La franquicia consigue así su 27º campeonato en la MLB.
No hubo más historia en la vuelta de las Series Mundiales 2009 al Bronx. NY Yankees derrotó a Philadelphia Phillies por 7 a 3 y se llevó el título de las Grandes Ligas. Parte alta de la novena entrada con Mariano Rivera en el montículo. Dos outs y los Yankees a punto de recibir el testigo de los Phillies como campeones de las Series Mundiales. Situación familiar para el veterano lanzador que ya se ha visto en esta tesitura años atrás. Victorino bateaba a la derecha, la bola le llegaba a Robinson Cano, que plácidamente se la dejaba a Texeira para que cortara la base ante la explosión de alegría del nuevo Yankee Stadium.
Sexto partido sentenciado pasado el ecuador del choque
El sexto duelo de las Series Mundiales 2009 en el nuevo Yankee Stadium se presentaba como un duelo de pitchers veteranos que se enfrentaban por primera vez en Playoffs. Andy Pettitte, 37 años, el lanzador con más victorias en la historia de la postemporada, la última en el tercer partido en Filadelfia, y Pedro Martínez, 38 años, que hizo un buen papel en el segundo choque de la eliminatoria pese a la derrota de los Phillies. Martínez se llevó un serio correctivo y tuvo que ser cambiado tras cuatro entradas donde acumuló cuatro carreras. Al terminar la tercera los «Yanks» dominaban ya por 4-1 con Hideki Matsui como indudable protagonista tras un home run de dos carreras y un single que posibilitó otras dos con las bases cargadas tras varios errores del pitcher visitante. «Mi primer y ansiado objetivo cuando firmé por los Yankees era conseguir las Series Mundiales«, comentaba el bateador japonés al final del partido, declarado MVP de las Finales con tres home runs, más los 6 RBI’s del sexto partido (récord en World Series). «Probablemente este es el mejor momento de mi vida«, continuaba afirmando Matsui, que empezó a debilitar a un lento Pedro Martínez en la segunda entrada. El lanzador no pudo absorber el acierto ofensivo Yankee y Charlie Manuel decidió relevarlo al empezar la quinta.
Pero el remedio fue peor que la enfermedad, pues ni Chad Durbin ni J.A. Happ supieron tapar la racha local. La quinta entrada fue la que hizo la montaña más empinada para los Phillies, otra vez con Matsui como protagonista con un doble 7-1 para los Yankees. La otra parte de la gloria del choque cayó del lado del lanzador local, Andy Pettitte, que prolongó su leyenda como el pitcher más ganador en la historia de los Playoffs (18 victorias). Pettitte controló desde el montículo el partido en todo momento, con pocos contratiempos ante un line-up de los Phillies inoperante. «Ganar el título es lo que programas en tu mente en los entrenamientos de primavera«, comentaba ante la prensa el veterano lanzador sobre el título. El único lunar, el home run de dos carreras de Ryan Howard en la sexta entrada que puso el 7-3 en el luminoso y algunos halos de esperanza para Philadelphia.
Rivera, al montículo para cerrar las series
El mejor cerrador de las Grandes Ligas saltó al Yankee Stadium a cumplir el papel que lleva desempeñando desde hace más de una década: finiquitar los partidos. Pettitte dejó a Jabba Chamberlain el partido completado pero en la séptima un poco de drama se añadió al choque. Dos outs a favor de Jabba pero la primera y segunda base cargadas y en el turno de bateo Chase Utley, con 5 home runs a sus espaldas en las series, los mismos que el equipo entero de los Yankees en los cinco primeros partidos. Dámaso Marte sustituyó a Chamberlain para despachar a Utley y finiquitar las pocas esperanzas Phillies. La octava y la novena era coser y cantar para Mariano Rivera que en estas tesituras es el más fiable, excepto aquél séptimo partido de las Series Mundiales 2001 en Arizona. «No podría estar más feliz de lo que estoy ahora«, comentaba ante los medios el veterano jugador Yankee. Victorino era el último eliminado: 7-3 final y NY Yankees alcanzaba el vigesimoséptimo cielo con el gentío enloquecido en el Bronx.
4-2 en la eliminatoria: justa y merecida victoria de Nueva York
No se alcanzaba un sexto partido en el Clásico de Otoño desde 2002 entre Anaheim Angels y San Francisco Giants. Previsiblemente, era el camino que tenían que tomar unas series que se antojaban como muy disputadas entre el mejor equipo de este año en la Liga Regular y el campeón de 2008. El primer partido con victoria de los «Phils» y que robaba el factor campo a los «Yanks» fue sólo un espejismo de lo que iba a ser el resto de las Series Mundiales. Los Yankees ganaban los tres siguientes partidos, dos de ellos en el Citizens Bank Park de Filadelfia, con un sólido montículo (A.J.Burnett, Pettitte y CC Sabathia) y su line-up actuando de apisonador a partir del tercero. Sólo Cliff Lee ha destacado en los campeones de 2008, ganando en los dos partidos que picheó. Mientras, la ofensiva de Philadelphia ha estado totalmente inoperante y ausente, empezando por la estrella Ryan Howard y siguiendo por Jimmy Rollins. Las únicas señales de fuerza han venido de Chase Utley, que ha acumulado 5 home runs en el Clásico de Octubre, y Carlos Ruiz y Raul Ibáñez, los más regulares en los seis partidos en cuanto a hits.
Dinastía Yankee
Nueve años después NY Yankees vuelve a ganar unas Series Mundiales. «Es un sentimiento mejor del que recordaba«, comentaba el capitán Derek Jeter, que con éste consigue su quinto anillo junto a Pettitte, Rivera y Posada. «Te das cuenta lo difícil que es alcanzar esto«, continuaba Jeter. «Esto es para lo que la familia Streinbrenner se ha esforzado año tras año«, declaraba el manager Yankee, Joe Girardi, que en su segundo año en el banquillo neoyorquino ha alcanzado el título de las Grandes Ligas. «No podría estar más feliz después de todo lo que he pasado, y lo que me ha apoyado esta ciudad, la familia Streinbrenner y mis compañeros«, afirmaba A-Rod, el jugador mejor pagado de la MLB, que consigue el primer anillo de su carrera.