El 24 de julio del presente año se cumple el 33º aniversario de uno de los incidentes mas llamativos y extraños sucedidos en la historia contemporánea del baseball de las Grandes Ligas. Se conoció como el «Pine Tar Incident» y el juego donde se enfrentaron los New York Yankees y los Royals de Kansas City, pasó a la historia como el «Pine Tar Game». Ese día de 1983 en la citada fecha, los Bombarderos y los Monarcas se encontraban jugando el encuentro final de una serie de cuatro desafíos en la sede del viejo Yankee Stadium; la jornada dominical implicó que el enfrentamiento fuera diurno iniciando a las 2pm con la asistencia de 33.944 aficionados.
Previo a la cita, los Yankees liderados por el polémico Billy Martin, se encontraban a dos juegos de los líderes de la división Este, Toronto Blue Jays, con una foja de 52 triunfos versus 40 derrotas; mientras que los Royals, cuyo manager era Dick Howser, se ubicaban en la tercera plaza de la división Oeste con un récord negativo de 44 lauros y 45 descalabros también ubicados a dos juegos de los Chicago White Sox, a la postre campeones de la división.
Los Yankees de 1983 estaban en medio de una dura etapa de transición con varias temporadas sin títulos, iniciada en 1982 y que se extendió hasta 1995, cuando perdieron la serie divisional ante los Seattle Mariners. Destacaban en su nómina los lanzadores zurdos Ron Guidry y Dave Righetti, y una ofensiva liderada por Dave Winfield y Don Baylor.
Los Reales por su parte ya no eran el equipo que predominaba en la división Oeste de la Liga Americana, sin embargo destacaban algunas figuras que un par de años después alcanzarían la primera Serie Mundial para la divisa. Con una débil rotación abridora encabezada por el siniestro Bud Black, pero con un excelente bullpen liderado por el especialista de la bola submarina Dan Quisenberry, basaban su ofensiva en el futuro Hall of Fame George Brett como la figura más destacada, secundado por el designado Hal MacRae y el inicialista Willie Mays Aikens.
No eran muy cordiales las relaciones entre los equipos que en la historia reciente se habían enfrentando en postemporada en cuatro oportunidades de los últimos siete años, siendo la ocasión más reciente la barrida de los Royals en 1980 allanando el camino para la primera cita en la Serie Mundial del equipo azul del estado de Missouri.
El duelo inició con un par de lanzadores zurdos al frente de ambas novenas, Shane Rawley por los Yankees y Bud Black por los Royals quienes se enfrascaron en un duelo de pitcheo por cinco entradas cuando el marcador favorecía a los Royals 2-1. El sexto tramo implicó la salida de ambos lanzadores, primero Rawley, quien al conceder la tercera rayita, fue relevado por el diestro Dale Murray; y en la parte baja del mismo episodio, Bud Black concedió tres carreras con lo cual los Yankees voltearon la pizarra 4-3, decretando la salida del zurdo de los Royals, quien fuera relevado a partir del séptimo tramo por Mike Armstrong. El marcador se mantuvo inamovible hasta el noveno inning cuando Dale Murray, quien aún permanecía en la lomita por los Mulos, rápidamente colgó dos outs al retirar a Don Slaught y Pat Sheridan. Luego se presentó a batear el campocorto U.L. Washington, quien con cuenta de dos strikes y cero bolas, conectó un rolling de hit al center field.
Llegó el turno de George Brett, quien había coleccionado dos sencillos en cuatro turnos. Brett estaba pasando por un buen momento ofensivo, habiendo llegado al juego con un promedio de .352 con 19 HR y 62 carreras impulsadas. Billy Martin, queriendo asegurar el juego, llamó desde el bullpen a su cerrador Rich «El Ganso» Goosage. Goosage, dueño de una poderosa recta, tenía la misión de hacer out a Brett y darle la victoria a los Yankees. Para ello hizo su primer lanzamiento una recta alta en la esquina de afuera que el antesalista de los Royals castigó con fuerza para que la bola se fuera de foul por el jardín izquierdo muy próximo a la linea de fair. Pasado el susto, Goosage repitió la recta alta y nuevamente Brett hizo swing y la bola cayó de jonrón en las gradas del jardín derecho; súbitamente los Royals tomaron la ventaja del juego 5-4.
