Ya es primavera en La Carnicería, ¿sabéis lo que significa eso no? Pues efectivamente, como en años anteriores la Carnicería vuelve a estas alturas de temporada para analizar el draft. ¿Este próximo draft? Para nada. Como en años anteriores, lo que vamos a hacer es destripar un poco el draft de 2011, el draft de hace tres años, los tres años justos y necesarios para tener una perspectiva global de cómo han ido evolucionando equipos, jugadores y cómo esta clase de draft concreta ha ayudado a las distintas franquícias. Porque si bien los análisis previos y inmediatamente posteriores al draft se basan en percepciones, sensaciones y son más bien de tipo visceral, cuando ya les hemos dado tres temporadas a los jugadores para que desarrollen todo su potencial ya podemos decir que sabemos si los equipos hicieron un buen trabajo a la hora de usar sus elecciones. Pero ojo, este no es un año más de análisis como los anteriores, este año estos análisis tendrán un pequeño añadido: hace tres años publiqué en esta misma web mis primeros análisis post-draft. Sí, voy a tener los cojones de comparar lo que escribí hace tiempo con la realidad actual. Vamos a reír, vamos a llorar, me voy a poner medallas, me voy a cagar en mi criterio, pensaréis que soy un genio y al siguiente equipo pensaréis que no tengo ni pajolera idea. Un cúmulo de sentimientos encontrados que de buen seguro va a ser más que interesante. ¿Qué? Mola la propuesta, ¿verdad? Pues al lío.
AFC East
Buffalo Bills
Ronda 1, Pick 3 (3): Marcell Dareus (DT, Alabama)
Ronda 2, Pick 2 (34): Aaron Williams (CB, Texas)
Ronda 3, Pick 4 (68): Kelvin Sheppard (LB, LSU)
Ronda 4, Pick 3 (100): Da’Norris Searcy (DB, North Carolina)
Ronda 4, Pick 25 (122): Chris Hairston (OT, Clemson)
Ronda 5, Pick 2 (133): Johnny White (RB, North Carolina)
Ronda 6, Pick 4 (169): Chris White (LB, Mississippi State)
Ronda 7, Pick 3 (206): Justin Rogers (CB, Richmond)
Ronda 7, Pick 42 (245): Michael Jasper (OG, Bethel)
Primer equipo a analizar, primera medalla que me cuelgo porque yo lo valgo. Dije en su momento que Marcell Dareus era un pick que puede que no fuera bonito pero que los Bills merecían todo el reconocimiento del mundo por haberlo hecho porque era exactamente lo que necesitaban. Y sin lugar a dudas Dareus es ahora uno de los jugadores más destacados de una defensa de los Bills que ha mejorado de forma importante durante los últimos años. Pero a nivel defensivo este draft no se termina tan sólo en Dareus, sino que además los Bills fueron capaces de encontrar a la que, después de la marcha de Jairus Byrd, se proyecta que será su pareja de safeties titular en la próxima temporada: Aaron Williams y Da’Norris Searcy. Cierto, no son los mejores safeties de la historia pero han cumplido cuando han salido al campo y probablemente lo seguirán haciendo durante los próximos años. También entra dentro de las contribuciones positivas la selección de Chris Hairston, que sigue en el equipo como tackle suplente. Y un par de curiosidades para terminar con este draft. Primero la elección de Kelvin Sheppard, un jugador que tras un rendimiento un tanto decepcionante fue enviado a los Colts a cambio de un ex-primera ronda como Jerry Hughes, jugada que les ha salido de fábula porque Hughes ha rendido excepcionalmente bien esta temporada (sí, es trampear un poco con la valoración de lo que es el propio draft, pero es otra pieza defensiva «adquirida» gracias a estas selecciones). Y luego la selección de Johnny White, un pick que dije que no sabía si me gustaba o no y que tras tres años, un total de 20 intentos de carrera y un par de cortes por parte de los dos únicos equipos en los que ha estado, creo que ya puedo que inclinarse más hacia el no. Pero ni éste ni los picks posteriores, que no han tenido mucha relevancia por decirlo finamente, no deben esconder que este draft fue básico para reconstruir una defensa de los Bills que en 2011 era de las peores de la liga y ahora está rankeada de la mitad hacia arriba.
