Después de dos magníficos artículos que nos han presentado tanto las estadísticas de pitcheo básicas como las avanzadas, vamos a repetir el esquema que establecimos con los números ofensivos y toca hacer un ejemplo práctico de como utilizar lo que hemos aprendido para comparar jugadores. Si cuando hablábamos del ataque viajábamos hasta mediados del siglo XX para encontrar a los objetivos del estudio, esta vez vamos irnos más cerca en el tiempo. De hecho vamos a viajar un poco al futuro.
Con los Playoffs llega también la época del año en la que se deciden los premios que reconocen a los mejores en diversas categorías. El premio por antonomasia para los lanzadores es, como la mayoría ya sabréis, el Cy Young. La carrera por el reconocimiento en la AL será muy entretenida con Dallas Keuchel y David Price como principales candidatos, pero en el circuito senior la pelea estará especialmente reñida por la estratosférica temporada de tres lanzadores. Tres pitchers que muestran a la perfección lo que es ser un ace (aunque dos de ellos jueguen en el mismo equipo) y que son claros merecedores del premio. ¿Qué mejor que utilizar las estadísticas a nuestra disposición para intentar decidir quién debería llevarse el trofeo a casa?
¿De dónde vienen?
En la carrera tenemos a tres jugadores que han dominado la competición, pero que han tenido historias muy diferentes hasta llegar a donde han estado este año.
Clayton Kershaw
El tejano no es un desconocido para nadie y, en realidad, nunca lo ha sido. Elegido por USA Today y Gatorade como Mejor Jugador del Béisbol en High School en todo el país, fue seleccionado por los Dodgers con el 7º pick del draft de 2006 directamente desde el instituto. En 2008 debutó con el primer equipo y llegó para quedarse. Desde entonces, además de convertirse en la cara de la franquicia y ser uno de los primeros nombres que surgen cuando se habla de los mejores lanzadores en las Mayores, ha acumulado un palmarés individual algo más que interesante: 1 vez MVP de la NL, 3 veces ganador del Cy Young (otra vez quedó 2º), 5 veces All Star, ganador de la Triple Corona de pitcheo (líder en victorias, strikeouts y ERA) en la NL en 2011, 1 vez ganador del Gold Glove, 2 veces líder de la NL en victorias y 3 en strikeouts, además de 4 veces líder de la MLB en ERA. Un jugador que en una carrera aún joven apunta a Hall of Famer seguro.
Zack Greinke
Hasta cierto punto la carrera del diestro es similar a la de Kershaw. También él fue elegido como Mejor Jugador del Béisbol en High School por Gatorade, también fue seleccionado muy pronto en el draft (en su caso 6º en 2002 por los Royals) y debutó tras un paso muy breve por las Minors. A partir de ahí surgen las diferencias. A diferencia de Clayton, su adaptación al Gran Show fue difícil, en 2005 y 2006 tuvo problemas de ansiedad y depresión y, de hecho, en esa última temporada apenas pudo disputar 3 encuentros y estuvo a punto de dejar el deporte. Los Royals más adelante llegaron a darle un largo vistazo como reliever antes de que se volviese a centrar en las titularidades. Greinke no ha jugado toda su carrera en el mismo equipo, si no que ha pasado por cuatro: Royals, Brewers (los de Kansas City sacaron en el trade a Alcides Escobar y Lorenzo Cain), Angels y Dodgers. Su rendimiento ha sido, como norma general bueno, pero sin exageraciones (el ERA de su carrera, por ejemplo, está en 3.35). Eso sí, ha tenido años buenísimos (como 2009 o 2015) que han hecho que, por un lado, los cambios de equipo fuesen a conjuntos que querían un pitcher que les ayudase a ganarlo todo y que estaban dispuestos a dar buenos prospects y dinero y, por otro lado, le han ayudado a acumular un magnífico palmarés individual: 1 vez ganador del Cy Young en la NL, 3 veces All Star, 2 veces líder de la MLB en ERA (una de ellas este año) y 1 vez ganador del Gold Glove. Unos reconocimientos muy destacables, aunque un poco por debajo del primer candidato.
Jake Arrieta
Éste es un caso completamente distinto. Arrieta sería el late bloomer. Dos años mayor que Kershaw, no recibió grandes reconocimientos en el instituto y no pasó directamente al profesionalismo. El de Missouri fue a la Universidad (Weatherford College y Texas Christian University) y allí sí que obtuvo un premio al mejor jugador de la conferencia. Fue seleccionado en 5ª ronda por los Orioles y, en su caso, tardó tres años en debutar con el primer equipo. Una vez allí, no consiguió destacar y, tras varios pasos por AAA, su experiencia con los Orioles se reducía a 69 partidos con un ERA de 5.46. A mediados de 2013, en uno de los trades de los que seguro más se arrepienten en Maryland, fue enviado a los Chicago Cubs junto a Pedro Strop a cambio de Scott Feldman y Steve Clevenger. Parece que la llegada a los Friendly Confines no puedo sentarle mejor ya que cada año ha sido una mejora constante hasta esta estratosférica campaña.
