Dice un refrán de nuestra lengua castellana que lo que mal empieza, mal acaba. Llevándonos esta frase a la NFL, desde la expansión de la liga en 1990 tomando el formato que actualmente conocemos, solo 23 de los 204 equipos que iniciaron la temporada con un 0-2 en su marcador lograron alcanzar la postemporada, lo que significa que solo un 11,2% lo consiguió. Solo uno, los New York Giants de Eli Manning y compañía en la temporada 2007/2008 consiguieron ser campeones tras empezar 0-2, batiendo en aquella Super Bowl a los invencibles New England Patriots que solo perdieron aquel partido en toda la temporada.
Pero si nos vamos mas allá, si tomamos como referencia las temporadas NFL de los últimos cinco años, vemos que desde la temporada del año 2010 hasta hoy solo dos equipos de los algo más de 30 que empezaron 0-2 consiguieron avanzar hacia Playoffs. Los Carolina Panthers de Cam Newton en 2013 que acabaron al final con un balance de 12-4, y una franquicia que también se encuentra este año en una tesitura que ya vivió el pasado año como es la de los Colts de Indianapolis, que tras empezar 0-2 consiguieron acabar con un nada mal balance de 11-5.

Observando los datos de los últimos años, el porcentaje de equipos que avanzan a postemporada tras empezar con un 0-2 pasa del 11,2% desde el año 1990 a poco más del 7% en los últimos cinco años. Unos datos poco halagüeños para algunas franquicias con reales aspiraciones de victoria este año y que puede ver reducidas sus opciones por este mal inicio.
Equipos como los Houston Texans o los Chicago Bears pueden sorprendernos algo menos viendo las plantillas actuales que tienen, pero los demás todos, por algún u otro motivo, sorprenden enormemente por este mal inicio.
Los Saints y los Eagles podemos agruparlos en un mismo grupo. Franquicias con solera los últimos años que decidieron deshacerse de jugadores importantes como Graham y Stills o Foles y McCoy; en ambos casos para dar más protagonismo al juego de carrera, como es por ejemplo fichar a DeMarco Murray y trabajar el tipo de juego que le gusta a Chip Kelly en la ciudad fraternal. Ambos han demostrado no funcionar de momento, viendo a un Drew Brees sin opciones (y además lesionado) y con una línea ofensiva a un pésimo nivel, y unos Eagles que apenas mueven cadenas y que ahora con la lesión de Kiko Alonso ven debilitada su defensa. Parece difícil para ambos alcanzar la postemporada, ello unido al nivel mostrado por los Falcons y los Panthers en la NFC Sur, o los Cowboys (aunque sin Romo ni Bryant por varias semanas) en la NFC Este.
En un segundo grupo tenemos a los Detroit Lions y los New York Giants. Equipos con ciertas aspiraciones este año y que un mal inicio las frena en seco. Los Giants con Victor Cruz lesionado y ajustando aun a Eli Manning con un nuevo backfield, han sufrido dos derrotas ajustadas aunque dejando buenas sensaciones. No así los Lions, cayendo a domicilio ante Chargers y Vikings, con un Matthew Stafford muy frustrado y no pudiendo encontrar con facilidad a “Megatron”. Además, hemos visto en los de Detroit un equipo que defensivamente ha encajado muchísimos puntos, y que en una división con los Packers, el 0-2 es más que preocupante y limita mucho sus opciones.
Por último, tenemos el grupo de los “gallitos” que han empezado con 0-2. En un Power Ranking de ESPN antes de empezar la primera jornada, Seattle Seahawks, Indianapolis Colts y Baltimore Ravens estaban situados como 3º, 5º y 8º clasificado respectivamente, es decir, que tres de los ocho máximos favoritos para el medio deportivo más grande e importante de los EE.UU han empezado la temporada con el temido y angustioso 0-2.
Los Seahawks tras adquirir a Jimmy Graham en el movimiento más sonado en el mercado de traspasos y tras perder bazas defensivas como Max Unger en el traspaso del mencionado Graham o Byron Maxwell que partió hacia Philladelphia, han sido derrotados en la prórroga por unos Rams que son verdaderas bestias negras en su campo, y por unos Packers que, en teoría y para todos, son lo máximos rivales de los del estado de Washington para obtener el título de la NFC. Seattle debe estar en postemporada, no cabe pensar otra cosa, pero ojo a un calendario nada fácil y a unos Arizona Cardinals en una NFC Oeste muy competitiva estos últimos años.
Los Colts se han visto sorprendidos por dos de las gratas sorpresas de lo que va de temporada, las dos defensas tan mejoradas de los Buffalo Bills en la primera jornada, y la de los New York Jets esta última. Luck no ha podido hacer nada antes dos retaguadias intensas y duras, además de equipos con grandes corredores y grandes receptores (McCoy, Watkins, Ivory, Decker, Marshall) ante los que la defensa de los Colts se ha visto muy superada. A los de Indiana les avala una AFC Sur débil y su cruce ante la NFC Sur, la más débil del otro lado, pero no se deben confiar, el año pasado lo pudieron arreglar pero no se suele tener la misma fortuna dos veces seguidas.
Por último los Baltimore Ravens, que a pesar de dar una grandísima imagen, sobre todo en defensa a pesar de la derrota contra los Denver Broncos, en la semana pasada no consiguieron vencer a unos Oakland Raiders que le consiguieron hacer 37 puntos, además de ver el mejor Derek Carr, con un drive ganador en los últimos minutos de partido. En una AFC Norte durísima con Steleers, Bengals y Browns, los duelos divisionales decidirán el campeón, pero tomando a los Steleers como un poco superiores al resto, la entrada a Playoffs vía Wild Card puede habérsele complicado con este 0-2 a los de Harbaugh.