Miami Dolphins
Ronda 1, Pick 15 (15): Mike Pouncey (C, Florida)
Ronda 2, Pick 30 (62): Daniel Thomas (RB, Kansas State)
Ronda 4, Pick 14 (111): Edmond Gates (WR, Abilene Christian)
Ronda 6, Pick 9 (174): Charles Clay (TE, Tulsa)
Ronda 7, Pick 28 (231): Frank Kearse (DT, Alabama A&M)
Ronda 7, Pick 32 (235): Jimmy Wilson (CB, Montana)
Podemos decir que el draft de los Dolphins es el draft de Benjamin Button porque, contrariamente a lo que suele pasar, parece que como tónica general va de menos a más. Para empezar, hablábamos de Pouncey como un valor bastante seguro que conlleva poco riesgo de chasco; sin duda sobre el campo ha rendido muy bien, pero su implicación en el escándalo que tiene a Jonathan Martin y a Richie Incognito como actores principales no le deja en demasiado buen lugar. Aunque no haya sido a nivel deportivo el chasco ha existido ¿Hasta cuando va a pesar más su rendimiento que su comportamiento en la balanza de los Dolphins? Eso ya lo iremos viendo, pero no soy muy optimista al respecto. Luego está lo de Daniel Thomas, para mí el pick más decepcionante de este draft, un jugador que tenía talento y oportunidad para triunfar pero que, ya sea por incompetencia suya o por incompetencia de sus entrenadores, nunca brilló al nivel que todos esperábamos y fue relegado a la suplencia por runningbacks mucho menos completos que él. Con la llegada de Knowshon Moreno, me da que ya no le vamos a ver mucho más el pelo por allí. Luego está Edmond Gates, que directamente fue cortado tras una temporada y lo más destacado que hizo fue cambiarse el nombre por el que quería que le llamaran a Clyde; otro pick que no sabía si me gustaba y que también ha acabado siendo que no. Pero a partir de aquí la cosa mejora. Tema de Frank Kearse aparte (jugador que por cierto ya no está en plantilla), los picks de Charles Clay y de Jimmy Wilson son muy buenos teniendo en cuenta donde se hicieron. A pesar de ser un jugador atípico, Clay ha encontrado su sitio en el ataque de los Dolphins y ahora es uno de sus jugadores más destacados mientras que Jimmy Wilson es un jugador que siempre ha rendido relativamente bien cuando se lo han pedido con lo que, después de la marcha de Chris Clemons, no sería descabellado que tuviera un papel más importante en esa defensa a partir de este 2014. Decepción en rondas altas y sorpresa en rondas bajas, el draft de los Dolphins es muy extraño, pero supongo que sacar dos titulares y medio en seis picks (tres en las últimas dos rondas) tampoco está tan mal.
New England Patriots
Ronda 1, Pick 17 (17): Nate Solder (OT, Colorado)
Ronda 2, Pick 1 (33): Ras-I Dowling (CB, Virginia)
Ronda 2, Pick 24 (56): Shane Vereen (RB, California)
Ronda 3, Pick 9 (73): Stevan Ridley (RB, LSU)
Ronda 3, Pick 10 (74): Ryan Mallett (QB, Arkansas)
Ronda 5, Pick 7 (138): Marcus Cannon (OG, TCU)
Ronda 5, Pick 28 (159): Lee Smith (TE, Marshall)
Ronda 6, Pick 29 (194): Markell Carter (LB, Central Arkansas)
Ronda 7, Pick 16 (219): Malcolm Williams (CB, TCU)
Ya os veo salivando. Claro, sabéis que mis enfrentamientos con Belichick suelen ser épicos y se avecina uno bueno. Pues la verdad es que no tanto. Obviamente no me voy a estar de comentar la elección de Nate Solder, a quien de hecho le proyecté un futuro mucho más brillante de lo que es hoy en día (véase un tío que deja agujeros del tamaño de una plaza de toros en la protección de pase) pero que a pesar de ello sigue siendo el tackle izquierdo titular del equipo. Tampoco puedo obviar la elección de Ras-I Dowling, un jugador que en su etapa con los Patriots se lesionó más que Castolo y Minanda juntos, que fue cortado y que ahora está en los Jets teniendo un papel muy secundario. Pero no me puedo meter con el tema de los runningbacks, y es una lástima porque fue mi motivo de risas favorito en