Nueve semanas de competición, casi todos los equipos han jugado ocho partidos, los que llevan nueve está a punto del bye week, y una temporada 2010 de la NFL que está siendo la más igualada de las últimas décadas. Por lo que respecta a la AFC, se pueden contabilizar hasta 12 aspirantes a Playoffs, el doble de las plazas que hay, una conferencia que en los últimos años nos tiene acostumbrada a carreras apasionantes hasta la propia semana 17. Vamos con un informe que tenemos que encarar de diferente forma sectaria que el de la NFC.
Los equipos 6-2
El liderato de la AFC Norte y AFC Este va a ser cuestión de detalles, o bien los enfrentamientos directos (de momento del lado de NY Jets y Ravens) o bien por balances divisionales o de conferencia. Los Patriots eran el equipo nº1 del país hasta que el domingo se llevaron un buen susto en Cleveland. Mirando a las semanas anteriores, poco se le puede discutir al equipo de Bill Belichick quien ha sabido encontrar de nuevo en el anonimato de jugadores su mejor arma. Traspasan a Randy Moss pero tienen a Brandon Tate, no parece que tenían juego terrestre encuentran a Green-Ellis que está rindiendo mejor de lo esperado, se saca dos tight ends rookie sobresalientes (Hernandez y Gronkowski) se lesiona gravemente el todoterreno Kevin Faulk pero encuentran a Woodhead. Belichick tiene soluciones para todo, ofensivamente, porque además Brady es como Manning, no es noticia que lo haga muy bien, pero los agujeros defensivos (29º conjunto de la NFL en yardas recibidas) vuelven a hacer temblar al joven bloque Patriot.
Los Jets están con el mismo balance al frente de la AFC Este. El equipo de Rex Ryan acumuló una buena racha de cinco partidos consecutivos hasta la decepción en Meadowlands frente a los Packers; parece que a los neoyorquinos cuando pierden le dan pájaras les da a lo grande, y sino está el partido de los Ravens en la semana 1 como segundo ejemplo. Por lo demás, el equipo tiene mayor balance ofensiva-defensivamente que en 2009, y cuando aplican esa fórmula dan la sensación de imparables; se han quitado un poquito de defensa para ganar ofensivamente. Mark Sanchez acumuló buenos domingos hasta el punto de ser el único quarterback titular de la NFL sin intercepciones, LeDainan Tomlinson está en posible campaña de MVP y el muro defensivo de Ryan es el tercero que recibe menos puntos de la Liga. Sobre los Jets sopla el viento a favor para ganar la división porque tienen un calendario mucho más llano que los Patriots.
En la AFC Norte, el mano a mano será entre Steelers y Ravens, y mucho se resolverá en la semana 13 cuando los acereros viajen a Baltimore. Los Ravens no se pueden quejar de nada, son seguros en casa (4-0), su quarterback Joe Flacco es un seguro de vida (pese a un mal comienzo de temporada y con críticas) que ha pasado cerca de 2000 yardas y 12 TD, los receptores están haciendo lo que se esperaba de ellos, mejorar ese juego aéreo Raven (gracias también en parte a Flacco) con Boldin a la cabeza y un resucitado Mason y el habitual combo de Rice-McGahee en la carrera. Mientras, los Steelers se conformaron con un 3-1 inicial, esos cuatro partidos en los que no estaba Ben Roethlisberger por sanción, y Pittsburgh esta ahí por su defensa. Una retaguardia (que ahora está sufriendo bajas por lesión como la de Aaron Smith) que, después del Monday Night de esta semana, es la única en la historia que consigue no encajar 75 yardas de carrera en los ocho primeros partidos de temporada regular. La defensa es más acerera que nunca (1ª en puntos recibidos de la NFL), un muro, provoca turnovers y además anota. La vuelta de ‘Big Ben’ hace despegar el ataque, especialmente el de pase, con receptores de garantías como el veterano Hines Ward y el acrobático Mike Wallace. Sin embargo, los resultados están todavía por verse porque Pittsburgh es el 28º ataque de la Liga en yardas por encuentro.
Los equipos 5-3
De los Titans se espera un mejor equipo para esta segunda mitad de campaña con la llegada de Randy Moss. Es el primer equipo en puntos por encuentro de la NFL (28,0) pero, sin embargo, su ofensiva no es de las más productores de la Liga. El ataque este año tiene mucho más balance porque Vince Young es mucho más preciso, y mientras se lesiona Kerry Collins cumple un buen papel, aparecen figuras como Washington y Britt, y siempre queda, por supuesto, las actuaciones de Chris Johnson, un poco venido a menos tras la excepcional temporada 2009 pero no hay que menospreciar que sea el quinto running back con más yardas. Los Colts registran tres derrotas, todas lejos del Lucas Oil Stadium, y ahí están los problemas de Indianapolis. No hay dicusión sobre Peyton Manning, otra campaña matemática y robotizada, pero sin juego terrestre (25º) y una defensa que permite demasiado el balón por tierra (29º), los apoyos para reforzar el edificio se pierden. Las lesiones, otro lastre para los Colts, Anthony Gonzalez, Dallas Clark y Bob Sanders fuera toda la temporada, Joseph Addai, Austin Collie, Clint Session, Jerraud Powers, son nuevas. Pero si algo han demostrado en Indiana años atrás es que saben hacer una plantilla completa, el ejemplo es la aparición de TE Jacob Tamme.