Lentamente, George Brett fue recorriendo las bases mientras que en el plato ya se iban sucediendo los eventos que quedarían marcados en la historia de la MLB. El bate con el cual Brett conectó el cuadrangular fue tomado por el receptor de los Yankees Rick Cerone a instancias de Billy Martin sospechando que el estratega pudiera estar intentando una reclamación por el uso de un bate ilegal. Sin embargo, al no observar nada extraño lanzó el bate a la cueva del equipo visitante donde fue recogido por el bat boy Merritt Riley. El chico de 17 años no colocó el bate con el resto de los bates en la cueva de los Royals, sino que se lo entregó a umpire principal, Tim McClelland, atendiendo la reclamación de Billy Martin quien alegaba que el bate tenía más resina de pino de la permitida, y que por tanto Brett había conectado el home run con un bate ilegal (cabe destacar que Brett había utilizado el bate durante todos sus cinco turnos del juego).
Decisión arbitral
Tim McClelland, quien estaba en su primer año como árbitro de la Liga Americana, tenía bajo su responsabilidad decidir sobre el reclamo del manager de los Yankees que estaba basado en la regla 1.10(c) vigente para la época en la cual no se permitía el uso de sustancias para mejorar el agarre del bate (tales como la resina de pino) más allá de 18 pulgadas desde la base del bate. Según la citada regla, el bate que incumpliera dicha limitación debía ser retirado del juego.
Ya los Yankees venían haciéndole el seguimiento del famoso bate desde la serie anterior que estos equipos sostuvieron en Kansas City a principios de julio. Graig Nettles, el tercera base de los Mulos, fue el primero en darse cuenta de la irregularidad y se lo comunicó a Billy Martin, quien como zorro viejo esperó la mejor ocasión para dar parte de este hecho a los árbitros.
La oportunidad se presentó en el noveno inning del juego. Martin reclamaba que, al tener el bate más pine tar del permitido, debía declararse el bate ilegal y out del jugador en fundamento a la disposición 6.06 de las reglas vigentes. McClelland, en conferencia con el resto de los umpires, tomó la decisión de medir el bate para verificar la superficie con resina, ubicando como referencia el home plate (cuya medida es de 17 pulgadas por la parte frontal). Al determinar que el bate tenía resina más allá de los permitido (alrededor de 23 pulgadas), se dirigió a la cueva de los Royals y apuntando a Brett lo declaró out y por ende culminado el partido con la victoria de los Yankees.
George Brett salió disparado hecho un energúmeno para encontrarse con McClelland, quien de inmediato lo expulsó del juego; igual suerte corrió el manager de los Royals, Dick Howser, y el coach Rocky Colavito. Mientras tanto, la situación se convirtió en una lucha de parte del resto de los umpires y jugadores de los Royals tratando de impedir que Brett se acercase a McClelland. Paralelamente, el bate fue tomado por Gaylord Perry con la finalidad de hacerlo «desaparecer» en el resto de los bates de los Reales; finalmente el bate apareció y fue retenido por los árbitros para enviarlo a la Liga Americana para una revisión posterior, máxime cuando los Royals pusieron el juego bajo protesta.
Recobrada la calma, el juego terminó siendo Brett el último out del encuentro, sin embargo la historia estaba lejos de culminar.
Revisión de la medida
El caso se elevó a manos del presidente de la Liga Americana, Lee MacPhail, miembro de una familia ligada al baseball. MacPhail había sido directivo de los Yankees hasta la llegada de George Steinbrenner en 1974, siendo electo presidente del joven circuito desde ese año extendiéndose su período hasta 1984.
MacPhail revirtió la decisión de Tim McClelland alegando que el espíritu de la restricción de la norma era de carácter económico para evitar que por el exceso de resina se mancharan las pelotas, lo que aumentaría desproporcionadamente el número de las mismas por partido. Afirmó que en situaciones parecidas el bate debía retirarse del juego pero que no debía tener consecuencia para el bateador. En conclusión, manifestó que Brett no usó la resina como ventaja para que la pelota recorriera mayor distancia, dejando sin efecto la llamada efectuada por árbitro principal el 24 de julio y ordenando la reanudación del juego.
Existe la leyenda urbana sobre que el motivo de la decisión de Lee MacPhail fue un pase de factura a George Steinbrenner por haberlo retirado del CEO de los Yankees cuando adquirió la divisa. Como era de esperar, el «Big Boss Steinbrenner» montó en cólera con la decisión vociferando: «Creo que es ridículo.»