mis artículos post-draft. Primero critiqué la elección de Shane Vereen, y tampoco es que fuera tan desencaminado en esas críticas porque efectivamente Vereen se ha convertido en una versión mejorada de Kevin Faulk, pero es que mi plan alternativo probablemente habría sido peor así que no tengo nada que decir. Pero es que peor fue mi crítica hacia Stevan Ridley, al que catalogué de corredor directamente malo entre otras lindezas, y aunque es cierto que ha tenido problemas de fumbles que han provocado inconsistencia en sus oportunidades de jugar, es claramente el mejor corredor puro del equipo. Nada, que mejor olvidemos eso. Básicamente porque también hay que hablar de dos picks francamente interesantes. El primero es el de Ryan Mallett, un jugador del que no hemos visto mucho pero que esta offseason entraba en todas las quinielas de ser traspasado por una ronda alta para ser el quarterback titular de una franquícia en apuros, con lo que no es de locos pensar que quizá no sea solo eso sino que acabe siendo el sustituto de Tom Brady. Y el otro es el de Marcus Cannon, un jugador que llegaba al draft con red flags a nivel médico pero que contó con la confianza de los Patriots y se ha acabado convirtiendo en un línea de ataque cumplidor en cualquiera de las posiciones en las que se le ha usado, ya sea como suplente o, más recientemente, como titular en el lado derecho. En fin, el draft de los Patriots tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, quizá incluso más buenas que malas, pero lo realmente importante aquí tanta es la vergüenza que siento por mi análisis de los corredores que creo que no voy a criticar a Belichick y sus drafts nunca más. Nah, es broma, que el año que viene tenemos a Tavon Wilson y no me lo quiero perder por nada del mundo.
New York Jets
Ronda 1, Pick 30 (30): Muhammad Wilkerson (DE, Temple)
Ronda 3, Pick 30 (94): Kenrick Ellis (DT, Hampton)
Ronda 4, Pick 29 (126): Bilal Powell (RB, Louisville)
Ronda 5, Pick 22 (153): Jeremy Kerley (WR, TCU)
Ronda 7, Pick 5 (208): Greg McElroy (QB, Alabama)
Ronda 7, Pick 24 (227): Scotty McKnight (WR, Colorado)
Este draft se justifica solamente con la elección de Wilkerson. Ya se intuía que podía ser un buen pick para los Jets, era el jugador que necesitaban en ese momento tanto por posición como por habilidad, pero nadie soñaba en ese momento en que se convirtiría en uno de los tres mejores jugadores que hay en su posición (si no existiera JJ Watt probablemente sería el mejor). La segunda ronda, a pesar de que no fue una elección, también podemos decir que fue bien empleada puesto que sirvió para comprar a Antonio Cromartie, un jugador vital para los Jets de los últimos tres años. Por último, Jeremy Kerley también ha resultado ser una sorpresa muy grata para los Jets, más teniendo en cuenta donde fue drafteado, dando a los Jets un segundo jugador de muy buen nivel en este draft. Porque realmente aquí se acaban las alegrías. Kenrick Ellis no ha sido la solución en el puesto de nose tackle mientras que Bilal Powell, aunque ha acabado teniendo más protagonismo del esperado, sigue enterrado en el depth chart pese a que ha jugado bien cuando ha podido. Y para completar el draft tenemos a dos picks más que añadir a la lista de «no sé si me gustan o no» que han fracasado estrepitosamente: Greg McElroy, que tras pasar por los Bengals ha anunciado recientemente que se retira de la NFL, y Scotty McKnight, el nuevo Welker que al final fue más conocido por haber salido con Hayden Pannetiere que por jugar a football (de hecho si lo buscáis en Google sale antes el perfil de TMZ que el de ESPN). Pero me mantengo en lo dicho, la brutalidad de jugador que es Wilkerson y el añadido de Kerley hacen que este draft tenga una nota alta a pesar de no haber acertado en algunos picks.
