“Estos cambios representan un paso adelante en nuestros esfuerzos por acelerar el ritmo de los partidos», manifestó el comisionado de MLB Rob Manfred mediante un comunicado explicativo de las nuevas reglas que regirán la MLB en esta temporada 2015. «El punto inicial más importante para mejorar el ritmo de un partido promedio involucra el entrar y salir de las pausas sin mayores demoras. Además de esto, la regla de la caja de los bateadores ayudará a acelerar una acción básica del juego».
«No importa lo que ellos hagan, el juego no se va a acelerar. Esa es la conclusión. Cuando discutes por un pitcheo, y ellos tienen que revisarlo, eso toma tiempo. ¿Eso es culpa de nosotros? No. Es culpa de ellos. Pero nosotros tenemos que seguir jugando el partido.», contestó el jugador de los Red Sox David Ortiz. “Ellos hacen sus reglas, pero no nos hablan a nosotros, los bateadores…si ellos quieren hacernos eso a nosotros, se lo deberían hacer a los lanzadores también. Nosotros no somos los únicos en este juego”, Ortiz dijo, siempre tan sincero ante los micrófonos como certero al bate.

Lo cierto es que las nuevas reglas, diseñadas entre otros por el jefe del dominicano, Tom Werner, quien integró el comité encargado de evaluar las reglas para mejorar el ritmo de los partidos, y que han sido objeto de acuerdo con la Asociación de Jugadores, han generado una importante polémica. Para muchos no van a servir para hacer más vivo el juego sino que, en contra de la inercia histórica de adaptar las normas en beneficio de la ofensiva, y de las nuevas reglas que regirán en las menores Doble A y Triple A (entre otras, se cantará bola si un pitcher no inicia su lanzamiento en 20 segundos desde que reciba la bola del catcher o el árbitro), parecen buscar únicamente evitar la larga duración de los partidos, sin reparar en el impacto que sobre la anotación puedan alcanzar.
En lo fundamental los cambios van dirigidos a que los bateadores mantengan un pie dentro de la caja de bateo (excepto en el caso de haber ejecutado el swing, foul o si el bateador es golpeado por el lanzamiento), una mayor rapidez en la revisión de jugadas (solicitud del entrenador desde el banquillo y sin necesidad de abandonar el mismo en todo el proceso) o celeridad en la reanudación de los partidos entre entradas y en los cambios de lanzadores.
Si bien, a diferencia de lo acontecido en las ligas menores, no se ha incorporado el reloj de lanzamiento, la MLB informará a los equipos cual sería la incidencia en sus lanzadores en el supuesto de que en un futuro se incorpore la regla.
No se trata de meras intenciones, los jugadores o técnicos que infrinjan las normas serán advertidos y los reincidentes serán castigados con multas que pueden llegar a los $500. «Bueno, pues podría quedarme sin dinero», no se resigna ‘Big Papi’, pero para el comité encargado de proponer las nuevas reglas el objetivo no es la sanción si no el cambio de hábitos. No podemos olvidar que la duración media de un partido durante 2014 fue de tres horas y dos minutos frente a las dos horas y treinta y tres segundos de 1981.
“Si establecemos el reloj para los pitchers, estaremos eliminando la belleza de este deporte.”, son declaraciones del pitcher de los Cubs, Jon Lester.
Tal vez con las nuevas reglas no esté lloviendo a gusto de nadie.