Pues nada, ya se ha terminado todo. Tantos mock drafts y tantos rankings hechos pero tropecientos millones de analistas han quedado en el ostracismo porque, una vez más, la realidad ha superado la ficción. No nos engañemos, en el fondo ya lo sabíamos, y es que todo lo que uno pueda vaticinar con anterioridad al draft es bastante inútil porque cualquier pequeño detalle desarbola cualquier posible predicción. Pero lo más gracioso del tema es que la cosa no para ahí. Tanta es la dedicación que, en estas fechas posteriores al draft, todo el mundo siente la necesidad de hablar sobre cómo lo hicieron los equipos. Si a este equipo le salió todo de cara, si este otro eligió fatal, hay que analizar todos y cada uno de los movimientos ocurridos durante el draft. Sí, lo habéis adivinado, yo también siento esa necesidad. Pero a la vez que digo que quiero hacer este análisis, también soy consciente de que esto será un divertimento exactamente igual que el mock draft, y es que a cualquier jugador le puede pasar cualquier cosa de aquí a que empiece la temporada. Por un lado, la mejor selección de todo el draft puede tener alguna lesión (algo que nadie desea, obviamente) y convertirse en un mal pick; por el otro, un jugador drafteado mucho antes de lo que merecía puede tener oportunidades por el equipo en el que ha caído y convertirse en un jugador productivo y vital para su equipo. Igual que es impredecible el draft, también lo es el rendimiento de estos jugadores con sus nuevos equipos con lo cual, como ya dije en su momento, la única manera de evaluar los drafts de forma justa es en perspectiva, a tres o incluso cinco años vista. Pero no tenemos una máquina del tiempo para hacer este análisis de rendimiento, con lo que nos tenemos que conformar con hacer análisis de elecciones decidiendo qué equipos salieron ganando y qué equipos salieron perdiendo en esta última edición del draft. Y eso es exactamente lo que voy a hacer ahora.
Los buenos
Aquí está lo mejorcito del draft, los equipos que aprovecharon sus picks, que consiguieron cubrir sus necesidades con jugadores de calidad y que, en algunas ocasiones, incluso supieron subir y bajar en el draft para sacar el mayor partido a sus elecciones. Si vuestro equipo está entre estos, podéis estar contentos.
Philadelphia Eagles
Draft redondo para los Eagles. Desde hace muchísimo tiempo que se rumoreaba que Fletcher Cox estaba muy arriba en su draft board, pero también parecía que no iba a llegar ni por asomo. A la que vieron que Carolina no le elegía, Philadelphia buscó subir para elegirle, fue agresivo y al final consiguió exactamente el jugador que quería. Cox anclará una línea defensiva muy débil por el centro y será el principal encargado de parar la carrera. Pero por si con Cox no fuera suficiente, también añadieron a Mychal Kendricks, un linebacker físico que destaca contra el juego terrestre, para ayudar a mejorar el que fue de largo el peor aspecto de los Eagles durante 2011. Vinny Curry y Brandon Boykin también son picks excelentes, especialmente este último tras la baja de Asante Samuel, y jugadores como Marvin McNutt o el undrafted free agent Chris Polk ofrecen cosas que hasta ahora el equipo no tenía. En resumen, un draft muy completo.
Green Bay Packers
Draft totalmente polarizado, y no es de extrañar. El ataque fue excepcional, la defensa fue un coladero, y es precisamente ahí donde se centró el draft de los Packers. Los problemas criminales de pass-rush se deberían de solucionar con Nick Perry, la presencia en el lado opuesto de Clay Matthews que hace tiempo que echan de menos en Green Bay. También la línea defensiva y la secundaria se reforzaron con Jerel Worthy y Casey Hayward respectivamente, dos jugadores por los que se subió en el draft y que encajan a la perfección en el esquema defensivo de los Packers. Pero este draft pasa de ser bueno a excelente si a estos tres picks se le suman las adquisiciones de dos de los posibles robos del draft: Terrell Manning y de Andrew Datko. El primero deberá ser el reemplazo natural de AJ Hawk si éste sigue sin estar a la altura del pick que mereció en su momento, mientras que el segundo aportará profundidad a una posición en la que hay muchas dudas tras la marcha de Clifton.