Como véis, tres pitchers completamente distintos tanto en su desarrollo como en su historial, pero con el mismo resultado: la dominación de la mejor liga de béisbol del mundo.
¿Cómo y dónde juegan?
Como ya hemos dicho en las anteriores entregas de esta trilogía, cada pitcher es un mundo. Algunos tienen tendencia a producir groundballs, otros a que la bola vaya al aire. Unos perfeccionan unos lanzamientos, otros se pasan años estancádos con unos que no les van bien. Algunos juegan en estadios que benefician al pitcher o se adaptan a sus características, otros acaban en clubes cuyos campos empeoran sus números. Así que vamos a echar un ojo a lo que define a estos tres jugadores.
En la clasificación groundball/flyball Clayon Kershaw ha mostrado una cierta tendencia al groundball (45.6% en su carrera) que se ha ido acentuando con los años, llegando este año a un 50.0% de bateos colocados en el suelo. Pese a a que cuando llegó permitía bastantes flyballs, ha corregido esta característica y ahora permite muchos menos que la media de la Liga, tan sólo un 28.2% (el resto son linedrives, bateos que suelen ir a una altura media). Pese a que en sus inicios era eminentemente un lanzador de fourseamers, se ha ido volviendo cada año más peligroso ya que cada vez ha ido mezclando más los pitches. De hecho, este año ha marcado un mínimo histórico de fastballs en su carrera con un 53.9%, al mismo tiempo que marcaba máximos con sus otras dos modalidades, la slider (27.3%) y la curveball (18.2%). Su bola rápida tiene una buena velocidad entorno a 94mph y es la que mayor pitch value tiene, con 24.4 carreras por encima de la media y su slider tambien es magnífica, permitiendo un promedio de bateo de 0.178 y un pitch value de 15.1. Sin embargo, si hay algún lanzamiento que se asocie al tejano es la curveball, una absoluta maravilla que es su buque insignia, su out pitch. Pese a que es la que menos utiliza su valor es de 16.2 y la que más cuesta a los rivales descifrar ya que sólo ha permitido un promedio de bateo de .118.
Greinke se ha mantenido en la media de la liga en cuanto a groundballs (43.4%) y flyball (35.5%) a lo largo de su carrera. Había logrado ir aumentando la cantidad de bolas en tierra, pero, curiosamente este año ha sufrido un repunte en bolas al aire volviendo a subir hasta el 32.9%. Afortunadamente para él, esos bateos no iban muy lejos ya que ha recortado su porcentaje de flyballs que iban a Home Runs hasta el 7.3%, uno de los mejores datos de su carrera. El diestro tiene un repertorio de pitches más amplio que el de su compañero de equipo utilizando un total de 6 tipos distintos.
La bola rápida de 4 costuras ha sido su lanzamiento más utilizado, casi la mitad de sus pitches han sido de este tipo. Con una velocidad casi en las 92mph, ha logrado un valor de 20.4 carreras por encima de la media. Sin embargo, su mejor lanzamiento es el changeup que ha tenido un valor de 20.9 con un .165 de promedio en contra. También le da mucho uso a la slider, que ha acumulado un pitch value de 17.8. Es interesante que este año haya recortado el uso de su sinker (o two-seam fastball) del 20.5% al 5.4%, lo que ayuda a explicar la mayor cantidad de flyballs. Las grandes beneficiadas han sido la 4-seamer y la changeup. Ésta última no sólo la lanza más si no que la ha ido mejorando en los últimos años, pasando de un valor de -0.4 en 2012 al 20.9 de este año.
Tanto Kershaw como Greinke juegan la mayoría de sus partidos en el Dodger Stadium. Una de las características del estadio es que es regular en el outfield, es decir, ningún lado está más cerca y no tiene formas raras, por lo que, a priori, ningún bateador tiene ventaja. La web Parkfactors.com le da un park factor de 97 (funciona como el OPS+ y el ERA+, por lo que un estadio neutral es de 100) así que los pitchers sólo tienen una ligera ventaja. Eso sí, el dato se compone de un factor de 91 en carreras anotadas y 102 en Home Runs. Y es que, pese a no ser un ballpark pequeño, el aire cálido ayuda a que la bola flote en el aire. Este año, el estadio de Chavez Ravine se ha situado 23º en la MLB para ESPN con un factor general de 0.917 (en este caso la media es 1). Dentro de su división los Dodgers juegan en dos de los estadios más pitcher-friendly de la Liga, AT&T Park y Petco Park y dos de los más hitter-friendly, Chase Field y Coors Field, así que podríamos decir que están en un entorno muy neutral con factores que se compensan.
