A principios de 2016, en medio de la temporada muerta de béisbol de las Grandes Ligas, Alex Gordon, jardinero de los Kansas City Royals, considerado uno los agentes libres más cotizados de la offseason, asombró el mundo del Big Show al firmar nuevamente con los recién coronados campeones mundiales. Gordon decidió quedarse con el mismo equipo donde ha permanecido desde su debut en las Mayores en 2007.
Gordon, quien fuera la primera selección de los Monarcas y la segunda en general del Draft de 2005, tomó una decisión no muy común en estos tiempos de grandes y onerosas contrataciones, permanecer en la única organización de la cual ha formado parte como jugador profesional.
Desde el principio de las Mayores, los propietarios trataban a los jugadores de su equipo como un artículo de su propiedad amparados en la cláusula de reserva que imperaba las relaciones laborales de los peloteros. El propietario, conjuntamente con su cuerpo técnico, decidían si debía cambiar a sus jugadores con otro equipo; mientras ello no ocurriese los jugadores estaban atados a un mismo club.
Fue a raíz de la eliminación de la referida cláusula, en la histórica decisión en diciembre de 1975 del árbitro Peter Seitz quien le diera la razón a los jugadores Andy Messersmith y Dave McNally para la desaplicación de la cláusula de reserva, cuando nace la figura del agente libre entre otros efectos, muy bien explicado por el abogado especialista en derecho deportivo Arturo Marcano, que dificultó aún mas la figura del jugador que pasa toda su carrera en una misma franquicia.
En las Grandes Ligas, no son muy frecuentes los jugadores que pueden jugar al menos dos décadas en el béisbol de las Mayores, por lo que llegar a ese hito es algo admirable. Esta hazaña aún es más excepcional cuando el jugador permanece ese periodo con una sola divisa, ello demuestra calidad y durabilidad, aunado a una noción de lealtad y compromiso muy difícil de observar en la época actual.
En los más de 140 años de las Grandes Ligas, sólo ha habido 18 jugadores que pasaron veinte o más temporadas con su único equipo en las Mayores, siendo los miembros del Hall of Fame Brooks Robinson y Carl Yastrzemski quienes con 23 torneos en los Baltimore Orioles y Boston Red Sox, respectivamente, fijaron el record vigente. Conforman este prestigioso club, además de los nombrados: Al Kaline, Stan Musial y Mel Ott, quienes pasaron 22 campañas con los Detroit Tigers, St. Louis Cardinals y New York Giants, respectivamente; George Brett, Walter Johnson, Ted Lyons, Cal Ripken y Willie Stargell, transcurrieron su vida profesional de 21 torneos en los Kansas City Royals, Washington Senators, Chicago White Sox, Baltimore Orioles y Pittsburgh Pirates; y pasando dos décadas en sus conjuntos están Luke Appling, Craig Biggio, Red Faber, Tony Gwynn, Mel Harder, Derek Jeter y Alan Trammell, quienes se uniformaron para los Chicago White Sox, Houston Astros, San Diego Padres, Cleveland Indians, New York Yankees y Detroit Tigers. Sólo los tres últimos nombrados no tienen una placa en Cooperstown (aunque con el caso de Jeter es menester que cumpla el periodo de elegibilidad para recibir ese honor).
Entre los jugadores activos, tienen la mayor longevidad con una misma y singular divisa los inicialistas Ryan Howard (Philadelphia Phillies) y Joe Mauer (Minnesota Twins), el antesalista David Wright (New York Mets) y el receptor boricua Yadier Molina (St. Louis Cardinals). Todos ellos llevan trece años en sus equipos.
A continuación una semblanza de los dos jugadores con mayor tiempo en un solo equipo.
Brooks Robinson, la aspiradora humana
Brooks Calbert Robinson arribó a las Grandes Ligas con su único equipo, los Baltimore Orioles, después de haber jugado por 95 juegos en las Ligas Menores. Debutó a los 18 años de edad en 1955, en jornada contra los Washington Senators, trayendo a home la primera de sus 1.357 carreras con los Orioles que recién concluían su segunda temporada en Maryland luego de haber traído la franquicia desde Saint Louis.
