Como ya hemos comentado en anteriores ocasiones, el Draft de la MLB no tiene la misma repercusión mediática que los propios de las demás ligas americanas, pero sin embargo no deja de suponer un evento trascendental para las 30 franquicias, y puede alterar completamente su futuro próximo y lejano, ya sea para bien o para mal. Pese a que los jugadores seleccionados tengan poco impacto para sus equipos a corto plazo, y la gran mayoría de ellos no llegue nunca a materializar su potencial, no por ello hay que darle menos importancia, ya que nunca se sabe cuando tu equipo va a dar por fin en el clavo y va a descubrir a la nueva súper-estrella que cambie por completo el rumbo de la franquicia o se convierta en la última pieza necesaria para lograr el asalto a los playoffs y las World Series.
Cada General Manager y su grupo de ojeadores tienen una estrategia diferente para afrontar los tres días y las 50 rondas de Draft. Seleccionar jugadores no es una ciencia, y por ello no hay ninguna fórmula ganadora, pero aún así ningún equipo quiere dejar su Draft en manos de la suerte, o seleccionar jugadores de forma aleatoria, y por eso cada uno intenta buscar su estrategia y enfoque que le ayude a reducir el mayor riesgo posible a cambio de obtener el máximo valor. Hay muchas posibilidades y combinaciones que pasan por la cabeza del general manager a la hora de tomar la última decisión, y estas son algunas de las preferencias que suelen considerar cuando llevan a cabo tal responsabilidad:
¿Top prospect o necesidad?
La gran diferencia del Draft MLB con respecto a NFL o NBA, es que en estos dos últimos sus primeras selecciones, e incluso en cierta medida las siguientes, pueden tener un impacto inmediato para sus equipos, y de ahí que en la mayoría de casos estos intenten cubrir sus necesidades más importantes lo antes posible. En la MLB esta estrategia no suele ser la más recomendada, porque en el tiempo en que tu jugador seleccionado desarrolle su potencial, es posible que esa necesidad que tenía el equipo se haya sustituido por otra, por lo que generalmente, al menos en las rondas iniciales, los equipos suelen ir a buscar el mejor prospect disponible, independientemente de su posición. De ahí que no sea nada extraño que los Giants, por poner un ejemplo, utilizasen su primera o segunda ronda en seleccionar un catcher pese a disponer de Buster Posey, algo que en el mundo NFL les garantizaría una mención especial en La Carnicería, y no como “los buenos” precisamente.
¿High School o College?
Este es el debate más discutido en cuanto se trata del Draft, y es que hay una gran diferencia entre decantarse por seleccionar jugadores de instituto o de universidad. Los partidarios de la primera opción defienden que un jugador de instituto siempre tendrá más talento y potencial que uno universitario, porque el universitario no fue considerado suficientemente bueno al salir del instituto, y de ahí que decidiera jugar en la universidad para buscar otra oportunidad que le ayudase a ser seleccionado en rondas superiores. Por el contrario, ese jugador que tiene varios años de experiencia en College puede estar más preparado para dar el salto al baseball profesional, ya que en su años de universidad se ha enfrentado a mucha mejor competición que cualquier estrella de High School, y esa es una de las razones de peso para decantarse por esa clase de jugador. En su época de “Moneyball”, los Oakland Athletics de Billy Beane pusieron en práctica el seleccionar exclusivamente jugadores con buenas estadísticas en college, como modo de eliminar riesgo y ahorrar dinero. Hoy en día hay equipos que tienden más hacia un enfoque que el otro, pero por lo general ninguna estrategia domina sobre la otra.
¿Jugadores con Tools o con mejor Make-up?
Tools y Make-up son dos de las palabras más empleadas por expertos y ojeadores en cuanto llega esta época del año, y ambas pueden decantar la balanza hacia seleccionar un estilo u otro de jugador en el Draft. Cuando se habla de las Tools, o las herramientas, de un bateador, se hace alusión a su capacidad para batear con buen contacto, batear con fuerza, su capacidad defensiva, la fuerza de su brazo y su velocidad. Estas son las Five Tools de las que oímos hablar constantemente, y muchos equipos se basan en cuántas de estas herramientas un jugador dispone o puede desarrollar en el futuro, para decidir su posición en la que elegirle. El Make-up de un jugador se refiere a su personalidad o carácter, y puede decidir la suerte de dicho jugador el día del Draft. Hay franquicias que automáticamente descartarán a un jugador que tenga reputación de meterse en problemas, que tenga una mala ética de trabajo o que sea poco inteligente o ambicioso, mientras que otras le darán menos importancia a favor de su habilidad o sus Tools. La clave, como en todo, es encontrar el término medio entre ambos enfoques.
The Cardinal Way
Una de las franquicias más exitosas en el baseball y en el deporte mundial, los St. Louis Cardinals, han hecho un arte del Draft, y lo han convertido en la piedra angular de la llamada “Cardinal Way”, una garantía de éxito continuo a lo largo del tiempo. Los Cardinals, pese a elegir constantemente en la parte baja del Draft, parece que tienen más suerte que otros equipos, pero la realidad es que John Mozeliak y su grupo de scouts han encontrado una manera de evaluar jugadores que al resto de general managers se les escapa. Por lo general, el denominador común entre las selecciones de Mozeliak es elegir jugadores de college que provengan de universidades igualmente exitosas, acostumbrados por lo tanto a trabajar duro y ganar, siendo jugadores mucho más completos y no necesariamente con el potencial más alto. El resultado es un gran grupo de jugadores que se juntan en los diferentes niveles de las Minor Leagues sabiendo ya convivir en un ambiente ganador, donde eso es lo que se les exige por encima de sus estadísticas personales. Es difícil discutir con su estrategia viendo un historial de éxito que incluye desde 2009 a Michael Wacha, Joe Kelly, Matt Carpenter, Matt Adams, Shelby Miller o Trevor Rosenthal, entre otros.
Como hemos dicho, no existe una fórmula o estrategia ganadora cuando se trata del Draft, y a veces se convierte en prácticamente una lotería donde se trata de intentar fallar menos que los otros 29 equipos, pero a su vez puede determinar la suerte y el futuro de cualquier franquicia. Vale la pena echarle un ojo y seguir las decisiones de nuestros equipos favoritos, así que el próximo 5 de junio tenemos todos una cita con el Draft de la MLB.
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