Arrieta es, también en este caso, un lanzador distinto. Es eminentemente un groundball pitcher, de hecho, su ratio de 57.07% ha sido el 6º mejor de la MLB este año (en realidad, es una tendencia que ha desarrollado estos dos últimos años, curiosamente, los de su explosión). A este ratio tan alto ha ayudado, sin ninguna duda, el uso tan amplio que hace de la sinkerball (pelota que baja abruptamente al llegar al bateador y genera más contacto al suelo). De hecho, es el tipo de lanzamiento que usa casi la mitad de las veces con un valor de 21.5, aunque con un promedio de .205 (más alto que Kershaw y Greinke con sus pitches). En realidad, su pitch más valioso es la slider con un valor de 23.8, aunque el promedio de bateo sigue por encima de .200. La curveball también es un arma importante, permitiendo un promedio de tan sólo .121, pero su valor palidece ante los otros ya que es de 7.0. Curiosamente, la 4-seamer, el lanzamiento principal de la mayoría de los pitchers al ser el más rápido (aunque en el caso de Arrieta, hace varios años que la sinker es alguna décima por hora más rápida), apenas la usa y su valor de 5.0 es bastante limitado. Eso sí, quizás debería pensar en usarla algo más ya que utilizándolo la mitad de las veces que la curva, sólo tiene 2 carreras menos de valor.
Arrieta juega la mayoría de sus partidos en Wrigley Field. Con los foul-poles y el centerfield un poco más lejos que en Los Angeles, pero el centro-izquierda y el centro-derecha un poco más cerca, tiene fama de estadio favorable a los bateadores, aunque según Parkfactors.com se ha ido convirtiendo en un campo más bien neutral con sólo una ligera tendencia a dificultar el trabajo a los pitchers: su factor general es de 104 lo que le coloca en el puesto número 11 de la MLB. Este año se ha dado un caso interesante según ESPN. La cadena le ha dado un ratio de 0.950 a la facilidad para anotar carreras (14º en la competición), pero de 1.276 en cuanto a los HR (3º). Así que no ha sido fácil lograr ataque, pero, cuando se golpea, las pelotas pueden ir lejos. Eso se debe a los vientos que pueden afectar mucho la labor del pitcher. En abril y mayo el viento entra desde el outfield y lo que ayuda a mantener la pelota en el campo, pero durante el verano el viento va en dirección contraria y ayuda a lograr HR. Además el viento sopla más fuerte durante el día y, con tantos day games en Chicago, puede afectar mucho el resultado. Los otros cuatro estadios de la división están repartidos. Los de Cincinnati y Milwaukee han sido muy favorables a la generación de carreras, mientras que los de Pittsburgh y St. Louis son más complicados.
Estadísticas básicas
Una de las primeras estadísticas que viene a la mente es el record de victorias-derrotas. Todo mi comentario va a ser que el de Kershaw fue 16-7, el de Greinke 19-3 y el de Arrieta 22-6. Ahí se queda porque ésta me parece la estadística más inútil y sobrevalorada que conozco en cualquier deporte. Es decir, puedes llevarte la L permitiendo una sola carrera o la W permitiendo 10, no tiene sentido.
Un número que sí me parece interesante es el de Innings Pitched (IP). Puede variar en función de lesiones o de la estrategia de los managers de cada uno a la hora de gestionar pitchers, pero, si hablamos de lanzadores que se han mantenido sanos (como es el caso) puede darnos una idea de cómo lo han hecho. Más que nada porque si lo hubiesen hecho mal, los hubiesen sustituido. Además nos sirve para algunos ratios. En este caso el líder ha sido Kershaw con 232.2IP, seguido de Arrieta con 229 y Greinke con 222.2. Todos ellos son datos muy buenos hoy en día y están muy cerca entre ellos, una muestra más de su igualdad.
Uno de los ratios que podemos sacar con el dato anterior es el Walks and Hits per Inning Pitch (WHIP). Es una de mis estadíticas favoritas ya que creo que recoge muy bien el dominio que ha podido tener un pitcher y las opciones que ha dado al rival. Es decir, si evitas que el bateador llegue a base, será difícil que anote. En torno a 1.00 es un registro excelente, la media está en torno a 1.32. De ahí para arriba, os podéis imaginar que es mejorable. De nuestros tres objetos de estudio Greinke lleva la delantera con 0.84, Arrieta le sigue de cerca con 0.86 y Kershaw es el último con 0.88. Volved a hace un par de frases. He dicho que un registro excelente es 1.00 (eso lo he cogido de FanGraphs, una de las webs líderes en cuanto a estadísticas). Imaginaos como podemos calificar los datos que nos han dejado estos tres este año. Una vez más están demasiado cerca para sacar conclusiones.
