Por Axel Andrés
Ya queda nada para los playoffs y, aunque parezca mentira después de más de 150 partidos, aún queda mucho pescado por vender. Y una de las batallas que queda por resolver es el campeonato de la AL Este. Si vosotros queréis una batalla menor, puesto que tanto Yankees como Rays ya están clasificados para playoffs, pero el factor campo está en juego y, quizá más importante, también está en juego una pequeña ventaja moral sobre su adversario. Probablemente es por eso que en este afán por ganar la división, en los últimos días se han sucedido noticias referentes a estos dos equipos. La última de ellas son las declaraciones de varios jugadores de los Rays pidiendo más apoyo de su público, pero la que más controversia ha causado es la acción en la que Derek Jeter finge ser golpeado por un lanzamiento en un partido entre ambos equipos. Es un tramposo o es parte del juego? Vosotros mismos podéis opinar, pero la acción en sí me da la excusa para hablaros del que ha sido (y de hecho sigue siendo) uno de los mejores shortstops de la historia de la MLB. Con todos ustedes, Derek Jeter.
Derek Sanderson Jeter nació en New Jersey en junio de 1974, su padre Anderson era de raza negra mientras que su madre Dorothy era de raza blanca, de ahí se explica los rasgos mezclados que tiene el jugador. Después de unos pocos años viviendo ahí, en 1978 la família se mudó a Kalamazoo, Michigan, pero eso no impidió que durante los siguientes años Derek y su hermana volvieran a New Jersey para pasar los veranos con sus abuelos que aún vivían ahí. Y fue su abuelo, en esas estancias veraniegas, quien empezó a introducirle en el mundo del baseball, puesto que le llevaba asíduamente a los partidos de los Yankees, equipo del que ya se hizo muy fan desde pequeñito.
Desde entonces su pasión por el baseball fue creciendo, y en su etapa de high school ya era de los mejores prospectos de todo el país. Durante sus tres últimos años en el Kalamazoo Central HS (1989-1991) tuvo una media de bateo superior al .500, y especialmente bueno sería el último, año en el que consiguió unas excelentes estadísticas ofensivas mientras que tan sólo pudieron eliminarle por strikeout una sola vez. Estas actuaciones no sólo le valieron para ganar varios premios en su región, sinó que también captaron la atención de Hal Newhouser, un scout que trabajaba para los Houston Astros, equipo que precisamente tenía el primer pick en el draft de 1992. Newhouser estaba convencido de que, pese a no haber pasado por ninguna universidad, Jeter podía ser el jugador franquícia que los Astros necesitaban, y rogó a la gerencia que le eligieran como número uno absoluto. Finalmente, la gerencia no le hizo caso y draftearon con el número uno al outfielder Phil Nevin, quien por cierto acabaría teniendo una carrera bastante decente en la MLB. Esta decisión, además de provocar la dimisión inmediata de Newhouser como scout de los Astros, propició que los Yankees pudieran elegirle con el pick #6 de ese mismo draft, cumpliéndose así el sueño de Jeter de jugar en el equipo del que había sido fan desde que era niño.
La historia inmediatamente posterior es calcada a la de muchas otras estrellas de este deporte. Jeter empezó su andadura profesional en las ligas menores donde, después de unos inicios algo malos (en 1992 tuvo una media de bateo de sólo .202), fue consolidando sus enormes habilidades en las distintas ligas existentes, lo que provocó que le dieran numerosos premios individuales, entre los que destacan el Most Outstanding Major League Prospect of the South Atlantic League (1993) y el Minor League Player of the Year (1994). Jeter iba a debutar en las grandes ligas como shortstop titular en 1995, pero una inoportuna lesión durante el Spring Training hizo que los Yankees ficharan un jugador veterano para cubrir esa posición (Tony Fernandez), lo que provocó que Jeter pasara un último año como jugador del equipo filial. Acabaría jugando algunos partidos con los Yankees por problemas de lesiones, pero fueron partidos puntuales y siempre como jugador subido de la Triple-A y no como jugador del primer equipo.
Así pues, se podría considerar que la temporada en la que Derek Jeter debutó con los Yankees fue la de 1996, y su rendimiento no pudo ser mejor. En su primer partido ya daría muestras de su calidad consiguiendo un home run, ganándose así a una afición de los Yankees algo escéptica al principio, en lo que sin duda fue un buen anticipo de lo que sería la temporada para él: .314 de media de bateo, con 10 HRs, 104 carreras y 78 RBIs, además de, como no podía ser de otra manera, el premio al rookie del año. Y por si fuera poco, ese año los Yankees ganaron las Series Mundiales, con Jeter como uno de los máximos protagonistas. Desde luego, en el Bronx tenían claro que había nacido una estrella, y los dos años siguientes no hicieron más que confirmar ese extremo, muy buen rendimiento personal y otro campeonato de las World Series en 1998.
