El pasado 6 de agosto, Ken Griffey Jr., recientemente elegido al Salón de la Fama, recibió de la organización de los Seattle Mariners el honor de que su número en dicho equipo, el 24, fuera retirado de manera que nadie en la franquicia nauta podrá lucir dichos dígitos en su uniforme. Ha sido el primer jugador del equipo en recibir ese honor, un privilegio reservado a los jugadores que dejan huella imborrable en su equipo.
Es tradición arraigada en los deportes a nivel profesional y universitario en los Estados Unidos rendir el mayor homenaje posible a sus jugadores más representativos que dejaron huella en los equipos con el retiro del numero que lo identificó, regularmente por sus hazañas deportivas y en ocasiones en conmemoración de algún hecho especial en el que el homenajeado haya participado. El deporte precursor de esta práctica fue el hockey, cuando en 1934 los Toronto Maple Leafs, rindieron ese honor a Irvine «Ace» Bailey al retirar la casaca número 6 usada por el jugador canadiense.
En el béisbol, emularon por primera vez ese honor los New York Yankees, quien en el marco del homenaje rendido el 4 de julio de 1939 al gran Lou Gehrig por su despedida prematura del deporte, el histórico número 4 del «Caballo de Hierro» es retirado, por lo cual ningún Yankee volvería a utilizarlo.
El hecho que se retire un número en homenaje a un jugador es un privilegio reservado para los mejores en el club. Para muchos, luego de ser entronizado en el Hall of Fame, es el mayor honor que puede recibir un jugador. El retiro del número pasa por el reconocimiento del guarismo que llevaba el jugador con la identidad y logros que dicho jugador tuvo en la divisa que le otorga ese reconocimiento. Hasta el presente, 159 personas han sido homenajeadas con este tipo de eventos, en su mayoría jugadores pero managers, coaches y hasta directivos han sido objeto de este honor. En este contingente se incluyen 15 latinos, Pedro Martínez (Red Sox), Minnie Miñoso y Luis Aparicio (White Sox), David Concepción y Tony Pérez (Reds), José Cruz (Astros), Rod Carew (Twins y Angels), Tony Oliva (Twins,) Jorge Posada, Bernie Williams y Mariano Rivera (Yankees), Roberto Clemente (Pirates), Juan Marichal y Orlando Cepeda (Giants) y Roberto Alomar (Blue Jays).
Por otra parte, es tan fuerte la relación de un jugador con su número, que son frecuentes los casos cuando un jugador consolidado es contratado por un nuevo club y el número que lo identifica lo lleva otro jugador, entonces el recién contratado le solicita el número que lo identifica a su poseedor a cambio de favores y recompensas. También ha habido casos cuando el número del recién contratado pertenece a un inmortal del equipo cuya cifra está retirada, en esos casos y con la anuencia del jugador en honor a quien retiraron el número, se puede acceder a que el mismo sea usado por el jugador recién llegado tal como ocurrió cuando Omar Vizquel fuera contratado por los Chicago White Sox y solicitó utilizar la camiseta número 11 perteneciente al inmortal Luis Aparicio.
Los números en los uniformes
Ahora bien, es interesante comentar que no siempre hubo un apego entre el jugador y su número, es más, por mucho tiempo los jugadores de la Gran Carpa no lucían número alguno en su uniforme. No fue sino hasta 1916 que los Cleveland Indians se convirtieron en el primer equipo en las Ligas Mayores en utilizar números cuando identificaron a sus jugadores colocándoles dígitos en la manga izquierda de sus uniformes.
Sin embargo, ese experimento solo se extendió por algunas semanas, abandonándose al final de la temporada. Posteriormente, en 1923 los Saint Louis Cardinals hicieron lo propio con sus jugadores, aunque no fue una experiencia satisfactoria según contaba Branch Rickey, manager de los pájaros rojos en ese momento: «Los jugadores eran ridiculizados por los fanáticos rivales y los jugadores de los otros equipos… el efecto sobre el equipo era perjudicial por lo que los números fueron eliminados.»
Finalmente, fueron los Yankees y los Indians de 1929 quienes de manera permanente asignaron los números a su equipo. Curiosamente muy poco tuvo que ver la preferencia del jugador con esta asignación, puesto que los ocho primeros números enteros fueron asignados a los jugadores de la alineación del primer juego de la temporada. Ejemplo de ello tenemos la alineación de los Mulos del Bronx del 18 de abril de 1929:
- 1- Earle Combs, CF
- 2- Mark Koenig, 3B
- 3- Babe Ruth, RF
- 4- Lou Gehrig, 1B
- 5- Bob Meusel, LF
- 6- Tony Lazzeri, 2B
- 7- Leo Durocher, SS
- 8- Johnny Grabowski, C
Ya para la década de los 30 el resto de los equipos adoptó la práctica, siendo los Philadelphia Athletics los últimos en colocarlos en sus uniformes en 1937.
Datos interesantes
En la actualidad, la mayoría de los equipos de las Grandes Ligas han rendido homenaje a alguno de los peloteros que jugaron para sus divisas. Obviamente los equipos de mayor tradición e historial son los que han multiplicado este gesto para varias de sus estrellas inmortales.