Como decía, si un bateador no llega a base será difícil que anote. Ahora que sabemos que enfrentarse a uno de ellos hace extremadamente complicado llegar a los basepaths, toca saber si por lo menos lo aprovecharon y pudieron anotar. Además, al fin y al cabo, lo que un pitcher debe evitar es que su equipo reciba carreras. En última instancia da igual si llenas las bases en cada entrada siempre y cuando al final el otro equipo tenga un cero en el marcador. Para eso tenemos el Earned Run Average (ERA) que es, junto al record de victorias y derrotas, la primera estadística que viene a la mente cuando se habla de lanzadores. Últimamente está siendo más criticada porque no tiene en cuenta la influencia de la defensa en las carreras permitidas, pero sigue siendo respetada porque el lanzador tiene mucho que ver si permite HR o hace malos lanzamientos que el bateador puede colocar fácilmente entre defensas. Además, las carreras que se anotan gracias a errores defensivos, no computan. Greinke lidera al grupo en esta categoría con un dato de 1.66, Arrieta tiene un 1.77 y el de Kershaw es de 2.13. Éste es gran problema al que se enfrentará el zurdo de los Dodgers en la pelea por el Cy Young. No porque el dato sea malo, en absoluto. No sólo es el tercero de esta muestra, si no que ha sido el 3º de toda la MLB este año. Pero los datos de Arrieta y sobre todo el de Greinke son históricos. El de este último es el 7º ERA más bajo desde el final de la Deadball Era. Arrieta está muy cerca y el del tercero en discordia es más alto en casi media carrera. Así que eso hará daño a sus opciones. Sin embargo, entre el de los Cubs y Greinke sí surge una disputa interesante. El de Florida ha sido enormemente regular todo el año. Su ERA nunca ha llegado a 2.00, siendo su «peor» momento el 1 de junio con un 1.97. Por su parte, el de Missouri tuvo una mala racha en mayo y la primera mitad de junio llegando a 3.40ERA el día 16 de ese mes. Sin embargo, a partir de ese momento ha impedido casi por completo anotar a los rivales. En las 20 aperturas a partir de entonces ha acumulado un ERA de 0.86 y en agosto y septiembre lo ha reducido aún más, hasta 0.41 (4ER en 88.1IP). Greinke, si sólo contamos esos dos últimos meses de temporada regular ha tenido un ERA de 2.12, demostrando de nuevo su regularidad. La pregunta que me surge es ¿quién merece más el premio? ¿Un jugador que ha mantenido número similares todo el año o uno que ha tenido 3 meses y medio a niveles históricos cuando la temporada estaba en su fase decisiva? La teoría me hace pensar que el más regular, sobre todo si al final ha acabado con el mejor registro global, pero la recta final de Arrieta es de tener en cuenta.
Ahora vamos con los Three True Outcomes, las tres estadísticas que según la teoría son realmente cosa del pitcher ya que no hay defensores involucrados.
Los strikeouts son las que más suelen definir al pitcher dominador, a ése que lanza de tal modo que los bateadores ni siquiera son capaces de hacer contacto con la pelota, sea por el movimiento de la pelota en el aire, por la velocidad o por la colocación justa al borde de la zona de strike. Si el ERA era el gran «problema» de Kershaw, los Ks son su gran argumento. Ha sido el único pitcher en la MLB que ha pasado de 300SO este año, llegando a 301. Arrieta es segundo con 236 (6ª en la MLB), Greinke es 18º en toda la competición con 200. ¿A qué se debe tanta diferencia entre unos y otros? (101 entre el 1º y el 3º). Un vistazo a los resultados de los pitches nos puede dar una idea.
