Muchos ya sabéis que una de las cosas por las que me gusta coger el transporte público es porque, aunque pueda ser sin querer, me suelo enterar de conversaciones ajenas. Seguro que a vosotros también os pasa. Normalmente son cosas bastante normales, qué tal el trabajo, parece que hace fresquito y cosas sin sustancia, pero por alguna razón probablemente mística hay una determinada línea de autobús en la que las conversaciones suelen ser más surrealistas de lo habitual. Sin ir más lejos, el otro día fui testigo de una de estas conversaciones totalmente aleatorias y no puedo evitar haceros un pequeño resumen. El caso es que un tío le contaba a su amigo que su ordenador se estaba escacharrando, que la torre hacía ruiditos raros y que no iba nada bien, con lo cual había llamado a su «colega que controla de ordenadores» a ver qué. Total, que ese colega le dijo que si había probado de quitar la pantalla que estaba usando y poner otra. ¿La pantalla? ¿Va en serio o el colega se estaba quedando con él? No soy un experto en informática pero me da la sensación de que este consejo fue como bastante lamentable, si es la torre del ordenador lo que hace ruido cambiar o no cambiar la pantalla no debería importar lo más mínimo. Pero el tío del autobús, sorprendentemente, prosiguió con su historia diciendo que al final, como no se le ocurría otra cosa que hacer con ese problemilla, acabó por poner una pantalla nueva a ver si el tema se arreglaba. Y cuando su amigo del bus le preguntó qué había pasado luego respondió con un más que elocuente «nada de nada, ¿acaso esperabas lo contrario?». Vaya, qué sorpresa. Igual es que cuando un ordenador funciona con dificultades (o directamente no funciona), cambiarle accesorios como la pantalla es tan útil como ponerlo en el medio del comedor y hacer una danza tribal a su alrededor en la que se rece ampliamente al clip de Windows para que el ordenador se arregle solo. Resumiendo, que esa es precisamente la conclusión que sacamos de esta historia: si de base algo no funciona cambiar sus piezas no servirá de nada. Y ahora, por favor, me gustaría que aplicárais el mismo principio a otra situación completamente distinta, a una situación mucho más relacionada con la NFL. Y es que teniendo en cuenta lo que es a día de hoy el ataque de los New York Jets, ¿servirá de algo cambiar a Geno Smith para poner a Michael Vick? Efectivamente, no servirá absolutamente de nada.
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No os voy a engañar, al enterarme del fichaje de Michael Vick en offseason pensé que sería él quien empezara el año como quarterback titular en los Jets y que Geno Smith sería el suplente hasta la más que posible lesión de Vick a media temporada. Cierto es que no conocía el playbook y Geno ya tenía la experiencia de una temporada entera como quarterback titular, pero también hay que recordar que el año pasado Geno era un prospecto al que había que pulir bastante pero que estuvo forzado a ser titular por la lesión de Mark Sanchez, con lo cual no pudo tener un proceso de adaptación a la liga con el tiempo y las condiciones que el jugador quizá requería. Era relativamente sencillo decirle al chaval que confiaban en él como quarterback de futuro pero que gracias al fichaje de Vick iba a poder tener el año de calma y de aprendizaje que no pudo tener en su año de rookie. Pero en los Jets los tiros no fueron nunca en ese sentido, de hecho se decidió apostar por Geno desde el principio y dejar a Vick en el banquillo, y la verdad es que se han mantenido firmes en esta decisión a pesar de que la temporada de Geno Smith no estaba siendo todo lo buena que se esperaba. Hasta ahora. La primera parte de Geno ante los Chargers fue totalmente desastrosa, algo a lo que se podrían añadir estos rumores que dicen que Geno no acudió a la reunión de equipo del sábado porque se confundió con el cambio de horario, y Rex Ryan y compañía decidieron hacerle caso a esa vocecita dentro de su cabeza que decía que un cambio en este sentido era algo posible. Michael Vick fue el quarterback de los Jets en la segunda parte y Geno tuvo que mirar desde la banda. ¿Y arreglaron algo? Por supuesto que no. Los números quizá fueron un poco mejores pero tampoco una barbaridad precisamente, Geno Smith hizo 4/12 para 27 yardas con una intercepción (que fue un pase a la desesperada al final del segundo cuarto, así que es una intercepción muy relativa) mientras que Michael Vick hizo 8/19 para 47 yardas, pero lo más importante y lo que nos demuestra que el cambio no tuvo ningún efecto positivo en el equipo es el rosco que brilló en el casillero de los Jets tanto en el primer como en el segundo tiempo.