Por ello no es de extrañar que sean los New York Yankees el equipo con más números retirados, un total de 21 jugadores han recibido el honor, con la curiosidad que a dos de ellos (Yogi Berra y Bill Dickey) vistieron el mismo número 8, por lo que son 20 los números retirados por los Bombarderos. Son tantos que en los uniformes de los Mulos no hay ninguno de un solo dígito, puesto que desde el 1 hasta el 9 están retirados salvo el 2 que lo usaba Derek Jeter retirado en 2014, quien seguramente será honrado en su propia ceremonia con el retiro del número.
En el otro extremo, los Miami Marlins no le han concedido el honor a ningún jugador en los 23 años transcurridos desde su fundación. En algún momento de su historia el equipo del sur de la Florida retiró el número 5 en honor a su primer presidente, Carl Barger, fallecido antes que los Marlins debutaran en 1993 (era el número de su jugador favorito, Joe Di Maggio). Sin embargo, posteriormente el número fue reinstalado habiéndose utilizado por tres jugadores de los peces (en el roster actual ningún jugador lo está utilizando).
El número que más se repite entre los jugadores homenajeados es el 20, diez equipos lo han retirado, en honor a nueve jugadores. Ello es debido a que el 20 fue el número utilizado por Frank Robinson con los Baltimore Orioles y Cincinnati Reds, habiendo recibido el honor de ambas divisas.
Once jugadores, incluyendo a Robinson, han recibido el homenaje de al menos dos equipos de las Mayores siendo Nolan Ryan el único jugador quien lo ha recibido de tres franquicias: los California Angels, quienes retiraron el número 30 que vestía Ryan durante su estadía con los celestiales y el número 34 utilizado por «El Expresso» retirado tanto por los Houston Astros como los Texas Rangers.
Así como los Yankees retiraron el número 8 por dos jugadores, lo propio lo hicieron los Chicago Cubs con el número 31 en honor a los lanzadores Fergunson Jenkins y Greg Maddux y los extintos Expos de Montreal reservaron el honor para Andre Dawson y Rusty Staub, quienes portaban el número 10 en el uniforme. A propósito, es menester señalar que los Washington Nationals, herederos de los de Quebec, no han retirado aún ningún número en honor a algún jugador de la divisa, situación que se entiende debido a la reciente historia del club (2005).
El dígito más elevado que ha sido retirado en honor a un jugador es el 72, que los Medias Blancas de Chicago retiraron en honor a su receptor Carlton Fisk el 14 de septiembre de 1997. Cabe destacar que los Saint Louis Cardinals retiraron el 85 en honor del histórico dueño de la franquicia, August Busch Jr. (coincidía con su edad al momento del homenaje). Además del antiguo dueño de los Cardenales, los Milwaukee Brewers y los California Angels hicieron lo mismo con sus antiguos propietarios, Bud Selig y Gene Autry, retirando el 1 y el 26 respectivamente.
Los Cleveland Indians rindieron homenaje a su afición «retirando» el número 455 en recuerdo a los 455 sell outs seguidos verificados en el Jacobs Field (actual Progressive Field) entre 1995 y 2001.
Algunos equipos han querido honrar a grandes jugadores que no utilizaron número durante su estadía en el club. Casos como los de Ty Cobb con los Detroit Tigers, Roger Hornsby con los Saint Louis Cardinals, Christy Mathewson y John McGraw con los San Francisco Giants y Grover Cleveland Alexander con los Philadelphia Phillies son ejemplo de ello. Caso curioso el de Chuck Klein, también jugador de los cuáqueros por 15 campañas, que a diferencia de los casos citados utilizó ocho números distintos por lo que la organización optó por no seleccionar ningún número en su homenaje.
Honus Wagner, gran jugador de los Pittsburgh Pirates. si bien no usó número durante sus 18 torneos con los Bucaneros, le fue retirado en su honor el 33 el 16 de febrero de 1952, número que utilizó cuando se unió al equipo como coach.
El 42 de Jackie Robinson
El 15 de abril de 1997 se conmemoró el quincuagésimo aniversario del debut de Jackie Robinson con los Brooklyn Dodgers rompiendo la barrera racial en las Mayores. Dentro de los homenajes hechos para celebrar la gesta, el comisionado de la MLB para la época, Bud Selig, notificó la decisión de retirar el número 42 en todos los equipos de las Grandes Ligas. Sólo los 13 jugadores que usaban dicho número por aquel entonces podían seguir usándolo, destacándose entre ellos el panameño Mariano Rivera. En el mismo sentido, cada 15 de abril todos los jugadores de las mayores portan el 42 como homenaje al gran Jackie Robinson.
Mariano Rivera y Bruce Sutter, excelsos relevistas, tienen el placer de ver retirado el 42 en las organizaciones de los New York Yankees y los Saint Louis Cardinals respectivamente, compartiendo el honor en sus equipos con el jugador de los Dodgers.
Actualmente hay un movimiento aupado por varios ex jugadores de Grande Ligas latinos para que sea retirado el número 21 de todos los equipos en honor al gran Roberto Clemente, quien representa los más elevados valores dentro y fuera del terrero del jugador latinoamericano.
Tal como Jackie Robinson, el cometa de Carolina Roberto Clemente, a quien los Pittsburgh Pirates le retiraron su número 21 en ceremonia efectuada el 6 de abril de 1973, dejó una huella imborrable en las Mayores como gran jugador y mejor persona, con gran sensibilidad social y defensa de los derechos del pelotero latino. Clemente entregó su vida la noche del 31 de diciembre de 1972 al morir en un accidente aéreo cuando viajaba a Nicaragua para llevar alimentos y medicamentos a las víctimas del terremoto que asoló a esa nación centroamericana.