St. Louis Rams
El draft de St. Louis es sencillamente brillante, ya no sólo de cara a este año sino a años próximos. Bajar dos veces en la primera ronda y conseguir picks adicionales es exactamente lo que necesita un equipo con tantas carencias como los Rams. Y si luego se parovechan los picks, pues mucho mejor. Michael Brockers puede ser una fuerza interior dominante en la liga, y aunque no sea merecedor del pick #2 (que ostentaban los Rams antes del trade con los Redskins), ni quizá tampoco del #6 (que tenían antes de cambiar con los Cowboys) seguro que será una adquisición excelente. En segunda ronda, Brian Quick y Janoris Jenkins deben reforzar dos áreas en las que los Rams estuvieron muy mal en 2011. Especialmente interesante es el pick de Jenkins, un jugador con un talento de primera ronda pero que problemas personales hicieron caer hasta aquí. Por último, tanto Isaiah Pead como Trumaine Johnson darán profundidad a sus respectivas posiciones y tendrán su ración de impacto en el equipo. Un draft bastante bueno al que además hay que sumar dos primeras rondas más en drafts venideros; situación ideal para reconstruir una franquícia.
Cincinnati Bengals
Pese a tener un primer día tirando a regular, puesto que cubrieron una necesidad con Kirkpatrick pero se tuvieron que conformar con Zeitler al preferir un trade para abajo pese a tener a DeCastro a tiro, la brillantez exhibida en rondas posteriores hace de éste uno de los mejores drafts de toda la NFL. Devon Still y Brandon Thompson, dos jugadores que algunos proyectaban en primera ronda, serán los encargados de ocupar el medio de una línea defensiva algo endeble este último año, Mohamed Sanu se perfila ya a estas alturas como uno de los mayores robos potenciales del draft puesto que su curva de aprendizaje y las oportunidades de las que parece que gozará le hacen tener muchas opciones a serlo, Orson Charles parece un buen tight end que complementará lo que ya aporta Jermaine Gresham y George Iloka es una buena adquisición en una ronda tardía que podría hacerse con un puesto de titular. E incluso Vontaze Burfict, uno de los nombres de moda por sus problemas fuera del campo, firmó con Cincinnati como undrafted free agent y puede ser un jugador muy interesante para un equipo que acaba de perder a Keith Rivers. Pese a la mancha de Zeitler, más por lo que pudo haber sido y no por lo que es, el draft es excepcional.
Tampa Bay Buccaneers
Los Buccaneers hicieron un muy buen draft, de eso no cabe duda, pero son los peores de los mejores. Es un draft muy bueno, porque la adquisición de Mark Barron, Doug Martin y Lavonte David reforzará al equipo en tres áreas en las que el equipo el año pasado iba muy cojo, pero hay un movimiento que hace que el draft no pueda ser perfecto. Con el pick #5 en su poder, los Bucs tenían la oportunidad de escoger a Morris Claiborne pero decidieron bajar un par de posiciones, luego Dallas subió y se lo eligió en los morros y se tuvieron que conformar eligiendo a Mark Barron. No hay duda de que Barron va a ser un jugador excelente para los Bucs, puede poner orden en una secundaria algo desestructurada y puede convertirse en un referente defensivo desde el primer día, pero no es un shutdown cornerback único como Claiborne. Pero bueno, dejando este tema al margen, los picks de Martin y de David sí que parecen extraordinarios, el primero dará un nuevo aspecto a un backfield hasta ahora bastante previsible mientras que el segundo proporcionará solidez a un cuerpo de linebackers algo flojo durante estos últimos tiempos. En resumen, un draft con tres muy buenos jugadores pero quizá se vayan a acordar durante un tiempo de la decisión del trade con los Jaguars, aunque también es cierto que la cuarta ronda obtenida en dicho trade es la que luego les permitió subir a por Doug Martin.
Los feos
Este apartado está reservado para los drafts eminentemente malos pero que tienen un movimiento brillante que impide poder calificar el draft como deficiente. Si vuestro equipo está aquí, no esperéis que este draft resuelva todos vuestros problemas, pero almenos algún jugador para el futuro sí que os quedará.
