La SEC es actualmente sin ningún género de dudas la mejor o más competitiva de todas las conferencias que forman el college football; han ganado los siete últimos títulos del BCS Championship, y de esos siete títulos cinco han ido a parar a universidades de la SEC West, además disputando la final del 2011 dos de sus componentes, LSU y Alabama.
LSU Tigers es una de las potencias de la SEC, los Bayou Bengals están viviendo su época dorada desde la llegada de Nick Saban y posteriormente de Les Miles. LSU es en esta última década una de las universidades con las que siempre se cuenta al inicio de temporada, desde el 2000 seis títulos de la SEC West, cuatro de la SEC y tres finales del BCS Championship, de las cuales dos, 2007 y 2011, se ganaron, adornan su palmarés. Pero los nuevos cambios en la SEC y sus circunstancias parecen haber desplazado a los de Louisiana del foco principal de la SEC West. La llegada de Texas A&M y el magnetismo que desprende la estrella de Johnny Manziel parece haber sacado a LSU de la foto, para colocar a los Aggies en el escaparate junto a Alabama.
Ya en los primeros rankings de pretemporada LSU fue desplazada al tercer lugar por detrás de Alabama #1 y Texas A&M #7, conformándose LSU con el #12; solo la ajustada derrota de Crimson Tide a los Aggies ha permitido a LSU superar a los tejanos en el ranking, pero no en la foto mediática. ¿Pero realmente LSU se queda fuera de la competencia de la West? ¿O va a disponer de opciones en la dos semanas decisivas de Noviembre en las que enfrentara a sus dos rivales?
Realmente, gran parte de las opciones de LSU pasan primero por el terreno del aspirante a la East, Georgia, al que se enfrentarán este sábado y será la primera piedra de toque que les situaráen el punto que se encuentra. En las cuatro primeras semanas de competición los Tigers solo han tenido de rivales a considerar a TCU y Auburn, pero ninguna de las dos actualmente están al nivel del ranking. LSU tendrá que preparar su arsenal si quiere estar en el Georgia Dome el 7 de Diciembre y aspirar al SEC Championship.
En la actualidad el puesto de quarterback no tiene discusión. Les Miles otorga su confianza a Zach Mettenberger, un jugador que contra rivales de nivel parece encogerse. Solo se salvó en la derrota ante Alabama la temporada pasada. Este año con Cam Cameron de coordinador ofensivo su porcentaje de completados parece haberse incrementado, pero aún no han empezado a desfilar los rivales de nivel. Preciso desde el pocket, con prácticamente nula capacidad como scrambler y muchas dudas si tiene que lanzar en movimiento, no parece un líder de garantías para los grandes partidos que es donde se deciden los títulos. En el ataque terrestre, en cuanto el sophomore Jeremy Hill ha recibido el visto bueno para jugar tras sus problemas fuera de los terrenos, ha demostrado que los Tigers tienen un workhorse de confianza. La línea le abre las puertas y Hill demuestra sobrada capacidad para el big play. En el ataque aéreo la línea deberá ofrecer seguridad a Mettenberger para que pueda conectar con Jarvis Landry y Odell Beckham, jugadores que están ofreciendo un buen rendimiento y le otorgan dos buenas armas para combinar con el ataque terrestre, añadiendo la capacidad que tiene Beckham para romper tackles y ganar yardas tras la recepción y su habilidad en los retornos.
La defensa ha notado las importantes bajas que han tenido. Contra Auburn los tackles se encontraron con problemas para cerrar el centro de la defensa y en las carreras exteriores los cornerbacks tienen problemas para leerlas con lo que llegan tarde y lo pagan en yardas, un problema en el que tanto UAB como Kent State sacaron su provecho. En las coberturas suelen cuando hay cruces entre receptores pierden las asignaciones con facilidad. La defensa que el año pasado concedía 41 puntos en sus cuatro primeros partidos, ha cedido casi el doble en los cuatro primeros de esta temporada, 78 puntos hasta el momento. LSU se encuentra en el puesto 71 en cuanto a intercepciones y en el 54 en sacks; los Tigers tienen que demostrar más de lo que se ha visto hasta el momento para disputar la división y el sábado es su punto de partida.