Descansar bien es necesario. Fijaros si es necesario descansar bien que nueve de cada diez médicos lo recomienda, signo inequívoco de credibilidad aunque muchas veces uno no piense en eso sino en qué le pasará por la cabeza al 10% de médicos que pasa del mundo. Eso ya si eso lo descubriremos en otro momento. Volviendo al tema, hasta yo mismo apliqué este sabio consejo y descansé la semana pasada después de una temporada intensísima, porque ser siempre el malo de la película es agotador. Pero es que se lo merecen. Durante todas y cada una de las jornadas de esta temporada ha habido motivos más que suficientes como para poner verde a alguien, porque se han hecho muchísimas cosas como el culo y porque globalmente ha sido la peor temporada de NFL de los últimos tiempos. Pero no hay de qué extrañarse, simplemente han seguido exactamente el mismo principio que seguí yo la semana pasada, o el mismo principio que recomiendan 9 de cada 10 médicos; la NFL también ha decidido que descansar bien es algo necesario y han decidido hacerlo a lo grande, y es que no contentos con hacerlo durante un tiempecito han acordado hacerlo durante un año entero. Vamos, que se han pasado esta temporada 2011-12 en bye.
¿Casualidad? En absoluto, todo tiene su explicación. Todo empieza con el lockout de las narices, un asunto que quedó bastante bien explicado en una trilogía de artículos bastante más interesante que la trilogía de películas de «Este chico es un demonio», pero que resumiendo sería que a varios señores extremadamente ricos no les salía de las pelotas bajarse del burro para no ceder lo que proporcionalmente serían cuatro chavos. Sí, al final se llegó a una solución y todo el mundo estuvo muy contento y daba volteretas para atrás de felicidad, pero el acuerdo llegó a finales de julio con lo cual buena parte del daño ya estaba hecho. Y no se puede decir que no lo avisamos. Con un acuerdo tan tardío no hubo tiempo de hacer OTAs (actividades organizadas de equipo), ni minicamp, ni tan siquiera cualquier tipo de contacto entre jugadores y equipos estaba permitido hasta que se firmó el convenio y los jugadores se tenían que buscar la vida en workouts creados por ellos mismos para intentar mantenerse en forma (siendo uno de los más importantes el que organizó Donovan McNabb, para que vayáis viendo el nivel). Pero lo siento, no es lo mismo que los jugadores queden para hacer pesas en el gimnasio que un entreno. Porque recordemos que el football es el mayor deporte de equipo que existe, porque si todas las piezas no están perfectamente engrasadas y compenetradas no se va a ningún lado, porque si alguien de los once que están sobre el campo la caga o no se entera la jugada resulta un completo desastre. Por lo tanto, trabajar la química entre quarterback y receptor o, muy especialmente, trabajar los sistemas defensivos como unidad resulta absolutamente crítico a la hora de hacer funcionar un equipo de la NFL. Y eso este año no se pudo hacer, con lo cual lo que hemos presenciado esta temporada no era la NFL, la mejor liga de football del mundo. Esta temporada hemos asistido a algo que se le parecía remotamente a nivel de imágenes pero que, al analizarlo un poquito, uno se daba cuenta de que los que se enfrentaban eran dos equipos de marca blanca, simples imitaciones de los reales, equipos construidos muy deprisa con el mínimo esfuerzo como si se fueran artículos de imitación salidos de un taller clandestino, equipos que podían dar el pego durante un par de drives pero que a la larga acababan echando una cagada como un templo que les delataba. Y mientras los jugadores de imitación tipo Roberto Corlos o Luis Enroque (de esos videojuegos de fútbol de hace la hostia que no tenían licencia pero que hacían que nos partiéramos la caja) estaban intentando jugar, los buenos estaban en algún piso franco protegido hurgándose la nariz en sentido antihorario. O almenos esta es la impresión que daba, porque la diferencia de calidad con temporadas pasadas era demasiado abismal como para deberse únicamente a un tema de entrenos.
¿No me créeis? Vamos a dar un repaso a lo mejorcito de la temporada.