Y es curioso, por no decir triste, porque lo normal habría sido que Vick hubiera jugado mucho mejor que eso. Básicamente porque, como ha quedado demostrado en el pasado, cuando un quarterback suplente sale a jugar a medio partido es bastante habitual que las defensas contrarias no estén preparadas para frenarle, con lo cual su nivel en dicho partido es superior al de los partidos que le siguen. O si no, ¿qué os creéis que ha pasado con Kirk Cousins? Cuando salió sustituyendo a Robert Griffin contra Jacksonville se decía que era buenísimo, que se adaptaba muy bien al juego de Jay Gruden y que se tenía que mantener como titular incluso cuando Griffin estuviera recuperado, luego vino el partido ante los Eagles, que no cuenta porque la secundaria de los Eagles haría bueno a cualquier quarterback (se llame Cousins o se llame Austin Davis), pero luego vino la defensa de los Giants y le hizo trizas, interceptándole hasta en cuatro ocasiones. Pero es que Vick no nos dió ni ese primer partido de brillantez provocado por el factor sorpresa, y si su primera actuación fue así no quiero ni pensar como podrían ser actuaciones en compromisos posteriores. De momento Rex Ryan ha dicho que Smith será el titular para el próximo partido, pero teniendo en cuenta que el próximo partido es ante los Broncos, igual lo que acaba pasando es que caiga otra derrota, que Geno reciba más críticas de las que ya de por sí le caen y que en los Jets se vean aún más presionados para poner a Vick como titular. Una maravilla vamos.
Jets I apologize ahead of time: Peyton Manning has 503 TD passes since 1998. All @nyjets QBs combined since 1987? 499 #plushetookayearoff
— trey wingo (@wingoz) octubre 6, 2014
Porque, como ya he repetido varias veces a lo largo de este artículo, un cambio de quarterback en esta situación no puede traer nada positivo. Por varios motivos. Primero porque no creo que sea nada inteligente jugar con la moral de Geno Smith, y es que sentarle ahora es decirle alto y claro que ya no se confía en él, ya sea para lo que queda de partido o para lo que queda de temporada, algo que ningún quarterback necesita. Pero es que además, viendo su irregularidad sobre el campo y sus desplantes ocasionales (como cuando mandó a la mierda a uno de sus propios fans que le insultó cuando abandonaba el campo tras el partido ante Detroit) podemos deducir que la faceta psicológica no es uno de los puntos más fuertes del jugador, con lo cual darle una certa inestabilidad acerca de su futuro a corto plazo puede provocar dudas (ajenas pero también propias) acerca de su futuro como quarterback franquícia a medio plazo. Y no creo que tirar una segunda ronda a la basura sea lo que quieran hacer los Jets en este caso. Que a ver, por otra parte también entiendo que esto no es una guardería, si tiene que ser lo mejor para el equipo se cambia al quarterback y punto y si Smith se siente mal es su problema, pero es que el tema es que no es lo mejor para el equipo ni de lejos. Para nada. Porque dejando de lado a Geno, este cambio de quarterback no sólo sería malo para el ataque de los Jets por el nivel del propio Vick, que tiene pinta de no ser el mejor de su carrera deportiva, sino también por el resto de factores. Primero, porque teniendo en cuenta que en estos momentos de su carrera Vick parece que es un quarterback con recursos bastante limitados (ya sea por la edad o por el óxido acumulado de no haber jugado de forma regular en mucho tiempo), no creo que sea muy complicado frenarle. Si los Chargers limitaron tanto a los Jets habiéndoles pillado por sorpresa con el cambio de quarterback, no quiero imaginar lo que podría hacer una defensa en condiciones preparada para enfrentarse a un ataque liderado por Michael Vick. Y digo ataque porque obviamente no sólo se enfrentarían al quarterback sino también a sus compañeros, pero es que ese es precisamente otro de los grandes problemas de poner a Vick: aunque el resto de ataque de los Jets con Geno Smith no es demasiado bueno, con Vick sería peor.