Pero sus mejores años vendrían justo ahora. Jeter firmó los mejores números de su carrera deportiva en 1999 (.349 de media de bateo, 24 HRs, 134 carreras y 102 RBIs) y, entre muchas otras cosas, conseguiría ser elegido MVP del All-Star Game y de las World Series en 2000. Además, los Yankees conseguirían ganar las Series Mundiales en ambas temporadas, por lo que definitivamente este período de tiempo fue el más exitoso para Derek Jeter. Con tan sólo un año para que finalizara su contrato, George Steinbrenner decidió asegurarse la continuidad de su jugador franquícia y le renovó con un contrato de diez años por un total de 189 millones de dólares, lo que le convirtió en el jugador con el segundo contrato más alto de la MLB (por detrás del de Alex Rodriguez). Y la verdad es que los Yankees han amortizado cada uno de los dólares que le han pagado porque Jeter ha estado rindiendo a un nivel excepcional durante estos últimos 10 años, se consiguió hacer con la capitanía del equipo en 2003, y ni las pocas malas rachas en su carrera han hecho que los aficionados hayan perdido la fe en él en ningún momento. Pese a todo, también hay que decir que también es verdad que los Yankees sólo conseguirían ganar las World Series en 2009, aunque en ningún caso este dato es atribuible a Jeter, que siempre ha dado la cara por su equipo.
Lo que nos lleva a este año, 2010, el último del contrato de Jeter. Muchos aficionados, de los Yankees y del baseball en general, se preguntan qué va a pasar con Jeter al final de esta temporada. De momento, lo primero que hay que tener claro es que la temporada no ha terminado, así que siendo sensatos deberíamos esperar al final de la temporada para empezar con las especulaciones, y más teniendo en cuenta que los Yankees son uno de los principales candidatos al título. Pero como de sensatos tenemos lo justo y además, tampoco nos hace una ilusión especial que los Yankees vuelvan a ser campeones, vamos a dar un poco de juego a las especulaciones.
Aunque ya tenga 36 años la opción más lógica parece renovarle, pero ¿cuánto dinero merece un jugador de esa edad y cuántos años va a poder aguantar en la élite? Los fans más acérrimos de los Yankees quieren renovarle a cualquier precio y por los años que pida, pero hay gente que no lo tiene tan claro. Sus habilidades, y en concreto sus habilidades defensivas, han empezado a bajar en los últimos años, y hay expertos que dicen que Jeter sólo tendría cabida en los Yankees del futuro como DH. Incluso hay otros que se han aventurado a decir que, debido al bajón en su movilidad lateral, Jeter podría trasladarse a primera base en 2011, aunque esta teoría se rechaza fácilmente si tenemos en cuenta que los Yankees ya cuentan en sus filas con jugadores como Mark Teixeira o Lance Berkman. En cualquier caso, lo que nadie se plantea es que Derek Jeter fiche por otro equipo, con lo que las opciones parecen ser los Yankees o el retiro. Parece imposible que Jeter se vaya a retirar justo ahora, pero realmente tampoco es tan mala opción. Jeter es una cara muy conocida del mundo del baseball, ha rodado infinidad de anuncios (Gatorade, VISA, Gillette y muchos otros), ha salido en programas de televisión y en las portadas de muchos videojuegos de la MLB. Además, ser el jugador franquícia de los Yankees le ha dotado de mucho carisma y de bastante habilidad para tratar a las masas. Vamos, que es cuestión de tiempo que Jeter se acabe convirtiendo en analista o comentarista deportivo como ya han hecho muchos otros jugadores con anterioridad. La cuestión es si lo hará ahora o si lo hará cuando se retire dentro de algunos años.
En cualquier caso, los que tienen que decidir son los Yankees, y tienen ante sí una difícil papeleta. Dice el refrán que es renovarse o morir, y sí que es cierto que el Jeter de este año está a un nivel más bajo que el del año pasado, pero por otro lado tenemos a un jugador que ha sido seleccionado 11 veces en el All-Star, ha sido 4 veces Silver Slugger y ha conseguido ser 4 veces Gold Glove (entre muchas otras hazañas) y, lo que es más importante, un jugador que lleva 18 años al servicio de los Yankees y que durante este tiempo se ha convertido en su líder de toda la historia en hits conseguidos (por delante de gente como Babe Ruth o Lou Gehrig). Según mi punto de vista, la balanza pesa mucho más de un lado que del otro, pero al fin y al cabo yo no decido.
Lo único que puedo hacer yo es profesarle mi admiración y desearle lo mejor. Porque aunque sea de los Yankees, se lo merece.