AFC North
Baltimore Ravens
Ronda 1, Pick 27 (27): Jimmy Smith (CB, Colorado)
Ronda 2, Pick 26 (58): Torrey Smith (WR, Maryland)
Ronda 3, Pick 21 (85): Jah Reid (OT, UCF)
Ronda 4, Pick 26 (123): Tandon Doss (WR, Indiana)
Ronda 5, Pick 33 (164): Chykie Brown (CB, Texas)
Ronda 5, Pick 34 (165): Pernell McPhee (DE, Mississippi State)
Ronda 6, Pick 15 (180): Tyrod Taylor (QB, Virginia Tech)
Ronda 7, Pick 22 (225): Anthony Allen (RB, Georgia Tech)
A pesar del incidente del trade que nunca existió con los Bears, el draft ha terminado siendo bastante bueno para los intereses de los Ravens. Jimmy Smith es un jugador que, sin hacer mucho ruido, ha ido aumentando su protagonismo a medida que han ido pasando los años y ha terminado por hacerse con un puesto de titular al otro lado de Lardarius Webb. Tal y como se esperaba no es la estrella de esa defensa, pero es cumplidor y a los Ravens debería valerles con eso. Pero ese no es el mejor pick de ese draft. Y es que emplear una segunda ronda en Torrey Smith, a pesar de las dudas que generaba en muchos por su parecido con Darrius Heyward-Bey (y cuando digo en muchos quiero decir esencialmente en mí), fue un acierto como la copa de un pino. Torrey Smith se ha convertido en el receptor favorito de Joe Flacco (también ayudado por la no existencia de una alternativa viable esta última temporada) y es uno de los estandartes de este ataque. Justo lo contrario que Tandon Doss, un jugador que me gustaba bastante por aquellos entonces, que llegué a soltar la burrada que les daría mejor rendimiento que el propio Smith y que este año ha sido cortado por Baltimore. Pido un minuto de silencio por mis capacidades predictivas. ¿Qué, ya? Pues la verdad es que aquí no hay mucho más que contar, pero lo poco que queda es prácticamente todo positivo. Jah Reid y Pernell McPhee se han convertido en jugadores interesantes, especialmente el segundo (a pesar de que el pick del primero me pareció más interesante en su momento), Chykie Brown sigue en el equipo contribuyendo en equipos especiales y Tyrod Taylor sigue siendo, sorprendentemente, el quarterback suplente de este equipo. Sí, el mismo Tyrod Taylor que comparé con Troy Smith y que sigo pensando que está a las antípodas del ideal de quarterback suplente de Joe Flacco. En fin, ellos sabrán. Pero en cualquier caso es un draft con muchas más luces que sombras, dos buenos titulares y cuatro suplentes (uno de ellos de lujo) son un bagaje ciertamente bueno así que bien por ellos.