Washington Redskins
Los Redskins empeñaron las joyas de la abuela para conseguir a Robert Griffin III, un trade a aplaudir porque en los tiempos que corren tener un quarterback franquícia es obligatorio aunque ése sea el precio a pagar, pero cuando te quedas con tan pocas rondas hay que saber aprovecharlas. Y los Redskins no lo hicieron. Keenan Robinson y Adam Gettis parecen los únicos picks salvables de un draft que en líneas generales fue mediocre y que en ocasiones fue mucho más que eso. Porque el pick de Kirk Cousins es extremadamente malo. Los drafts están para reconstruir franquícias, para añadir piezas, en definitiva están para ayudar al equipo; para lo que no deben servir los drafts es para especular con jugadores, y lo que quieren hacer los Redskins con Cousins es exactamente eso: entrenarle, hacerle crecer y venderlo dentro de un tiempo razonable por un precio superior al que lo compraron (que recordemos que es una cuarta ronda). Aparte de que probablemente no lo consigan porque hacer crecer dos rookies a la vez parece altamente complicado, este pick nos dice alta y claramente que los Redskins son una franquícia más interesada en el negocio que en el deporte. Y así no es como se gana en la NFL.
Cleveland Browns
Parecía imposible que los Browns hicieran un mal draft después de elegir a Trent Richardson en primera ronda. Pues si no lo hicieron estuvieron muy a punto. Dejando a un lado el movimiento relativamente cuestionable con los Vikings, Richardson es una elección espectacular, pero a partir de ahí no hay nada ilusionante. Empezando por Brandon Weeden, un quarterback muy válido a nivel de talento pero que tiene 28 años, algo que choca de frente con el concepto de quarterback franquícia puesto que alguien que podrá jugar un máximo de cinco años a su mejor nivel (contando que necesitará un par para desarrollarse) no puede servir para reconstruir un equipo. Y los picks que los siguen, son igual de decepcionantes. Mitchell Schwartz resulta desconcertante ya no por la posición que ocupa sino porque Cordy Glenn seguía disponible, John Hughes es un reach en toda regla y Travis Benjamin simplemente fue una elección incomprensible al ver la cantidad de receptores aparentemente mejores que quedaban disponibles. Total, que más vale que Richardson les salga bien porque el resto tiene pinta de que va a ser que no.
Dallas Cowboys
Espectacular primer movimiento. Pese a no haber hablado con Claiborne en todo el proceso pre-draft, algo lógico por otra parte porque parecía un sueño inalcanzable, los Cowboys dieron sus dos primeras rondas para seleccionarle y dar a su secundaria la solidez que hacía tiempo que buscaban y el shutdown corner que tan necesario se hace en una liga orientada al pase. Pero a partir de ahí, el desierto más absoluto. Quizá Danny Coale sea un jugador aprovechable por talento, y quizá Tyrone Crawford o Kyle Wilber tengan su oportunidad en el terreno de juego, pero desde luego no da la sensación de que merecieran ser drafteados tan arriba. Y desde luego lo que es inconcebible es que Dallas pasara de ser un candidato claro a elegir a Mark Barron por necesidades a despreocuparse casi por completo de la necesidad de un safety.
Jacksonville Jaguars
Gran primer trade, convenciendo a los Buccaneers de que debían bajar dos posiciones y haciéndose con su puesto para elegir a Justin Blackmon, su gran objetivo para este draft, alguien que de buen seguro revitalizará un juego de pase tirando a muerto durante 2011 y que ayudará a descubrir si Gabbert sirve para la NFL. Después, la segunda ronda también es excelente con el pick de Andre Branch puesto que Jacksonville necesitaba claramente un pass-rusher. Pero la elección de un punter en tercera ronda es sencillamente inadmisible. Por muy bueno que sea el jugador, por pocas necesidades que se tengan (que tampoco sería el caso), un equipo no se puede permitir invertir una tercera ronda en algo tan poco importante como un punter. Sólo por este hecho ya merece un asterisco, y la verdad es que el resto de picks posteriores no ayudan precisamente a borrarlo. Pero con Blackmon a bordo el draft no se puede considerar como malo.