Quiero que os fijéis en la columna Balls in Play (BIP) que muestra el porcentaje de lanzamientos que los bateadores batean y ponen en juego (no tiene porque ser Hits, simplemente la batean a territorio fair). Como véis, de sus tres pitches principales, a Kershaw no le colocan la pelota en juego más del 16.77% en ninguno. Es decir, tiene la combinación de velocidad, movimiento (con su slider genera un 26.19% de whiffs, es decir, swings-and-misses y un 19.21% con la curveball) y colocación suficiente para dejar al hitter indefenso. Arrieta tiene BIP bajísimos en casi todos los pitches menos en la slider que es su segundo tipo más utilizado y en el que llega al 21.26%. Un tipo de lanzamiento diseñado para engañar al rival, al que no termina de sacar todo el jugo que podría (mirad los swings-and-misses que generan los otros dos con este pitch). Los dos lanzamientos secundarios de Greinke tienen un BIP por encima del 20% por lo que el movimiento y capacidad de engaño queda un poco alejado del de los otros dos. Con jugadores que han jugado un número similar de partidos los ratios de K/9 deben demostrar las diferencias que hay con los valores absolutos. Y así es. Kershaw marca un 11.64 (una barbaridad, pero que empieza a ser más habitual, sobre todo entre los relevistas, con un número cada vez mayor de pitchers que pueden acercarse a las 100mph), Arrieta un 9.28 y Greinke un 8.08. Lo mismo sucede con el porcentaje de strikeouts por bateador. Kershaw tiene un registro de 33.8% (el record en una temporada es el 37.5% de Pedro Martinez) , Arrieta un 27.1% y Greinke un 23.7%. ¿Quiere esto decir que Kershaw es el más dominante? Desde luego eso parece ¿Quiere decir que Kershaw ha ganado muchos puntos para el premio y Greinke ha perdido muchos? No. Es sólo una categoría más. La dominancia no asegura victorias o evitar carreras, Kershaw tiene el ERA más alto de los tres al fin y al cabo. Además, hay muchos pitchers con grandes carreras que no tienen grandes datos de Ks, muchos consiguen outs de otras formas, de hecho, muchos prefieren buscar que le jugador batee, pero las pelotas vayan mansas a la defensa. Y es que los strikeouts también tienen sus peligros.
¿Cuál seria el principal peligro? Que buscando lanzar más fuerte se pierda control y la pelota acabe donde no queremos, es decir, en un punto de la zona de strike que sea mejor para el bateador o directamente fuera de la zona facilitando los walks. También que busquemos strikeouts por movimiento y engaño, el hitter no pique y acabemos dando bolas. O que se intente colocar la pelota justo al borde de la zona, para que el bateador dude y sea el arbitro el que no pique y cante bola. No es de extrañar que Nolan Ryan posea el record de strikeouts y walks en toda una carrera. Greinke es el que menos BB ha lanzado, con 40, Kershaw tiene 2 más y Arrieta se va hasta 48. Sin embargo, en este caso el número de innings si tiene consecuencias y el zurdo iguala a su compañero con 1.62BB/9 y se Arrieta se distancia con un 1.89BB/9. Los dos de la franquicia californiana vuelven a empatar en el porcentaje de walks más bajo con un 4.7%, mientras que el de los Cubs que queda en un 5.5%. Como decía un número alto de strikeouts a menudo trae muchos walks, pero en este caso no es así. El tejano tiene el ratio de walks más bajo y consigue 7.17 strikeouts por BB, mientras que su colega se queda en 5.00 y Arrieta tiene un 4.92. Esto da más mérito a Kershaw en su dominio, demuestra que su nivel de ataque a los bateadores rivales está controlado.
El último de los Three True Outcomes son los Home Runs. Ahí no debería participar la defensa. El bateador pega a la bola y se va directa a la grada. En este caso Arrieta lidera al grupo con tan sólo 10 jonrones permitidos en toda la campaña para un HR/9 de 0.39 (el mejor dato en la Liga desde Matt Cain en 2011). Greinke va detrás con 14 y 0.57 y Kershaw le sigue con 15 y 0.58. Esto habla muy bien de lo bien que se ha adaptado Jake a Wrigley Field y la calidad y el buen uso que hace de su sinker, para colocar las bolas en en el suelo. Decíamos que el Dodger Stadium y su aire caliente puede facilitar los Home Runs, pero el estadio del North Side tiene fama de hitter friendly desde hace mucho tiempo, sobre todo cuando el viento fuerte empieza a soplar hacia las gradas. Haber conseguido esos datos jugando en ese campo añade mucho valor a lo logrado por Arrieta.
Una última estadística sería la de los Complete Games (CG) y Shutouts (SHO). En una época en la que acercarse a los 100 lanzamientos en un partido significa irse a descansar y con los bullpens ganando importancia continuamente, puede parecer que no son muy importantes. Sin embargo, yo creo que hay que saber apreciar al pitcher que puede lograrlos en una época en la que no se le exige que finalice el partido y en el que la gente está acostumbrada a que el abridor se encarge de 6-7 entradas. Ahí destacan el zurdo y el de la franquicia de Illinois con 4CG y 3SHO. Greinke no ha logrado completar ningún partido dejando al otro equipo en blanco y sólo una vez ha logrado lanzar todos los innings. Sin embargo, lo que más destaca aquí es el no-hitter que lanzó Arrieta en agosto, en un auténtico recital. No es lo más importante de este análisis, pero no hay que olvidar al que es capaz de encargarse del rival sin flaquear y da descanso a los relevistas.