Robinson, quien era un zurdo natural pero bateaba y lanzaba a la derecha, alineó normalmente sexto en el turno de bateo y tercera base en la defensa, posición que ocupó en 2.870 encuentros durante toda su carrera, cifra tope entre todos los antesalistas que han actuado en el Big Show. Dueño de una excelsa defensiva, fue galardonado con 16 guantes de oro ganados de forma consecutiva. A él le pertenecen casi todas las marcas defensivas para jugador de la esquina caliente:
- 2.697 outs realizados (putouts). El segundo de la lista solo llegó a 2372.
- 6.205 asistencias. Su más cercano escolta obtuvo 5.279.
- 618 double plays. El antesalista que más se aproxima a esa cifra es el aún activo Adrian Beltré con 491.
- Sólo cometió 263 errores en la posición. Con lo cual obtuvo un porcentaje de fildeo de .971, tope entre los terceras bases, siendo 11 veces líder de esa estadística en su carrera.
- Además obtuvo 293 de total zone runs, mayor cantidad de todos los defensores. Esta estadística mide la cantidad de carreras evitadas por las acciones defensivas del jugador. El jardinero Andruw Jones con 242 es quien lo sigue en la lista.
Sin embargo, Brooks Robinson no sólo era defensiva, también tuvo aporte interesantes a la ofensiva logrando conectar 2.848 hits y 268 vuelacercas, para fijar un promedio ofensivo de .267. Su mejor campaña fue 1964 en la cual recibió el MVP, cuando intervino en 163 juegos e impulsó 118 carreras, cifras tope en la Liga Americana, con 28 cuadrangulares y una media de bateo de .317.
El antesalista eterno de los Oropéndolas participó en cuatro Series Mundiales, siendo parte de los equipos campeones de 1966 y 1970 cuando los Orioles se titularon ante Dodgers y Pirates respectivamente. En 1970 fue seleccionado MVP de la Serie Mundial bateando de 21-9, .429 de promedio y con 2 HR, realizando varias de las más extraordinarias jugadas defensivas que se recuerden en Series Mundiales.
Brooks Robinson se retiró como jugador activo con sus amados Orioles, tomando su último turno al bate el 5 de agosto de 1977, finalizando su ilustre carrera dejando una huella imborrable en la historia de las franquicia: Es segundo en el equipo en juegos (2.896), veces al bate (10.654), hits (2.849), carreras anotadas (1.232), bases alcanzadas (4.270), dobles (482) y carreras empujadas (1.357), solamente superado por el mítico Cal Ripken jr.
El 14 de abril de 1978, previo al primer juego en casa de los Orioles, el número 5 utilizado por Robinson durante la mayor parte de su trayectoria profesional en el equipo fue retirado como homenaje a «Mr. Oriol». En 1983 resultó elegido al Salón de la Fama en su primera oportunidad con el 89,2% del voto de los periodistas.
Roy Firestone, quien fuera presentador en ESPN del programa de entrevistas Up Close y fanático de los Orioles desde su juventud, emitió un discurso en el marco de la develación de la estatua de Brooks Robinson en el Oriole Park en Camden Yards, donde describe las características como gran pelotero y mejor persona del jugador.
Carl Yastrzemski, el hijo del cultivador de papas
Carl Michael Yastrzemski, era hijo de inmigrantes polacos dueños de una granja de papas. Yaz, como fuera conocido, fue un gran atleta en la escuela secundaria en baloncesto y béisbol. Fue firmado por los Red Sox en 1958 para debutar con los patirrojos el 11 de abril de 1961 en derrota ante los Kansas City Athletics. Yastrzemski, quien ocupó la pradera izquierda, tenía la enorme responsabilidad de llenar la vacante dejada por el gran Ted Williams, quien se había retirado en la campaña anterior. Los Medias Rojas tuvieron el privilegio de ver en la mayoría de sus juegos por casi cincuenta años desde 1939 hasta 1988 a tres futuros miembros del Hall of Fame: Ted Williams, Carl Yastrzemski y Jim Rice.