Hay dos motivos principales que sostienen este argumento. El primero es que, no nos engañemos, Geno Smith es a día de hoy mejor jugador que Michael Vick. Quizá ninguno de los dos es especialmente bueno pero precisamente lo suyo en estos casos sería que el resto de ataque pusiera de su parte para ayudar. Va a ser que no, y si el resto del ataque no ofrece soluciones con Geno a los mandos difícilmente las va a ofrecer con Vick como quarterback. Y esto no va por el juego de carrera, que para tener a Chris Ivory como protagonista principal es bastante apañado (aunque Chris Johnson parece claro que ya será para siempre el corredor regularcillo de los últimos años y no el corredor extraordinario de los primeros) sino que va por un cuerpo de receptores cuya falta de talento es muy alarmante. No, en serio, no se puede pretender que un quarterback rinda bien con este elenco de jugadores que representa que tienen que ayudarle. Es como si, cogiendo prestada mi propia metáfora de la semana pasada, en el cuarto de baño en vez de haber papel higiénico hubiera papel de lija, por muy cómodo que sea el retrete va a ser imposible que el proceso salga completamente bien. Cierto es que la lesión de Eric Decker y la lenta adaptación de Jace Amaro no están ayudando para nada, pero es que el resto de opciones en el juego de pase son Jeremy Kerley (el único realmente aprovechable), Jeff Cumberland, Greg Salas, David Nelson, Saalim Hakim y TJ Graham. Un panorama desolador. Y mientras tanto el front office despidiendo a Jalen Saunders (receptor elegido este año en cuarta ronda) por errores en equipos especiales. Manda huevos.
Aún así, este argumento se podría decir que hace al ataque de los Jets malo pero no peor con un quarterback que con el otro, pero resulta que hay un motivo incluso más decisivo que la falta de calidad en el cuerpo de receptores que da fuerza a la teoría de que el ataque sería peor con Vick. Y es que como todos sabréis Geno Smith es un quarterback diestro mientras que Michael Vick es un quarterback zurdo, o dicho de otra manera, al reemplazar el uno por el otro el lado ciego del quarterback cambiaría y se invertiría todo el ataque. Esto no es un problema para los receptores porque suelen estar acostumbrados a alinearse en múltiples posiciones de la formación, así que alinearse a izquierda o derecha para facilitar las lecturas del quarterback no debería ser demasiado problemático. Pero sí es un problema muy grande para la línea de ataque porque ahora quien debe cubrir el lado ciego del quarterback (el lado más importante en la protección de pase puesto que es el que defiende la espalda del quarterback cuando lanza) es el tackle derecho. Los líneas ofensivos, especialmente los tackles, no suelen tener la versatilidad de alinearse a un lado u otro de la línea así que suelen quedarse en la misma posición dentro de la línea, y de hecho así mismo ocurrió ante San Diego. ¿Resultado? Cambiando de Geno Smith a Michael Vick como quarterback el tackle del lado ciego pasa de ser D’Brickashaw Ferguson a ser Breno Giacomini. Esta última frase es tan jodida que creo que no hace falta decir mucho más.
