson en los Chargers, pero que lleva un tiempecito demostrando que este ataque le viene algo grande. Es cierto que mejoró su penoso hábito de marginar el juego de carrera en los partidos que pierde, pero lo hizo más para cumplir el expediente a nivel estadístico que no con inteligencia. Cameron se pasó buena parte del partido dándole carreras interiores a Ray Rice, algo que obviamente resultó completamente ineficaz contra un Vince Wilfork que tuvo el mejor partido de la temporada. Especialmente sangrante fue un 3rd & 3 decisivo en el que Cameron cantó un draw de forma totalmente incomprensible contra una defensa que ya estaba alineada para parar la carrera interior (aquí también fallo de Flacco para no cantar un audible, pero eso es otro tema). Si quería jugar por dentro debió usar más a Ricky Williams, que fue mucho más efectivo, pero lo que realmente debería haber hecho es mover a una línea defensiva de los Patriots relativamente pesada. Y ya no sólo moverla con carreras, el juego de recepción de Rice es una de sus grandes bazas y un recurso muy válido para los Ravens; en el partido contra los Patriots consiguió la friolera de 1 recepción. Cantar una screen de vez en cuando no habría hecho ningún mal, más bien al contrario. Es mucho más fácil señalar los errores puntuales como principales culpables de la derrota de los Ravens, errores como podrían ser un fallo en un field goal o un drop dentro de la end zone, errores que obviamente también son importantes pero los Ravens no jugaron bien de base y si tuvieron opciones de ganar es porque los Patriots jugaron por lo menos igual de mal.
Porque en el fondo Brady también tiene derecho a tener un día malo de vez en cuando, y más si la defensa que tiene enfrente es la defensa que tuvo enfrente, pero hay cosas que son completamente inexplicables y casi todas vienen desde la banda. Efectivamente, Bill Belichick se volvió a poner el traje de Dios todopoderoso y lo hizo todo lo mal que pudo. Ese día Brady tenía que ganar el partido y tenía que ganarlo y punto. Daba igual que BenJarvus Green-Ellis se hubiera tirado un drive entero corriendo por el medio sin apenas despeinarse (el drive en el que anotó), daba igual que el pass-rush de los Ravens entrara como Pedro por su casa por el hueco que dejaba un Nate Solder que estuvo francamente mal en protección de pase, daba igual que Brady tuviera el día tonto con la precisión. Y si la defensa consigue recuperar la bola mediante intercepción, ¿qué hay que hacer? Pues hay que mandar playaction para que Brady busque a Matt Slater en largo contra una triple cobertura. Mal Brady por lanzar ahí, obviamente, pero mal Belichick por tener la poca vista de cantar eso. Pero es que eso no fue lo peor de todo, lo peor de todo fue la poca vergüenza que tuvo en el último drive de los Ravens de poner a Julian Edelman a cubrir hombre a hombre a Anquan Boldin. Ya lo sé que la secundaria de los Patriots es mala pero ¿cómo se te puede girar tanto la perola como para poner a un receptor a cubrir a su mejor hombre? En ese drive Boldin consiguió 4 recepciones para 60 yardas, los Ravens se cruzaron todo el campo y la decisión de Belichick podía haber echado a los Patriots de los playoffs. Pero en vez de eso, Belichick aparece como el héroe otra vez porque tuvo el buen ojo de fichar a Sterling Moore. Y a mí me da la risa floja. ¿En serio alguien cree que cuando lo cortaron en el practice squad de los Raiders hace cuatro meses Belichick ya vio que ese tío iba a ser el salvador de la franquicia? No por quitarle mérito al hachazo, porque lo tiene, pero el mérito es de quien lo hace y no de quien le ficha. Y además, igual otro jugador habría interceptado el balón y se hubiera ahorrado el suspense, porque la pelota le pasa a menos de un palmo del casco. Pero bueno, supongo que como New England ganó el partido todo esto quedará en el olvido.