Estadísticas avanzadas
A mi me gusta meter el ERA+ en la sección de estadísticas avanzadas. Parte de una estadística básica como el ERA y busca igualar las condiciones de todos los estadios y ligas y épocas utilizando las matemáticas y por eso la meto ahí. Eso sí, voy a hacer un ligero cambio. No voy a usar el ERA+ si no el ERA-. La primera quizás es algo más popular, pero recientemente me han convencido de que ERA- es más útil (entre otros este artículo en el que encontraréis una buena explicación del porqué). Para no perderme en explicaciones demasiado extensas que podéis mirar aquí, os diré que muestran básicamente lo mismo, comparar el ERA del pitcher con el de la media de la Liga, pero que en el ERA Minus se busca el número más bajo no el más alto.
Como veis, el ERA- intenta también eliminar la influencia que ejerce el estadio donde lanza el pitcher para intentar hacer una comparación más real con el promedio de la competición (que se sitúa en 100). Con Park Factors muy similares para Wrigley Field y el Dodgers Stadium, las distancias en el ERA entre los tres se mantiene en el ERA-, pero nos muestra muy claramente una vez mas que estos tres candidatos han sido claramente superiores a la media de la NL. Greinke es líder con 44, seguido de Arrieta con 45 y Kershaw con 57. Fangraphs califica una temporada de 70 como una campaña excelente y la suya es mucho mejor aún. Según el ERA-, el Earned Run Average de Greinke ha sido un 56% mejor que el de un pitcher medio en la Liga Nacional. Increible.
Sin embargo, el ERA- parte del ERA tradicional por lo que aún sigue teniendo en consideración la labor, buena o mala, de la defensa. Vamos a echar un ojo a los Defense Independent Pitching Statistics.
La estadística más habitual dentro de éstas es el Fielding Independent Pitching (FIP). Antes hablábamos de los Three True Oucomes: BB, K y HR y precisamente en estos se basa la fórmula. Aquí es donde la el dominio de Kershaw lanzando strikeouts a la vez que mantenía un gran control y el buen uso que Arrieta hace de su Sinker para evitar HR en un estadio tan propicio para ello, reciben su reconocimiento. El zurdo tiene el mejor FIP con un 2.09 seguido de Arrieta con un 2.35 y Greinke cierra el grupo con un 2.76. Como véis, el FIP de Greinke sigue siendo magnífico al estar por debajo de 3.00, pero, al no destacar claramente en ninguno de los Three True Outcomes le afecta negativamente. Obviamente, el hecho de lograr tantos outs por K ayuda, pero también nos hace pensar otra cosa. Si el tejano deja tantas veces al bateador sin opciones de avanzar a primera base y, ayudado por ello, tiene los mejores datos de bolas puestas en juego por el rival (como se ve en las tablas anteriores), ¿cómo es que tiene el WHIP más alto? ¿Quizás es que la defensa no ha estado tan bien cuando lanzaba Kershaw? Enseguida llegaremos a eso.
Como ya hemos leído en la segunda parte del serial, el expected Fielding Independent Pitching (xFIP) intenta eliminar las fluctuaciones que se dan en los HR que permite un pitcher cada año. Lo primero que se nos ocurre es que Arrieta que ha tenido un año especialmente bueno manteniendo la pelota dentro del terreno de juego debe de tener un xFIP superior a su FIP real. Sin embargo, al acudir a los datos veremos que el que más ve afectados sus datos es Greinke. El xFIP de Kershaw vuelve a ser el más bajo, con el ace de los Dodgers marcando un 2.09, muy cerca de su FIP de 1.99. El xFIP de Arrieta es un muy buen 2.61, mientras que el de Greinke es un muy buen, pero menos espectacular 3.22 (de hecho, es la primera vez en que uno de estos tres lanzadores entra en la categoría de muy bueno en vez de excelente según Fangraphs). Todo esto se debe a que en el xFIP se utiliza el ratio de HR/FB en vez del total de HR y, además se utiliza un dato único para todos los pitchers. Teniendo en cuenta que el promedio en la MLB está en torno a 10.6% es normal que el xFIP de Kershaw no se mueva mucho del FIP porque su ratio personal de HR/FB es de 10.1%. Greinke y Arrieta tienen ratios similares, 7.3% y 7.8%, respectivamente. Ese 0.5% más bajo en el HR/FB hace que el xFIP del de la franquicia de California suba más y una vez más la diferencia en strikeouts le hace mucho daño porque eso supone más bolas en juego. Como ya hemos dicho, con el aire cálido en Chavez Ravine las bolas al aire tienen a acabar en HR por lo que ese dato tan bajo de Greinke puede considerarse un poco casualidad (de hecho, el año pasado marcó un 11.9%) y ese es el objetivo del xFIP, mostrar el rendimiento del pitcher sin las fluctuaciones en la cantidad de Home Runs. En cierta forma, podríamos decir que Kershaw ha sido el mejor en este apartado porque su ratio es el más real.