Entonces, si la solución no es poner al otro, ¿qué es lo que hay que hacer? Pues hay que mirar hacia arriba. Hay que pedir explicaciones a la gente que ha permitido tener un ataque con tan poco talento pero, muy especialmente, hay que pedir explicaciones a quien ha permitido que este ataque tenga partidos tan espantosos como el del pasado domingo, partido en el que recordemos que los Jets anotaron cero puntos y sólo fueron capaces de cruzar el medio campo en dos ocasiones durante todo el partido. Y el responsable de ese esperpento no es otro que Marty Morninhweg. Sinceramente, no acabo de entender qué tiene Morninhweg que le hace parecer un gurú ofensivo a ojos de la gente cuando sus trabajos más recientes han sido volver extremadamente previsible al ataque de los Philadelphia Eagles (en los últimos de Andy Reid como entrenador allí) y crear este ataque de los Jets que es de todo menos eficiente. A pesar de que soy consciente de que no tiene mucho con qué trabajar, creo que él es de los que menos ha estado a la altura del puesto que ocupa, sin ir más lejos su playcall previsible es probablemente el mayor responsable de partidos tan lamentables ofensivamente como el del pasado domingo, con lo cual Morninhweg debería ser la primera víctima si se quiere revitalizar este ataque. ¿Y Rex Ryan? ¿Qué hacemos con él? Pues la verdad es que no lo sé. Por un lado, la sabiduría sobre defensas 3-4 que tiene Ryan es difícilmente igualable y precisamente por ello la defensa de los Jets es una excelente defensa contra la carrera (no tanto contra el pase, aunque probablemente sería mejor si tuviera mejores jugadores en secundaria). Pero por el otro, da la sensación de que su personalidad le obliga ser también intervencionista en ataque (sin ir más lejos, si tuviera que inclinarme por algo diría que fue Ryan quien decidió poner a Vick el domingo) y lo cierto es que el ataque de los Jets nunca ha funcionado demasiado bien desde que está él de head coach. Así pues, si los Jets contratan un buen coordinador ofensivo y le dan plenos poderes en ataque, la dupla con Rex Ryan podría ser realmente fantástica pero ¿sería eso posible? ¿Sería Rex Ryan capaz de echarse a un lado y centrarse sólo en la defensa? En mi opinión, de eso y sólo de eso debería depender su continuidad como head coach en los Jets.
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Pero por último, a pesar de que he sido bastante duro, tengo que hacer un llamamiento al optimismo. El calendario que han tenido los Jets hasta el momento ha sido bastante complicado, con salidas a Green Bay y a San Diego por ejemplo, y ahora encaran dos partidos complicados más ante Denver y en New England. Pero tras estos dos partidos viene la parte fácil de su calendario, y lo que es más importante, viene la parte divisional de su calendario. Efectivamente, los Jets aún no han jugado ningún partido dentro de su propia división. Por lo tanto, teniendo en cuenta que ninguno de los equipos de dicha división está en un momento espectacular (excepto los Patriots si consolidan su rendimiento del domingo ante Cincinnati) bien podría ser que a pesar de llegar con un récord de 1-5 a su primer partido divisional los Jets aún estuvieran en una posición donde ganar la AFC Este fuera una posibilidad muy real. Por lo tanto, a pesar de que las cosas no están yendo como se esperaba a principios de temporada, pido paciencia para los fans de los Jets porque las cosas deberían ir a mejor. Y por otra parte pido la misma paciencia para Rex Ryan y compañía, porque a pesar de que las cosas no están yendo como se esperaba tampoco para Geno Smith, no hay absolutamente nada que haga pensar que poner a Michael Vick vaya a solucionar el problema. Que quede con Morninhweg (que de momento sigue siendo el coordinador ofensivo), que hagan retoques en el playbook, que ajusten el playcall, que busquen qué es lo que hace ruido dentro de ese ordenador, pero que ni se les ocurra cambiar la pantalla. Porque ya hemos visto que sería una chorrada como un templo.