La semana pasada se dio a conocer una lista de jugadores, muchos de ellos estrellas de la liga, que podrían estar implicados en casos de dopaje. Sí, otra vez. Parece que uno de estos capítulos planea de nuevo sobre el baseball y además con nombres y apellidos importantes.
Álex Rodríguez, Melky Cabrera y Ryan Braun son los nombres que más fuerza han adquirido de una lista de probablemente más 20 jugadores que entre 2009 y 2012 habrían consumido PED (Performance-enhancing drugs, lo que en español sería sustancias dopantes para mejorar el rendimiento) suministradas en la ya extinta clínica Biogenesis of America en Coral Gables (Miami).
Otros nombres unidos al caso serían los de Nelson Cruz (Rangers) Bartolo Colon (Athletics), Francisco Cervelli (Yankees), Jesus Montero (Mariners), Jhonny Peralta (Tigers) y Everth Cabrera (Padres).
Según se ha comentado, el fundador de esa clínica Anthony Bosch podría estar dispuesto a colaborar con la MLB en todo lo que fuese necesario y cualquier pista que pueda dar podría resultar clave en la investigación para sancionar a los jugadores implicados. Aún así, lo único que se sabe es que Bosch ha negado repetidas veces que él no ha suministrado sustancias ilegales ningún jugador. Si realmente ha suministrado estas sustancias, lo admite y se decide a colaborar con la MLB, estaríamos hablando de uno de los mayores casos de dopaje en la historia del deporte profesional americano.
Todos los jugadores que han visto su nombre salpicado por este tema la semana pasada negaron su implicación en el caso. Por ahora no hay nada claro, incluso el director de la Major League Players Association (MLBPA) Michael Weiner, ha dicho que es muy prematuro aún acusar a cualquier jugador de haberse dopado. Uno de los casos que se ha mirado con más atención, Álex Rodríguez, dice que se negó ser paciente de Anthony Bosch el pasado mes de marzo, pero aún así el diario local Miami New Times tendría una serie de documentos en su mano que demostrarían que A-Rod sí fue paciente suyo y que podría haber obtenido estas sustancias prohibidas.
La sombra del dopaje vuelve a sobrevolar al baseball americano, sobre los valores del deporte y sobre la necesidad de algunos jugadores con sueldos altísimos e importantísimos contratos tanto profesionales como publicitarios de ‘hacer trampas’ para superar al adversario.
También habrá que tener en cuenta, si finalmente se aplican sanciones, cuantos partidos le caerán a cada jugador y lo que pueda perjudicar a las aspiraciones de los equipos implicados.
Los últimos ejemplos de sanciones impuestas por dopaje en la MLB en el último año han sido las de Guillermo Mota (100 partidos), Freddy Galvis (50 partidos), Marlon Bryd (50 partidos), Melky Cabrera (50 partidos), Bartolo Colón (50 partidos), Yasmani Grandal (50 partidos) y Carlos Ruiz (25 partidos).
Pese a todos los esfuerzos impulsados durante años en la MLB y pese a que se han endurecido las penas y los controles, estos casos siguen saliendo a la luz y parece que todavía hay más trabajo por delante para intentar erradicar por completo este problema. Hay que entender que pretender que nadie se dope en cualquier deporte, en el baseball en este caso, es muy complicado y que tendrá que pasar mucho tiempo para que pueda convertirse en una realidad.
De hecho, una de las últimas medidas tomadas fue en enero de este año. El comisionado de las Grandes Ligas Bud Sleig anunció que la MLB será la primera de las ligas profesionales de Estados Unidos en usar los controles HGH (Human Growth Hormone).
Todos los esfuerzos que se hagan serán muy útiles para el deporte y para el baseball, uno de los deportes más practicados y seguidos de todo Estados Unidos. Todos deseamos que esta nueva polémica se solucione cuanto antes, que sean cuantos menos los jugadores realmente implicados, pero los que lo estén, que paguen su sanción por incumplir las reglas del juego.