Reanudación del juego
Luego de tres semanas, y no ajeno a reclamaciones de orden judicial, el juego finalmente se reanudó el 18 de agosto de 1983 en el punto posterior al cuadrangular de Brett con Hal MacRae tomando turno.
Sin embargo, Billy Martin no iba dejar iniciar la reanudación del encuentro sin su particular protesta. Primero, modificó la alineación colocando en el center field al lanzador Ron Guidry y como segunda base al zurdo Don Mattingly. Posteriormente le ordenó al pitcher George Frazier (quien sustituyó a Rich Goosage) que lanzara sucesivamente a primera y segunda base alegando que Brett no las pisó durante su recorrido; ambas apelaciones fueron rechazadas por los árbitros, a lo cual Martin puso el juego bajo protesta manifestando que del cuarteto de umpires había integrantes que no estaban en el juego interrumpido el 24 de julio (el reclamo quedó sin efecto al verificarse en el acta del cuarteto original el recorrido legal de las base por parte de Brett).
Finalmente, el juego se reanudó con el ponche a Hal MacRae, la parte final del noveno inning transcurrió sin sobre saltos finalizando el encuentro cuando el emergente Oscar Gamble conectó un rolling a las manos del camarero Frank White quien completó el out en el mascotín del inicialista John Wathan. El juego reanudado duró alrededor de 10 minutos y fue presenciado por menos de 2.000 aficionados.
¿Qué pasó con los protagonistas del juego?
- Billy Martin. El inolvidable estratega de los Yankees fue despedido por tercera vez al finalizar la temporada por George Steinbrenner; luego sería contratado en un par de nuevas ocasiones. Murió en un accidente de tráfico el 25 de diciembre de 1989. Coleccionó un récord de 1.252 triunfos y 1.013 derrotas en 19 temporadas como manager; su número 1 fue retirado por la organización de Nueva York.
- Tim McClelland. Dio inicio a una prolongada y exitosa carera como umpire que se extendió por 31 años. Participó en varios Juegos de las Estrellas, Series de Campeonato y en cuatro series mundiales, acumulando 93 juegos de postemporada. Se retiró en 2014.
- Lee MacPhail. Luego de su famosa decisión, culminó su periodo como presidente de la Liga Americana en 1984. Se retiró del baseball, organizado dando término a una larga carrera como ejecutivo en la gerencia de divisas tales como Baltimore Orioles, Brooklyn Dodgers y New York Yankees. Durante su mandato como presidente de la Liga Americana se dió forma a la creación de las franquicias de los Seattle Mariners y Toronto Blue Jays. Fue electo al Salón de la Fama en 1998. Murió a los 95 años en 2012.
- Rich «El Ganso» Goosage. El formidable relevista culminó 1983 con 22 juegos salvados y en su extensa carrera de 22 temporadas coleccionó un récord de 124-107 y un ERA de 3.01 alcanzando 310 rescates, números que le valieron su elección al templo de los inmortales en Cooperstown en 2008.
- George Brett. Uno de los más excelsos bateadores en las Mayores culminó la temporada con un average de .310. Su carrera se extendió por 21 campañas, todas con los Royals, retirándose en 1993. Alcanzó 3.154 hits y fue entronizado al Salón de la Fama en 1999 con el 98,2% de los votos.
¿Y el famoso bate con resina?
Luego de la decisión de Lee MacPhail, el bate le fue devuelto a George Brett, quien redujo la resina hasta el límite de las 18 pulgadas para poder utilizarlo. Después de algunos encuentros, Gaylord Perry le llamó la atención advirtiendo del valor histórico y económico del bate que desaparecería si el bate fuera quebrado por el uso. Brett inicialmente vendió el bate por $25.000 a un coleccionista de Nueva York, Barry Halper, pero luego se arrepintió cambiándole el bate a Halper por el que utilizó cuando conectó 3 home runs en el juego de campeonato de la Liga Americana de 1978. El bate reposa en el museo del Hall of Fame desde 1987.
Brett recuerda el hecho positivamente:
«Antes de 1983, siempre había sido ridiculizado por el evento de las hemorroides ocurrido en la Serie Mundial de 1980. Ahora, desde el incidente de la resina de pino, soy conocido como el Pine Tar Guy.«
Resulta curioso que la carrera de George Brett, quien se retirara con 317 HR y 1.595 carreras empujadas, con un promedio vitalicio de .305 y con tres títulos de bateo en tres décadas distintas, es frecuentemente recordada por el incidente de la resina.