En ese mismo balance están los Chiefs, una de las agradables sorpresas de este año. Equipo disciplinado, organizado que sigue las reglas básicas del football, correr la pelota y aplicar defensa. Los Chiefs son el equipo de la NFL con mejor promedio de yardas de carrera por partido gracias a Jamaal Charles (666 yardas) y Thomas Jones (538) para liderar la AFC Oeste de momento con comodidad. Kansas City, eso sí, es el peor equipo en ofensiva aérea y es que los Chiefs ganaban pese a las malas actuaciones de Matt Cassel, aunque parece que el joven pasador ha tomado ya una tónica de mayor confianza. Sí que es verdad que el calendario de los Chiefs no ha sido especialmente duro y lo que viene por delante tampoco trae muchas complicaciones por lo que pueden aspirar a Playoffs si empiezan a saber ganar lejos del Arrowhead Stadium.
Los que aspiran
- Los que se suman a ganar la AFC Oeste. Los Raiders (5-4) podrían ser incluidos en el sector anterior por el momento dulce que tienen. Son tres victorias consecutivas para un equipo que ha disfrutado de una agria montaña rusa en el primer tercio de campaña y que sigue a espensas del baile de quarterbacks: Cambpell-Gradkowski-Cambpell. En Oakland, de momento se respira euforia con un ataque que funciona bien, especialmente en la carrera (2º en la NFL) tras la explosión este año de Darren McFadden, y una de las mejores defensas contra el pase (3º).
Los Chargers (4-5) se pueden meter en la dinámica de la lucha por la AFC Oeste, al menos han encajado dos victorias consecutivas por primera vez en todo el año. Equipo tienen, y de sobra, es el mejor ataque de la NFL y la segunda mejor defensa, pero los continuos errores le han capitalizado cinco partidos. Si continuan esta dinámica son capaces de ganar todo lo que les queda. Philip Rivers está en números de record en cuanto a yardas de pase y eso que no tiene a su arma favorita años atrás, Vincent Jackson.
- Los Dolphins (4-4) no terminan de carburar. Parecía que el equipo solo sabía ganar fuera de casa pero la derrota en Baltimore ha confirmado todos los males. Miami tiene menos carrera que en 2009, pasa más responsabilidad a Chad Henne que no puede con ella. La única buena noticia es el buen rendimiento de Cameron Wake, un jugador que viene de la CFL, en defensa.
- Los Jaguars (4-4) y los Texans (4-4) en el lío de la AFC Sur. Jacksonville todavía no sabe como puede tener el liderato de la división a un solo partido. Es un equipo de un extremo u otro, no tiene término medio, y la plasmación de ese balance es su quarterback David Garrard, Doctor Jekyll y Mister Hyde; aún así, da la sensación que el equipo de Florida se sostiene sobre un hilo y acabará derrumbándose. Mientras, Houston ve como su prometedor inicio entra en la verdadera realidad, vuelve a faltar cuajo en los Texans. Es grata la aparición de Arian Foster, ahora el ataque de Houston tiene más balance, pero entre que ya no es el festival aéreo del año pasado y la defensa es un coladero (la peor en yardas por encuentro de la NFL) especialmente en la secundaria, los Texans parecen destinados a volver a ser «los perdedores».
En el pozo
Los Browns (3-5) están casi en la superficie, pero con esa división es muy difícil aspirar a nada. Haber pasado por encima de los Patriots ayuda a que el estado de Eric Mangini sea más saludable porque en las primeras semanas estaba muy cuestionado. Resulta ahora que Cleveland está jugando con el tercer quarterback, una estrella en college, un novato, Colt McCoy, y el chaval no lo hace tan mal. Todo esto porque los dos anteriores quarterbacks, Delhomme y Wallace, están lesionados y no se recuperan; ahí está el primer error de Mike Holmgren como presidente de la franquicia. Con un poquito de allí, el juego de carrera de Peyton Hillis, y otro poquito de allá, ser un equipo creativo, han ganado a Patriots y a los campeones Saints en el Superdome.
El fondo del pozo es para los Bengals (2-6), hundidos en las miserias de las malas decisiones de su head coach Marvin Lewis, quien acaba contrato tras esta temporada y las malas lenguas apuntan a que no renovará. Su quarterback Carson Palmer no es capaz de llevarse el equipo a sus espaldas, y así un equipo no funciona, aunque, al menos, el fichaje de Owens no está saliendo tan mal porque el receptor está produciendo. Los Broncos (2-6) otro equipo mal planificado porque no se puede esperar que el juego de pase lo haga todo. Kyle Orton se harta a pasar 50 veces por partido y más de 300 yardas, pero el riesgo de errores es muy elevado, unido a la endeble defensa, lenta, con bajas como la de Elvis Dumervil (eso sí) para todo el año, capaz de dar una imagen tan pobre, de retaguardia de high school, ante los Raiders. La buena noticia, las estadísticas de sus receptores, especialmente Brandon Lloyd.