Que Ohio State haya ganado el campeonato nacional de College Football no nos pilla de primeras ¿verdad?. En este escrito no se hablará de uno de los mejores head coach de la NCAA, como es Urban Meyer, tampoco redactaremos las increíbles carreras y el excelente futuro de el running back Ezekiel Elliott, y menos de esa linea defensiva potente liderada por un Joey Bosa que pinta a crack NFL que da gusto. Aquí, en este post os traemos al poco conocido quarterback, Cardale Jones.
En los últimos días y después de la consecución del título muchos medios han hablado del momentum en el que está Cardale Jones. Por si alguien aun no lo sabía, recordemos que lo sorprendente y lo que más llama la atención de esta historia es que es el tercer pasador del equipo. Este jugador sophomore está en el candelero por la proeza hasta ahora inigualable realizada estos tres últimos partidos. Primero por esa victoria de final de conferencia importantisima contra la Wisconsin de Melvin Gordon por un sorprendente 59-0, luego por la llegada de la todopoderosa Alabama en Playoff 42-35, y finalmente por la gran victoria contra la Oregon de Mariota por 42-20.
La cadena de consecuciones para que la titularidad de Cardale fuera posible comienza antes de principios de temporada con la lesión de Braxton Miller. Para el que no supiera nada de él, Braxton era un candidato al Heisman desde el minuto uno. Tras su lesión de hombro que le apartaba definitivamente toda la temporada, llegó un hombre que nos impresionó a mediados-finales de campaña dada su continuidad, con unos números estadisticamente altos sonando para el Heisman final con Mariota y Gordon como finalistas. J.T Barrett lo hizo de cine hasta que se lesionó contra el eterno rival, Michigan. De estas salió nuestro protagonista que con solo tres partidos ha hecho generar mucho comentario y suposición de cara al futuro.
Lo que si que es cierto es que entre J.T. Barrett y Cardale Jones han hecho huir a Braxton Miller en busca de un transfer para jugar su último año en otra posible power house. La batalla por la titularidad para el año que viene entre el freshman y el sophomore está servida. Y aunque la mayoría de entendidos vea a J.T. Barrett con la titularidad, el rumbo que ha manejado Cardale Jones está gustando a muchos.
Ahora se está poniendo en duda la valía del quarterback del que estamos hablando, ya que expertos opinan que el puesto de quarterback en Ohio State es algo que cualquier atleta reclutado por Meyer puede hacer sin mucho problema. Pero hay varios factores a destacar que han de decantar la balanza para el año que viene, y es que Cardale posee ciertos pro’s que J.T no tiene. Jones probablemente tenga uno de los brazos más potentes del college (y también de vez en cuando precisos). También hace mucho bien el tándem QB-RB que forma con Ezekiel Elliott el cual en resultados estadísticos estos tres últimos partidos se le ha notado un número mayor de yardas por partido que con J.T. no tenía.
El momentum de Cardale Jones es espectacular, y ya se le ha preguntado por si quiere aprovecharlo para ir al draft NFL. El propio jugador ya ha dicho que «no se siente preparado», y a partir de aquí el futuro es incierto pero probablemente prometedor. En NFL se le compara con Ben Roethlisberger y Cam Newton, pero la mejora del movimiento de piernas en el pocket cuando se le ve, hace pensar que aun le falta camino por recorrer y mucho por trabajar.
Como anécdota, contar que hace aproximadamente dos años Cardale publicó un famoso tweet diciendo que él había llegado a Ohio State «para jugar al Football, no para estudiar», y finalmente el jugador de 22 años con ahora una hija recién nacida y contra todo pronóstico por aquel entonces resultaba tener razón.
No sabemos que rumbo tomará Cardale, tampoco si será titular a ciencia cierta, pero tras la machada y el buen juego, sería injusto mantenerle sentado el año que viene.
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