Highlights
Semana 3: Seattle Seahawks – Arizona Cardinals
Partido en la cumbre enmarcado en el seno de la NFC Oeste, una de las divisiones más reñidas de la competición porque es difícil saber qué equipo juega peor. En este fantástico partido podemos ver un highlight compuesto de la friolera de 5 jugadas: dos touchdowns, un pass interference, una intercepción y la última jugada del partido. Eso fue todo lo destacable en 60 minutos de juego, manda narices. Tan bueno fue el partido que los aficionados de los Seahawks estaban pidiendo que entrara Charlie Whitehurst, ahí queda eso. Nada, que no os voy a hacer más spoilers que sé que estáis deseando verlo. Aquí la especial atención la deberéis poner en el touchdown de los Cardinals, donde se nota todo el trabajo hecho a la hora de diseñar la jugada, todas las horas de practicarla y, especialmente, la capacidad de Kevin Kolb de lanzar al bulto para que la pille el bueno pese a estar marcado por 25 defensores.
Highlights
Semana 7: Cleveland Browns – Seattle Seahawks
La semana 7 fue especialmente dolorosa para los que aprecian el buen football, y es que tuvo lugar un double-header apoteósico. Para empezar el Browns-Seahawks, el que podría ser considerado como el peor partido de la temporada (por anotación lo es). Pete Carroll ya había sucumbido a los aficionados de Seattle que querían ver a Whitehurst y el resto de fans de este deporte tuvimos que sufrir su falta de personalidad y, especialmente, su falta de criterio por ficharle en su momento. Porque sí, el otro es Tarvaris, pero lo de este tío en este partido fue demencial. 12/30 para 97 yardas, primer quarterback en la historia que no llega a las 100 yardas de pase lanzando en 30 ocasiones. Y lo mejor de todo, como siempre, los highlights. El señor Whitehurst es protagonista de 6 jugadas en el vídeo resumen del partido, sólo 1 es un pase completo. El resto mejor que lo veáis vosotros, seguro que desde que dejaron de hacer «Vídeos de Primera» que no reíais tanto…
Highlights
Semana 10: Indianapolis Colts – Jacksonville Jaguars
No es por ser recurrente con los Jaguars pero este duelo de quarterbacks no podía faltar a la lista de partidos horrendos de la temporada. Curtis Painter contra Blaine Gabbert, probablemente sólo con que uno de los dos no tirara una intercepción habría ganado ese duelo particular entre quarterbacks, pero las cosas no son tan fáciles. Painter tiró una intercepción en su segundo pase. Gabbert la tiró en su primer pase. Acojonante. Parecía que Painter iba ganando en ese momento, pero a partir de ahí hizo un esfuerzo monstruoso para ser el peor, esfuerzo que como en el caso anterior de Flacco queda recogido en un bonito monográfico (no os perdáis cuando se cae intentando dar un handoff). Tan mal jugó Painter que al final tuvo que ser sustituido por Dan Orlovsky, jugador que antes sólo era conocido por haber creado su propio safety pero que, gracias a estos segundos de gloria, ahora también es conocido por ser el único jugador que ha sido interceptado por Tyson Alualu. Todo un mérito.
Highlights
Semana 12: Kansas City Chiefs – Pittsburgh Steelers
Y si no habíais tenido suficiente con el duelo de quarterbacks anterior, aquí os dejo otra de las estrellas emergentes de esta temporada en la posición: Tyler Palko. Sí que es verdad que no se puede esperar mucho del suplente (Matt Cassel estaba lesionado y Kyle Orton estaba «conociendo el sistema») pero su actuación tiene mucho mérito. Las dos primeras intercepciones que lanza van perfectas a los números de la camiseta del defensa y sin ningún jugador con camiseta roja a distancia de jugar el balón, y eso no está al alcance de cualquiera, en especial de cualquiera que «conozca el sistema». También pido especial atención para la jugada en la que Jackie Battle choca contra su propio tight end que intenta salir a bloquear de la forma más grotesca que jamás había visto en un campo de football. Y obviamente no podemos olvidarnos del esfuerzo sobrehumano de Dwayne Bowe para evitar la intercepción que sella la victoria de los Steelers. Pero precisamente porque el partido de los Chiefs fue malísimo también debemos aplaudir a los Steelers, que aunque fueron capaces de ganar ofrecieron también un espectáculo bastante triste. Gente placando con la cabeza, un playcalling que manda pasar cuando se tiene que pasar y especialmente también manda pasar cuando no se tiene que hacerlo (como por ejemplo a la hora de cerrar un partido), y un equipo que estuvo 30 yardas de perder un partido que casi casi les habían regalado.