Yastrzemski, quien a la ofensiva se paraba a la zurda en el cajón de bateo y obtuvo un promedio vitalicio de .285, era un jugador completo que dominaba todos los aspectos del juego: era un jugador de contacto, logró conectar 3.419 imparables ocupando la novena casilla en este prestigioso departamento; obtuvo tres títulos de bateo y nunca fue ponchado en 100 o mas ocasiones durante su carrera; tenía poder, arribó a 452 vuelacercas convirtiéndose en el primer jugador de la Liga Americana que alcanzaba los 3.000 hits y los 400 HR (luego se incorporó Cal Ripken JR.); era muy oportuno, llegó a impulsar 1.844 carreras; e inclusive mostraba velocidad al robar 168 bases en los 23 campeonatos que jugó.
Defensivamente, el hijo de polacos también fue superior,como custodio del famoso monstruo verde del Fenway Park. Logró 177 asistencias y fue galardonado con 7 guantes de oro.
Yastrzemski fue convocado a 18 juegos de estrellas, siendo elegido MVP del clásico en 1970 a pesar de pertenecer a la escuadra perdedora. El jardinero de los Medias Rojas tuvo su campaña de ensueño en 1967 cuando alcanzó la triple corona en una de las temporadas ofensivas más extraordinarias en plena época del pitcheo. Yastrzemski conectó 44 HR (empatado con Harmon Killebrew), empujó 112 carreras y obtuvo un promedio de bateo de .326, llevando a los Red Sox a su primera Serie Mundial desde 1946, en la cual cayeron en siete desafíos contra los Saint Louis Cardinals de Bob Gibson a pesar del gran esfuerzo de Yaz, quien conectara 3 cuadrangulares e impulsara 5 carreras bateando de .400. Al término de la temporada, fue elegido jugador más valioso (ese fue el único MVP logrado por el jugador en su carrera). Esa temporada de Yastrzemsk, resultó histórica, alcanzando un WAR de 12.4, la tercera mejor marca para una temporada en la Gran Carpa, soló superado por Babe Ruth quien lograra 14.1 y 12.9 en las temporadas de 1923 y 1921 respectivamente.
El gran jugador de los Medias Rojas también formó parte del equipo de Massachusetts en el Clásico de Otoño de 1975 cuando cayeron ante la gran «maquinaria roja» de los Cincinnati Reds en siete juegos, en la que es considerada como una de las mejores Series Mundiales de la historia.
Yastrzemski jugó su último partido con la casaca de los Red Sox el 2 de octubre de 1983, cuando alineó como quinto bate y left field ante los Cleveland Indians. El juego fue ante una asistencia de 33.491 fanáticos que plenaron el Fenway Park para ser testigos del retiro de su ídolo. Al término de su carrera, Carl Yastrzemski era propietario de la mayoría de las estadísticas ofensivas de su club: juegos (3.308, la mayor cifra para un jugador en un sólo equipo), veces al bate (11.998), hits (3.419), carreras anotadas (1.816), bases alcanzadas (5.539), dobles (646) y carreras empujadas (1.844), y segundo en cuadrangulares (452) detrás del legendario Ted Williams . El hijo de emigrantes polacos cumplió su tarea de sustituirlo con éxito.
El número 8 utilizado por Yastrzemski no es utilizado por nadie más en la novena de Nueva Inglaterra al ser objeto de retiro en ceremonia realizada en 1989, recibiendo su placa en Cooperstown como miembro del Salón de la Fama en su primera aparición en las papeletas de candidato con el 94,6% de los votos.
Brooks Robinson y Carl Yastrzemski son la representación de compromiso y longevidad con un equipo más resaltante que haya pasado en las Grandes Ligas y para ellos vaya este pequeño homenaje.
Como cosa curiosidad a comentar, en las antípodas del par de inmortales se encuentra el lanzador dominicano Octavio Dotel, quien en sus 15 temporadas en la Gran Carpa jugó con trece equipos diferentes.