Detroit Lions
Que Riley Reiff cayera hasta el pick #23 fue una auténtica bendición para los Lions porque por fin le podrán dar a Matthew Stafford la protección que merece, pero ahí termina el draft de Detroit. Al contrario que en años anteriores, donde habían usado todos los picks de forma más o menos buena, aquí fallaron en varias ocasiones. Ryan Broyles es un buen jugador pero totalmente innecesario en un equipo que ya cuenta con varios buenos receptores, y Dwight Bentley es un cornerback para el que quizá haya que esperar algún tiempo a que rinda como es deseable. Posteriormente hay algunos otros picks que no tienen demasiada pinta de ser útiles, pero también los hay que pueden ser interesantes. Este sería el caso de Ronnell Lewis, un jugador con talento pero que por sus características no parece encajar en ninguna posición de los esquemas defensivos en la NFL. Como en Detroit encuentren la manera de hacerle rendir salvará un draft que flojea demasiado tanto en jugadores elegidos como en necesidades no cubiertas (como por ejemplo el puesto de running back).
Los malos
No hace falta añadir mucha descripción a esta categoría. Este apartado está reservado a los equipos que peor lo han hecho durante este último fin de semana, los que no han cubierto sus necesidades o los que han elegido jugadores mucho más arriba de lo que merecían por talento. Si vuestro equipo está aquí, cualquier cosa que saquéis de este draft será poco menos que un milagro.
Seattle Seahawks
Los Seahawks no es que hicieran un mal draft, es que hicieron su propio draft particular aislados del resto del mundo. Eligieron a los jugadores que querían sin importarles la ronda en la que los estaban eligiendo. Eso por una parte está bien porque supieron exactamente lo que iban a elegir, pero por otra deja a los fans la sensación de que podrían haber aprovechado mucho más sus posibilidades. Bruce Irvin puede llegar a ser un magnífico jugador pero su elección dejó perplejo a todo el mundo, nadie lo proyectaba tan arriba y Melvin Ingram aún seguía disponible. Algo parecido sucedió con Bobby Wagner, puede que acabe siendo un buen jugador pero nunca debería haber salido antes que Lavonte David. Y así con un sinfín de jugadores que, de haber estado un poco hábiles a la hora de negociar, podrían haber sacado en picks más bajos pudiéndose llevar rondas adicionales en el proceso. Y por cierto, mención aparte merece el tema de Russell Wilson, un jugador que quizá no habría sido ni tan siquiera drafteado pero que Seattle se llevó por una tercera ronda. Desde luego, el espíritu de Charlie Whitehurst sigue vivo.
San Francisco 49ers
Cuando los análisis post-draft empiezan con un «hay que dar al entrenador el beneficio de la duda porque lo hizo bien en otras temporadas», es que el draft no ha gustado demasiado. Este es el caso de los Niners. Sí, es cierto que el año pasado draftearon a Aldon Smith, todo el mundo se echó las manos a la cabeza y el tiempo parece que ha acabado dando la razón a Harbaugh, pero lo de este año es directamente indefendible. A.J. Jenkins parece un pick malo, es obvio que después de los Playoffs de este año había que reforzar la posición de receptor, pero los había de mucho mejores y con características mucho más adecuadas para el equipo que él. Pero es que el pick de LaMichael James es nefasto, no por la calidad incuestionable del jugador sino porque los Niners son el único equipo de toda la NFL que no le necesitaba en absoluto (con Gore, Hunter y el recientemente fichado Jacobs cubriendo el puesto). Para el resto de picks habrá que esperar, pero a simple vista sólo Joe Looney y Cam Johnson pueden ser válidos, y ambos son peores que los jugadores a los que tienen que reemplazar. Total, un draft muy poco a la altura de un contendiente para la Superbowl.
