Recientemente, la Major League Baseball ha anunciado que un total de 238 peloteros extranjeros forman parte de los rosters de los 30 equipos al inicio de la temporada de 2016, representando un 27,5% del total de jugadores de la gran carpa. Con lo cual, la presencia extranjera mantiene su impronta en el mejor béisbol del mundo. Este porcentaje se ha elevado por tercer año consecutivo del 26,1% alcanzado en 2014 y el 26,5% fijado al inicio de la temporada 2015.
Según la información contenida en el portal en español de la MLB, la legión extranjera se compone de 18 países, siendo República Dominicana y Venezuela las naciones que más jugadores aportan con 82 y 63 jugadores respectivamente. Ello demuestra que el pasatiempo nacional de los estadounidenses es mucho más internacional de lo que se puede pensar tal como probamos en este artículo. Desde los albores de la era profesional del deporte de los bates, guantes y pelotas se contó con un acento internacional.
Según el listado de Baseball Reference, 18.663 jugadores han debutado en las Grandes Ligas desde 1871 hasta 2015; de ese número, 16.336 han nacido en territorio norteamericano, significando que 2.327 jugadores han nacido en otras latitudes.
Haciendo un poco de historia podemos comentar que el precursor de toda esta pléyade de jugadores extranjeros fue el irlandés Andrew Jackson Leonard, quien en mayo de 1871 jugó para Washington Olympics de la National Association, antecesora de la Liga Nacional. Leonard le arrebató tal honor al cubano Esteban Bellán, quien unos días más tarde debutó con los Troy Haymakers siendo el primero de la larga lista de latinoamericanos que han hecho presencia en la gran carpa.
Son aproximadamente 50 los países que han visto nacer a un jugador de las Grandes Ligas, algunos tan distantes de la cultura ¨beisbolística¨ tales como Afganistán (Jeff Bronkey), Indonesia (Tom Mastny), Singapur (Robin Jennings) o Vietnam (Danny Graves). Simplemente fueron accidentes geográficos derivados de la ubicación que por razones diversas tenían sus progenitores al momento de su nacimiento (varios de ellos nacieron en campamentos militares yanquis).
Sin embargo, hay otros casos que podemos considerar como verdaderos peregrinos que vinieron a América para nuevos horizontes y se encontraron en medio de un campo de béisbol. Jack Quinn, nacido como Joannes (Jan) Pajkos, en Stefurov, actual Eslovaquia, quien emigró a Estados Unidos con su familia llegando a Nueva York en julio de 1884. Quinn fue un lanzador que se destacó en la primera mitad del siglo XX, jugando entre otros equipos con los Atléticos de Filadelfia, Medias Rojas de Boston y Yankees de Nueva York, finalizando en 1933 a la edad de 49 años con una foja de 247 ganados y 218 perdidos y una efectividad de 3.29.
Hasta el presente año tres países destacan como los máximos exportadores de peloteros a las Grandes Ligas:
- Republica Dominicana. Con 642 jugadores desde que Osvaldo José (Pichardo) Virgil, mejor conocido como Ozzie Virgil, debutara el 23 de septiembre de 1956 como tercera base de los Gigantes de Nueva York. Su carrera se extendió por nueve temporadas, para luego iniciar una extensa trayectoria como manager en los diferentes circuitos del Caribe.
- Venezuela. Con 341 peloteros, encabezando la larga lista Alejandro ¨Paton¨ Carrasquel, quien a partir de 1939 lanzó con los Senadores de Washignton. Debutó el 23 de abril en una brillante labor de 5.1 innings permitiendo una sola carrera limpia a la poderosa toleteria de los Yankees liderada por Joe Di Maggio, Bill Dickey y el alcaido Lou Gehrig (quien una semana después jugaria su último juego).
- Puerto Rico. Completa el podio aportando 253 jugadores a las Grandes ligas, siendo Hiram Gabriel (Sosa) Bithorn el pionero. El lanzador nacido en Santurce debutó el 15 de abril de 1942, a la edad de 26 años, con los Chicago Cubs.
Merecen mención especial los casos de los jugadores venidos de las ligas del lejano oriente de Japón y Corea del Sur. Tuvieron como sus primeros representantes a los lanzadores Masanori Murakami y Chan Ho Park, quienes en 1964 y 1994 debutaron con los San Francisco Giants y Los Angeles Dodgers respectivamente, antecediendo a 62 japoneses y 18 coreanos que hasta la presente temporada han jugado en el Big Show. Indiscutiblemente su mejor representante el gran Ichiro Suzuki.
Sin lugar a dudas que el efecto de los jugadores extranjeros y en particular los latinos ha sido de un valor excelso para la historia de las Grandes Ligas. Trayectorias como las de Juan Marichal, Pedro Martinez, Roberto Clemente, Roberto Alomar, Rod Carew y Luis Aparicio, entre otros, son testimonios que justificaron su entrada a Cooperstown. Esta herencia sigue dignamente representada con el desempeño de grandes estrellas como Albert Pujols, Miguel Cabrera, Jose Altuve, Félix Hernández, Adrian Beltré, Robinson Canó, Yadier Molina, Carlos Correa y un largo etcétera, quienes mantendrán bien alto el estandarte latinoamericano como la representación extranjera más numerosa de la gran carpa.