Giants @ 49ers
Aquí la explicación es mucho más simple, los Giants se llevaron el partido porque los Niners no tienen un ataque que les permita competir con garantías en según qué niveles. Quizá les valga para su división, de largo la peor de toda la NFL, pero contra equipos decentes necesitan tropocientos turnovers para tener posiciones de campo favorables para ganar los partidos (como pasó contra los Saints) porque ofensivamente son incapaces de mover el balón. Y eso va especialmente por el juego de pase. Primero porque pese a que muchos nos hayan querido vender lo contrario esta temporada Alex Smith es un quarterback que, aunque es innegable que ha jugado mucho mejor que en otros años gracias a la confianza que le ha dado Jim Harbaugh, aún no está al nivel de los buenos quarterbacks de esta liga. Porque en un partido de estas características un equipo no se puede permitir que su quarterback no complete el 50% de los pases o que tenga un porcentaje de terceros downs completados como para echarse a llorar. Y después porque existe una falta alarmante de playmakers que puedan recibir el balón, porque si este partido sirvió para algo fue para dejar patente que en este equipo sólo se le pueden lanzar pases a Vernon Davis. Parte de la culpa de las pobres estadísticas de Smith también reside ahí, en la nula aportación de un cuerpo de receptores que no sólo no aparece sino que encima tiene la poca decencia de quejarse luego, con lo que la gerencia debería poner solución a este problema si quiere que este ataque siga evolucionando como lo ha hecho este año. O simplemente igual hubiera sido suficiente con no cortar a Braylon Edwards hace menos de un mes, en un movimiento que muy pocos se pueden explicar.
Pero pese a las pobrísimas estadísticas del juego de pase el partido estuvo muy reñido, y eso es porque los Giants tampoco lo hicieron tan bien. Por decirlo de alguna manera suave. De hecho sólo lo pudieron hacer bien en la primera parte, cuando los Niners parecía que se negaban a presionar a Manning, pero cuando los Niners supieron establecer presión sobre Eli Manning los Giants estuvieron nulos en ataque. Y si consiguieron llevarse el partido fue por una de sus características más habituales: la potra. Porque los Giants no hubieran ganado si Kyle Williams no hace la tontería de tocar el balón en un punt con la rodilla y luego ignorar que lo ha hecho. Porque ese es el fumble grave, porque no sólo denota un fallo de concentración al permitir que un punt que va botando te toque, sino que demuestra una falta de actitud por no morir por recuperar el balón luego. El fumble posterior puede suceder, es un muy mal momento pero está forzado, Williams no es el retornador habitual y encima jugaba con una lesión en el hombro, con lo cual es una acción perfectamente comprensible. Y lo que no justifica en ningún caso son las amenazas de muerte recibidas por el jugador, algo totalmente reprobable y vomitivo. Pero volviendo al tema que nos ocupa, los Giants tampoco habrían ganado el partido si, después de un pase de Manning horriblemente lanzado, dos defensores no hubieran chocado al ir a buscar la intercepción a la vez. Dos veces, una en la prórroga. Si en alguna de estas situaciones la suerte hubiera beneficiado a los Niners estaríamos hablando de un desenlace de partido muy distinto, pero a los Giants se les volvieron a alinear los astros y consiguieron obrar el milagro otra vez, y como no es la primera vez que pasa sólo nos queda encoger los hombros y resignarnos.
Pero en el fondo todo esto es como decir que si mi abuela tuviera dos ruedas sería una bici, son simples conjeturas sobre lo que podría haber sido y nunca fue ni será. Probablemente lo único que cuente sea que Patriots y Giants estarán en la Superbowl y muchos serán los que tengan una versión de los hechos distinta a ésta. Pero para mí ambos equipos ganaron sacando un 3 en el examen de matemáticas, ambos ganaron dejando el brócoli en el plato, ambos ganaron siendo menos malos que los otros. Y visto lo visto no espero que la Superbowl sea muy diferente, lo que para el espectador neutral representa un chasco de proporciones bíblicas. Porque la Superbowl es el mayor espectáculo del mundo, no un partido en el que dos equipos juegan a ver quien la caga menos.
Como no, la Red ha hablado (esta vez para bien, no como con Williams) y circula una parodia de Billy Cundiff basado en la escena de ‘Ace Ventura’.
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