Kansas City Chiefs
Sinceramente, creo que este año ha sido la primera vez que he oído que un jugador es un draft bust antes del propio draft. Pues los Chiefs van y le eligen con su primera ronda. Y es que Dontari Poe, pese a la Combine tan excepcional que hizo, nunca ha impresionado a nadie en el campo, y de jugar es precisamente de lo que va la historia. Tampoco los picks de Jeff Allen y de Donald Stephenson son demasiado llamativos, aunque ayuden a rejuvenecer la línea de ataque, y también resulta algo sorprendente el pick de Cyrus Gray si tenemos en cuenta el reciente fichaje de Peyton Hillis. Por contra, como si fuera un poco de luz en la oscuridad más absoluta, el pick de DeQuan Menzie parece bueno y, aunque no sea titular, puede ayudar a paliar la baja de Brandon Carr. De todas formas, un cornerback de rotación no tiene que esconder que el draft en su globalidad deja muy frío al espectador, y se convertirá oficialmente en un mal draft si Poe no juega según las expectativas que su físico y su atleticismo generan.
New York Jets
Parece mentira que con todo lo que se dedica al scouting de jugadores haya equipos que sigan drafteando jugadores que no pegan ni de chiste con su sistema defensivo. Pero los hay. Y los hay, como los Jets, que lo hacen dos veces. Porque de la noche a la mañana Quinton Coples ha pasado de ser comparado con Julius Peppers a ser comparado con Vernon Gholston. Porque da la sensación de que los Jets no sabrán que hacer con Coples (se está hablando de ponerlo como defensive end en la 3-4) y, como les pasó con Gholston, acabarán por destrozarle como jugador. Esperemos que no ocurra porque nos perderíamos un pass-rusher espectacular, pero hay quien a estas alturas ya ha perdido la esperanza. Pasa algo parecido con Stephen Hill, el pick de segunda ronda, un receptor con mucho potencial que aún está por hacer pero que para poder crecer como es debido sería más conveniente que se encontrara en un equipo con un mejor juego de pase. Ya sea con Mark Sanchez o con Tim Tebow, que ni tan siquiera eso está claro. Lo curioso de esto es que después de estos dos picks que como poco se pueden calificar como «no procedentes», el draft mejora con gente como Demario Davis o Antonio Allen, pero los jugadores que te tienen que ayudar hay que intentarlos conseguir en las primeras rondas, porque después el porcentaje de éxito baja.
Houston Texans
Pese a que por nombres podría parecer que el draft de los Texans es relativamente bueno, analizándolo no lo es tanto. Y no por los jugadores elegidos (puesto que Mercilus, Ben Jones o en especial Jared Crick parecen jugadores muy válidos) sino porque han pasado olímpicamente de las necesidades del equipo. Houston tiene dos males endémicos, uno es un receptor que acompañe a Andre Johnson y haga que el juego de pase sea algo menos previsible y el otro es un cornerback que mejore la defensa contra el pase. Para solucionar el primero sólo se eligió a DeVier Posey en tercera ronda, un pick insuficiente si se tiene en cuenta que Mohamed Sanu seguía libre y que Jacoby Jones ha sido recientemente cortado por el equipo; para el segundo directamente no se eligió absolutamente nada. Además, la lógica dictaba que el equipo también debería haber cubierto las bajas de Eric Winston y de DeMeco Ryans, a los que el equipo se quitó de encima por alguna razón que aún resulta incomprensible. Pues tampoco, ningún linebacker interior y solo un tackle en sexta ronda (Nick Mondek) que parece imposible que haga el trabajo. En cambio, parece que con el pick de Mercilus el equipo haya tratado de reemplazar a Mario Williams, algo que ya se vió la temporada pasada que era innecesario cuando, después de lesionarse, Brooks Reed y Connor Barwin ocuparon las posiciones de outside linebacker titular. En resumen, un suspenso en toda regla.
Pero como ya he dicho antes, todo esto hay que cogerlo con pinzas. Igual AJ Jenkins se convierte en uno de los mejores receptores de la liga simplemente porque desde el primer día le han dado una oportunidad visto el escaso talento del cuerpo de receptores de los Niners. O quizá Mark Barron se encuentre tan solo en la secundaria de los Buccaneers que quizá no evolucione en el jugador que todos pensamos que será. Por un lado o por el otro, ahora mismo eso es simplemente imposible de saber, y hasta dentro de un tiempo ni tan siquiera nos haremos una idea. Así pues sentémonos y disfrutemos del espectáculo, porque aunque ya se hayan repartido las cartas aún que hay que jugarlas.