Nos queda analizar el SIERA. Una estadística muy compleja de calcular, pero que intenta calcular cuál debería ser el ERA de un pitcher teniendo en cuenta también las características del mismo y el tipo de bateo que suele recibir. Una vez más, Kershaw debería haber tenido el mejor ERA según este baremo con un 2.24, le seguiría Arrieta con un 2.75 y Greinke cerraría al grupo con un 3.27, quedando éste último una vez más en el segmento que Fangraphs califica como muy bueno. El buen dato del zurdo se basa en su abrumador número de strikeouts, dato que en esta fórmula se valora mucho. Según los creadores de SIERA, un lanzador de strikeouts, además de intimidar al contrario, cuando consiguen batearle suelen ser batazos más débiles que acostumbran a ser groundballs y además fáciles de defender. Sin embargo, este año Kershaw ha sido, de los tres pitchers a analizar, el que más linedrives (21.8%) y menos contacto suave (19.9%) ha generado, lo que ha ayudado indudablemente a dificultar la labor defensiva y su ERA real se haya inflado. Aún así, sus 301Ks resultan tan abrumadores y el resto de datos son tan buenos que lidera fácilmente la clasificación de SIERA. Lo que si se ha cumplido es la teoría que dice que los pitchers que permiten pocos walks tienen tendencia a poner menos corredores en base que puedan avanzar y anotar (0.88WHIP).
Arrieta basa su registro en el SIERA en su magnífico dato de groundballs (56.2%). Según la teoría los que generan muchas bolas al suelo suelen hacer que esos bateos no sean firmes y así le ponen las cosas fáciles a la defensa (22.9% de bateos suaves, el mejor de los tres) y generan pocos HR (recordad que Jake ha logardo el mejor número en la MLB desde 2011) impidiendo a los rivales primero llegar en base y avanzar y luego anotar. Los 236Ks son también un gran añadido para ser segundo en esta sabermetric. El gran problema de Greinke es que no destaca en nada. Si repasáis todas las categorías anteriores, veréis que queda casi siempre segundo o último, aunque es verdad que casi siempre cerca de los otros dos. Es cierto que cumple la teoría de que cuanto mayor sea el ratio de flyballs, menor será el ratio de HR/FB (es normal, es difícil sacar la pelota del estadio para el bateador y el número de HR no crecerá al mismo ritmo que las flyballs, además los defensores también están más habituados a defender las bolas al aire). Sin embargo, los 101K de diferencia con Kershaw y la diferencia en groundballs con Arrieta le lastran y hacen que caiga en la pelea, porque al tener menos strikeouts hace que la defensa trabaje más y pueda tener más fallos y al poner más generar más flyballs permite a los corredores avanzar también en Sacrifice Flies y tiene más problemas para lograr Double Plays que eviten carreras.
La pregunta que surje ahora es ¿por qué Kershaw tenía el peor ERA, pero todos los estimadores dicen que tenía que ser el mejor (en el caso del FIP y del xFIP más bajo que su ERA real)? O expresado de otro modo ¿por qué Greinke tiene el mejor ERA, pero los pronosticadores le colocan como el peor y con una diferencia de 1.61 carreras entre ERA y SIERA? Quizás la explicación esté en la defensa que ha tendido detrás de ellos. Al fin y al cabo, FIP y xFIP se centran sólo en los Three True Outcomes en los que no intervienen el resto de jugadores y el SIERA centra sus ponderaciones en conclusiones lógicas acerca de los resultados que debería de tener cada tipo de lanzador. Por tanto, la conclusión más sencilla es pensar que el rendimiento defensivo de los jugadores que les han acompañado no ha estado al nivel cuando jugaba Clayton y ha estado mejor para Arrieta y, sobre todo, para Greinke.