Highlights
Si algún partido puede rivalizar con el Browns-Seahawks para ser el peor de la temporada tiene que ser este. Los Chiefs con Tyler Palko a los mandos (puesto que Kyle Orton salió una jugada, se rompió un dedo y se fue para su casa por donde había venido), los Bears con Caleb Hanie como quarterback y viendo como Matt Forte se lesionaba a principio del partido. Argumentos ofensivos cero, con lo que la fiesta del bostezo era inevitable. Un field goal por lado y el partido que se decide en la jugada más cómica de toda la temporada, un hail mary que el propio defensa de los Bears deflecta hacia el receptor para que haga el touchdown. El defensa de imitación, obviamente, ya sabemos que el real estaba encerrado incomunicado vete a saber donde porque nadie con un mínimo de conocimiento del juego nunca cometería semejante cafrada. El resto del partido fueron todo punts, un total de 18 entre los dos equipos. En fin, dentro vídeo, pero si no lo miráis tampoco pasa nada…
Highlights
Semana 15: New York Giants – Washington Redskins
¿He dicho Giants? ¿Cómo puede ser que el excelso campeón de la Superbowl tenga lugar en esta ristra de partidos penosos? Pues porque los Giants no son tan buenos. Y como muestra este partido contra los Redskins en los que los drops, los malos lanzamientos y las cagadas defensivas fueron la tónica general, ya sea en forma de gente que no sabe placar como en forma de gente que cubre a su receptor intimidando con la mirada. Tres tristes puntos en la primera parte y logrados únicamente porque Bradshaw hizo al final de la primera parte una recepción meticulosamente trabajada en los entrenos, y no fue mucho mejor una segunda parte en la que sólo consiguieron un touchdown y porque los Redskins estaban durmiendo una vez habían resuelto el partido. En fin, disfrutad si tenéis valor de un partido de élite. Con tres intercepciones de élite.
Highlights
Semana 17: Denver Broncos – Kansas City Chiefs
No la he tomado con los Chiefs tampoco, aunque durante buena parte de la temporada ha dado bastante cosica verles, este partido es para hablar sobre quien no podía faltar en este resumen. Sí amigos, ya ha llegado lo que todos estábais esperando… ¡¡It’s Tebow time!! Os pongo en antecedentes, era el último partido de la temporada y los Broncos se metían en playoffs si ganaban ese partido. Pues bien, aquí el profeta del balón apepinado cuajó una fantástica actuación con 6 pases completados de 22 intentos para 60 yardas, una intercepción, 16 yardas de carrera y 1 fumble perdido. Y su equipo teniendo que chutar 9 punts. El paradigma de la ineficiencia ofensiva, almenos en el ataque que concierne al quarterback porque Willis McGahee acabó ese partido casi con 150 yardas. Pero bueno, no me voy a meter mucho en el tema porque la gente tiene distintos niveles de fe y no hay que herir susceptibilidades con según qué temas. Si eso dejo el vídeo y juzgad vosotros mismos si el partido fue lamentable o fue peor.