Cincinnati Bengals
Ronda 1, Pick 4 (4): AJ Green (WR, Georgia)
Ronda 2, Pick 3 (35): Andy Dalton (QB, TCU)
Ronda 3, Pick 2 (66): Dontay Moch (LB, Nevada)
Ronda 4, Pick 4 (101): Clint Boling (OG, Georgia)
Ronda 5, Pick 3 (134): Robert Sands (S, West Virginia)
Ronda 6, Pick 2 (167): Ryan Whalen (WR, Stanford)
Ronda 7, Pick 4 (207): Korey Lindsey (CB, Southern Illinois)
Ronda 7, Pick 43 (246): Jay Finley (RB, Baylor)
No sé si merece la pena analizar este draft. Antes de empezar todos sospechábamos que AJ Green iba a ser la hostia en barco, de hecho fue uno de los dos únicos picks que califiqué con una «A+» al analizar el draft hace tres años, y la verdad es que ha sido exactamente lo que vaticinábamos e incluso un poco más. No creo que nadie en su sano juicio saque a Green del top 10 de WRs de la liga, por no decir del top 5, con lo que analizar este pick es un poco tontería. Pero la gracia es que este draft no termina en Green. De hecho se vuelve más interesante cuando vemos que el siguiente pick es Andy Dalton. Me gustaba mucho el pick, muchísimo, de hecho creía que estaba capacitado para liderar este ataque desde el primer día y de hecho así lo ha hecho durante el tiempo en el que lleva en la NFL. Ahora bien, su falta de progresión, incluso podríamos decir involución en su juego, ha hecho que mucha gente se cuestione si el pick fue bueno. Que no se engañe nadie, sí lo fue, pero es que esta es otra de las claves de los drafts: hay que elegir bien a los jugadores pero también hay que cuidarlos bien para que luego rindan al máximo de sus posibilidades. Y con Dalton, a pesar de que sigo pensando que el pick fue buenísimo, no lo han hecho bien en ese sentido. Esperemos que la marcha de Jay Gruden a los Redskins le venga bien para convertirse en lo que todos vemos que puede llegar a ser. Y ya cambiando de tema, la verdad es que al lado de estos dos picks el resto parece bastante irrelevante pero algo interesante encontramos. El ejemplo más claro es Clint Boling, nada más y nada menos que el actual guardia izquierdo titular del equipo tras haber pasado por distintas posiciones en la línea como jugador de rotación, y un jugador de esos que me permite colgarme una medalla. También como notas tirando a positivas vemos que Ryan Whalen y Dontay Moch siguen en el equipo, aunque en roles muy limitados, algo que ya esperábamos ligeramente del segundo cuando dijimos que era un jugador que parecía un pick más malo que bueno. Pero nada de esto debe empañar un draft que, independientemente del desarrollo de Andy Dalton, es excelente.
Cleveland Browns
Ronda 1, Pick 21 (21): Phil Taylor (DT, Baylor)
Ronda 2, Pick 5 (37): Jabaal Sheard (DE, Pittsburgh)
Ronda 2, Pick 27 (59): Greg Little (WR, North Carolina)
Ronda 4, Pick 5 (102): Jordan Cameron (TE, USC)
Ronda 4, Pick 27 (124): Owen Marecic (FB, Stanford)
Ronda 5, Pick 6 (137): Buster Skrine (CB, Chattanooga)
Ronda 5, Pick 19 (150): Jason Pinkston (OT, Pittsburgh)
Ronda 7, Pick 45 (248): Eric Hagg (S, Nebraska)
¿Cuantos titulares contáis en esta lista? Yo cuento seis. Acojonante. Vale, sí, se beneficiaron del trade con el que los Falcons subieron a por Julio Jones, pero aún así hace falta mucha pericia para acertar de esta manera. Quizá no son los jugadores más importantes del equipo, pero algunos de ellos son vitales para Cleveland. Empezando por Phil Taylor. Ser el ancla de una defensa no es el trabajo más agradecido del mundo pero es básico para que el resto de defensa funcione y, en su función oscura de comerse bloqueos para que los compañeros puedan hacer su trabajo (algo que ya se veía venir que sería así), Taylor ha resultado clave para que esta defensa haya mejorado de forma sustancial durante los últimos años. Algo así podemos decir también de Jabaal Sheard, un pass-rusher bastante decente al que de forma bastante incomprensible le trajeron demasiada competencia el año pasado en forma de Paul Kruger y Barkevious Mingo. ¿Y qué decir de Jordan Cameron? Era prácticamente un completo desconocido hasta hace relativamente poco, pero casi sin que nos diéramos cuenta se convirtió en una de las referencias del juego de pase de los Browns y en uno de los tight ends más en forma en el tramo inicial de la temporada. Además, por si todo esto fuera poco, los Browns arriesgaron al apostar por un Buster Skrine que es actualmente el cornerback titular que acompaña a Joe Haden en la titularidad (aunque es una de las posiciones claramente mejorables del equipo) y también tuvieron el acierto de hacerse con Jason Pinkston, su guardia derecho de futuro. Sí, habéis contado cinco, pero es que me he saltado a propósito a Greg Little. Que sí, es titular, pero la decepción de su rendimiento no podría ser más grande. Mucho atleticismo, mucho potencial, muchas posibilidades de ser un sleeper en toda regla, pero a la hora de la verdad también mucha irregularidad y muchos drops. Obviamente la situación del quarterback no le ha ayudado en su carrera, pero ha tenido todas las oportunidades del mundo y no ha aprovechado prácticamente ninguna, una cosa no quita la otra. En fin, que no nos engañemos, esta última titularidad es un poco precaria puesto que después de su bajo rendimiento Little tendrá que pelear mucho para no perder este estatus en favor del receptor rookie que de buen seguro elegirán los Browns en este próximo draft. Pero mejores o peores no dejan de ser seis los titulares a día de hoy que Cleveland sacó de este draft. Muy pocos drafts pueden decir esto, por no decir ninguno.
