Este año la liga cuenta con cuatro head coaches novatos. Las caras más positivas de la temporada son los Cleveland Browns de Mike Pettine y los Houston Texans de Bill O’Brien. Esos dos equipos están jugando bastante mejor de lo que se especulaba al principio de año y se ven muestras de recuperación comparándoles con otros años. En cambio, los equipos de Mike Zimmer y Jay Gruden, Minnesota Vikings y Washington Redskins, no lo están haciendo tan bien, suman cuatro y tres victorias estando muy lejos de lo que se podía prever al principio del año.
Mike Pettine y los Browns
Increíble, si increíble la temporada de los de Ohio. Hacía varios años que no se ponían en la cabeza de la división a esta altura en la temporada y luchaban por entrar en los Playoffs. Desde el principio los Browns no lo han tenido nada fácil. El primer problema que debía atajar el nuevo cuerpo técnico de los Browns era el eliminar esa aura de perdedores y de peor equipo de la NFL. Segundo, la sanción de uno de sus mejores jugadores, Josh Gordon, uno de los receptores más determinantes de la toda la liga. Y tercero, el conflicto mediático de dejar a la estrella de college, Johnny Manziel, en el banquillo apostando por lo que era en ese momento una incógnita, Brian Hoyer, un quarterback segundón en todos los equipos en los que ha estado, pero como referencias tenía a su «instructor», Tom Brady, y que ha demostrado que puede hacer una gran función como quarterback titular.
Mike Pettine ha logrado un equipo compacto, muy eficaz en defensa, con Gibson y Hayden como «tipos duros» y un front seven nada desdeñable que hace que los equipos contrarios se les cierre las puertas a la hora de anotar. El ataque es otra cosa. Todo el año el peso lo ha llevado Hoyer, los running backs no generan muchas yardas, salvo en algunos partidos, es más, su número uno a principio de temporada el jugador, Ben Tate, ha sido recientemente cortado por la franquicia. Con West y Crowell creen que tienen cubierto el puesto en el backfield. En cuanto a los receptores, muchos componen la plantilla de los Browns, pero el deseado, el sancionado durante muchas jornadas ha vuelto, Josh Gordon. Austin, Hawkins, Gabriel han realizado una completa temporada a la espera de la estrella de Texas. Con todas las armas a punto son un equipo peligroso que puede clasificarse para los Playoffs sin duda alguna.
Bill O’Brien y los Texans
En Texas las cosas no son tan bonitas como en Ohio, aun así, y tras romper con el anterior cuerpo técnico, se vislumbra un horizonte prometedor. La temporada empezó movida. Lo primero, el tema del nuevo quarterback para la franquicia, Ryan Fitzpatrick, el cual demostró que en todos los equipos que ha estado no vale como número uno de un equipo profesional: por lo que a principio de septiembre decidieron fichar a Ryan Mallet de los Patriots (otro más de los chicos de Tom Brady) y tras unas pocas jornadas decidieron ponerlo como quarterback titular. La cara del equipo es su defensa. Ella está sosteniendo el juego de los Texans. Probablemente este sea el año en el que un defensa puede ganar el trofeo al mejor jugador de la NFL, sin duda alguna JJ Watt está haciendo su mejor temporada en la NFL. Todos están jugando a más del 100% en defensa y esto hace que los Texans estén aún en la lucha por los Playoffs. Si consiguen mantener la intensidad defensiva y Arian Foster vuelve fuerte de sus problemas físicos pueden optar por una plaza en los wild cards.
Mike Zimmer y los Vikings
El caso de los Vikings es muy diferente. Sin duda alguna tiene una gran plantilla, la incorporación de Teddy Bridgewater a la disciplina de los de Zimmer les ha dado un salto de calidad, un quarterback para el futuro en una franquicia que este año ha sufrido mucho y necesita buenas noticias. Si en tu primer año sufres la pérdida de tu jugador estrella (Adrian Peterson) sin saberlo es difícil mantener el ánimo y la competitividad del equipo y parece que los Vikings lo están superando. Peterson ha perdido todo su prestigio en la NFL, y los Vikings a su jugador franquicia y mejor jugador de su todos los tiempos. Ahora los de Mike Zimmer se basan en una defensa rocosa y fuerte, en una división muy dura y prestando en muchos partidos batalla ante los Packers, Bears y Lions. La era post Frazier parece que da sus frutos, si el equipo vuelve a la normalidad sin cuestiones extradeportivas puede que en el futuro los Vikings vuelvan a Playoffs. Hay razones para creerlo.
Jay Gruden y los Redskins
Por último, los de la capital de la nación, los de Washington D.C. Los Redskins son el «hazmerreir» de la liga. Los entrenados por Jay Gruden han tenido tres quarterback diferentes en nueve partidos, RGIII, Kirk Cousins y Colt McCoy. Jay Gruden ha dado palos de ciego toda la temporada. La recuperación de RGIII no ha supuesto nada más que problemas en la franquicia, Cousins jugó varios partidos a buen nivel pero bajó su ritmo de una forma inesperada, así que jugó el joven McCoy que ha dado tumbos por la liga, pero que de los tres parece ser el que vaya a jugar lo que resta de temporada. Entonces, ¿qué hacemos con RGIII?. Los Redskins tiene que renovarse del todo, hay piezas que pueden funcionar como DeSean Jackson, Morris, Kerrigan, jugadores con mucha calidad pero que les falta apoyo dentro de la plantilla. Es el peor sitio donde Gruden podía aterrizar, aunque tiene mucha capacidad de mejora, al menos no son los Raiders.
Una sola temporada ha servido para poder ver el potencial de estos entrenadores en la NFL, habrá que tener paciencia, aunque como en todos los deportes profesionales es difícil que les dejen trabajar con tiempo.