Highlights
Lo peor es que esto no se para aquí, esto es sólo una muestra concentrada de lo mala que ha sido la temporada pero partidos espantosos los ha habido a mansalva. Y ya no sólo se cuentan estos partidos en los que los dos equipos han ofrecido un rendimiento indigno de esta competición, sino que entrarían también las palizas en los que un equipo ha sido decente mientras el otro hacía el ridículo (Tampa Bay ha sido uno de los destacados en esta categoría), partidos en los que veías 5 minutos y podías extrapolar el partido entero sin perder ni un ápice de información. Ya ves tú vaya gracia que tiene eso…
Pero es que no son sólo los partidos, las actuaciones individuales han sido otro signo indicativo de lo mala que ha sido la temporada. No se sabe si es por falta de entreno o debido a mi teoría conspiratoria de se han reemplazado los jugadores por imitaciones baratas pero esta temporada más que nunca han habido fallos muy básicos y muy desesperantes para alguien que aprecie el football de calidad. Este año más que nunca han habido drops ridículos (mención especial para Roddy White y Jermichael Finley, dos grandes especialistas en el arte de dejar caer balones al suelo), todos los placajes fallados que pueda uno concebir y fumbles en momentos críticos (alguno que otro hay en los partidos de arriba), pero hay un par de situaciones que se han puesto de moda esta temporada que son como para quemarse a lo bonzo. La primera son las intercepciones provocadas por un receptor que no sabe coger la pelota y que, en vez de eso, la lanzan para arriba a ver si hay suerte y algún safety pasa por allí para interceptarle. Sólo se me ocurre una explicación, que la nueva consigna entre el gremio de receptores sea que el pase que le lanzan acabe cogido, ya sea por ellos mismos o por cualquier defensor, para que el quarterback no sume incompletos que bajen el rating. Que como tontería no está mal pero es que no se me ocurre ninguna explicación razonable. En serio, no es tan complicado coger un balón, y si no os lo creéis podéis comprar uno y echar unos pases con los colegas, ya veréis que lo más fácil es cogerlo y, en el supuesto de que no lo cogiérais, resulta mucho más fácil que vaya para abajo que no para arriba. Pero más grave es la segunda situación, la de retornadores incapaces de coger los kickoffs y los punts, balones que no tienen ningún tipo de complicación en los que el tío sólo tiene que calcular un poco el sitio donde va a caer el balón, ponerse ahí y cogerlo como si fuera un melón que cae a peso. Muy fácil. Pero es que incluso es más fácil entender que si se decide no coger el balón lo que hay que hacer es correr ‘a lo Forrest Gump’ en dirección opuesta al balón para que no les roce y sea fumble. Pues no, esta temporada los retornadores han tenido tal afán de protagonismo que para forzar cualquier retorno han hecho cagadas de esas cada vez que tenían oportunidad. Alguien les tendría que decir a esta gente que lo que están haciendo como norma general es la jugada más frustrante de todo el football, la de ver como paras al ataque rival para luego regalarle el balón sin dar ni tan siquiera opción a que tu ataque anote. En San Francisco creo que saben de lo que estoy hablando.
Todo esto hablando sólo de la temporada regular, en los playoffs ya no me voy a meter porque ya lo he hecho en otros artículos. Pero es que en cualquier otra temporada regular estos equipos probablemente no habrían llegado a playoffs, puesto que varios equipos presentes eran extremadamente malos en algún lado del balón (como por ejemplo Green Bay o New England en defensa). También los Niners tenían uno de los peores ataques de la liga, sí que es cierto que recuperaron a Alex Smith pero tenían un problema gravísimo de incapacidad anotadora en la red zone, tal y como evidenció el récord de field goals anotados por David Akers (si hubieran metido más touchdowns, hubieran tenido que chutar menos field goals). Y como no podía ser de otra manera, acabó siendo el campeón de esta temporada de solteros contra casados el equipo que cometió menos errores, el que esperó que el resto fuera siendo víctima de sus propias cagadas para alzarse con el triunfo final. Obviamente que tiene su mérito, pero es un mérito pasivo únicamente posible en una temporada de este nivel. Y además también es un triste colofón a una temporada… pues eso, triste.
En fin, una temporada desastrosa en toda regla, pero menos mal que ya se ha acabado. Ahora a nosotros nos toca esperar y distraernos con eventos satélite que nos llenan el hueco de forma relativa, y a estos jugadores entrenar duro como un equipo para que este bochorno no se repita. Porque no puede ser que de golpe y porrazo no sé cuantos quarterbacks se vayan a 5.000 yardas de pase cuando casi nadie se ha acercado en toda la historia de la NFL, no puede ser que dos tight ends distintos se peten el sempiterno récord de yardas de recepción para la posición en la misma temporada (que tenía hasta ahora Kellen Winslow senior, para que veáis cuanto hace de eso), no puede ser que dominando sólo el juego de pase se pueda dominar en la NFL sin tener que preocuparse ni por la carrera ni por la defensa; porque este deporte ni es tan simple ni es tan fácil y precisamente por eso nos gusta tanto. Así pues, con lágrimas en los ojos (porque una cosa no quita la otra y seis meses sin football es un huevo de tiempo), digamos adiós a la bye season. ¡¡Bye-bye!!