Pittsburgh Steelers
Ronda 1, Pick 31 (31): Cameron Heyward (DE, Ohio State)
Ronda 2, Pick 31 (63): Marcus Gilbert (OT, Florida)
Ronda 3, Pick 31 (95): Curtis Brown (CB, Texas)
Ronda 4, Pick 31 (128): Cortez Allen (CB, The Citadel)
Ronda 5, Pick 31 (162): Chris Carter (LB, Fresno State)
Ronda 6, Pick 31 (196): Keith Williams (OG, Nebraska)
Ronda 7, Pick 29 (232): Baron Batch (RB, Texas Tech)
Una de mis mayores quejas cuando analicé este draft hace tres años fue que se dejó el tema de los cornerbacks, el mal endémico de los Steelers desde el pleistoceno, para demasiado tarde. Puede que tuviera razón, pero a la vez puede que no. Obviamente ni Cameron Heyward ni Marcus Gilbert son cornerbacks, pero sí que son picks que han resultado en dos jugadores muy útiles para Pittsburgh. Heyward ya se podía entrever que podía ser el relevo natural de Aaron Smith como así ha sido, y a un nivel bastante bueno por cierto, mientras que Gilbert ha solidificado una posición de tackle derecho en la que los fans de los Steelers habían tenido que soportar a Max Starks durante demasiado tiempo. Pero solucionar carencias en otras áreas del equipo provocó varios años más de Ike Taylor y un acompañante al azar a elegir entre Bryant McFadden, William Gay y Cortez Allen. Oye, ¿ha dicho Cortez Allen? Porque juraría que ese nombre está en la lista de drafteados de ese año que está un poco más arriba. Pues sí. Quizá de una forma relativamente inesperada, o sea usando una cuarta ronda y siendo el segundo jugador drafteado en el equipo de esa posición, el rendimiento Cortez Allen ha sido una grata sorpresa este año y puede que en él hayan encontrado la primera pieza de una secundaria que tiene que renovarse por completo en los próximos años. Siempre es un riesgo elegir a alguien de una universidad pequeña y casi siempre el pick va acompañado de un largo periodo de adaptación a la NFL, pero en este caso es posible que se acaben los cornerbacks parche que no llevan a ningún lado porque la apuesta les ha salido bien. Para ser un pick que no sabía si me gustaba o no, como tantos otros que han fracasado estrepitosamente a lo largo del artículo, este creo que va a ser de los que sí me gustan. Del resto, más bien poco a decir. Curtis Brown pasó sin pena ni gloria por el equipo y fue cortado esta offseason, Baron Batch no tuvo demasiadas oportunidades para brillar tal y como se esperaba y el único de los que quedan por mencionar que sigue en plantilla actualmente es Chris Carter, que puede que entre en rotación como pass-rusher cuando Jason Worilds o Jarvis Jones necesiten descanso. Obviamente tres titulares y un suplente no son los seis titulares de los Browns, pero también hemos visto cosas mucho peores en este mismo artículo y no las hemos catalogado como catastróficas así que el balance de este draft para Pittsburgh tiene que ser positivo.
Y con esto me despido por el momento, para terminar el análisis de la AFC tendréis que esperar hasta la semana que viene. Eso sí, como pequeño adelanto puedo anunciar que tendremos a nombres como Von Miller, JJ Watt, Jake Locker o Blaine Gabbert. Yo de vosotros no me lo perdería.