La estadística a la que se acude habitualmente para comprobar esto es el Batting Average on Balls in Play (BABIP), esto es, el promedio de bateo si sólo se tienen en cuenta las pelotas que se batean hacia el fair territory. Se utiliza ésta porque se considera que si el hitter consigue poner la bola en juego la responsabilidad pasa a la defensa y si un pitcher tiene un BABIP muy alto, sus números definitivos empeorarán como consecuencia de la «mala suerte» que tiene por el mal nivel de la defensa. Normalmente (y sobre todo para los bateadores), se considera .300 como un BABIP normal, aunque es muy importante comprobar la historia que tiene el jugador en concreto. Por ejemplo, en el caso de los lanzadores que permiten muchos linedrives el BABIP será más alto, ya que suelen ser pelotas que van muy rápidas y a media altura por lo que suelen ser difíciles de defender si pillan un hueco en el infield. En esta categoría el lider indiscutible es Zack Greinke con un dato de .228, seguido de Arrieta con un .246 y, por último, Kershaw con un .281. Como véis, las diferencias entre los tres registros son muy parejas a los que nos hemos encontrado con el ERA. Teniendo en cuenta que las estadísticas de estimación daban a Kershaw el mejor Earned Run Average, es probable que estas diferencias tan grandes en el BABIP hayan tenido su efecto. Lo primero que viene a la cabeza es que no puede ser que Clayton haya tenido una mala defensa detrás mientras que Greinke ha tenido una defensa excepcional. Al fin y al cabo ambos juegan con la misma defensa detrás, así que el rendimiento debería ser por lo menos similar. La explicación debería estar en otro sitio. Greinke ha generado más flyballs que tienen más peligro de producir extra bases, pero también son más fáciles de defender. Además, Kershaw ha provocado más linedrives que son más difíciles para los fielders mientras que ante él los bateadores han creado un 80.1% de contacto medio y fuerte, por un 78.3% de su compañero de equipo.
Aunque las diferencias porcentuales no son muy grandes, podemos pensar que realmente Zack ha sido más efectivo a la hora de evitar que el ataque rival pueda llegar a base y anotar. Quizás no ha dominado con los strikeouts, pero cuando le han generado contacto, éste ha ido a las manos de la defensa. Por su parte, a Kershaw quizás no le hayan pegado mucho, pero cuando lo han hecho el rival ha podido generar mejor ataque. Sin embargo, hay algo que resulta curioso. Hace varios párrafos veíamos que el zurdo era al que menos le ponían la pelota en juego (ayudado, una vez más, por su capacidad de generar Ks) y, pese a ello, su BABIP es 53 puntos superior al del líder y 35 puntos superior al de Arrieta. Naturalmente, esto será en parte debido a que, cuando no lanza material de strikeout, los lanzamientos de Kershaw son más asequibles para los hitters. No obstante, la contradicción y la diferencia es lo suficientemente grande para pensar que hay algo más detrás. Puede ser que la defensa sí que haya estado peor cuando jugaba Kershaw, que Mattingly haya mandado más shifts que han salido mal, etc. O puede ser que sí que haya habido un comonente de mala suerte, de pelotas que caen justo entre infielders y outfielders, de un defensor se haya tropezado. Hay un elemento más que nos hace pensar que estos dos últimos factores han tenido un peso importante. Los tres lanzadores han estado bastante o muy por debajo de ese .300 de BABIP que se marca como referencia, pero el de Clayton ha estado cerca de la media de su carrera que se sitúa en .272 (es decir, este año ha tenido un BABIP superior a lo que es normal en él). Por su parte, los otros dos candidatos tienen promedios muy superiores a lo que han marcado este año. En sus doce campañas en la MLB Zack Greinke tiene un BABIP de .298, 69 puntos superior al de este año. Arrieta en 6 años en las Mayores acumula un .272, 26 puntos superior a lo logrado este año. ¿Qué conclusión sacamos de esto? Pues que Kershaw ha estado a un nivel altísimo, pero sin una aportación especial de la suerte y la defensa, pero que Arrieta y, sobre todo, Greinke han estado muy por encima de su nivel, pero teniendo también un plus de suerte y defensa.
Una última estadística que quiero mirar es el Wins Above Replacement (WAR), mi favorita. No es una estadística específica del pitcheo. También existe para los bateadores, aunque está claro que los datos que se utilizan para calcular el de los lanzadores son diferentes. La fórmula en sí es muy compleja (de hecho, las dos principales webs de referencia, Fangraphs y Baseball Reference, lo calculan de modo ligeramente distinto), pero la idea es muy útil. Consiste en utilizar todas las aportaciones del pitcher para calcular cuantas victorias extra ha aportado sobre un jugador de nivel entre AAA y borderline major leaguer. En este caso, ambas webs nos datos muy distintos. Para Fangraphs Kershaw ha sido el mejor con 8.6 victorias por encima del jugador de reemplazo, seguido por Arrieta con 7.3 y Greinke con 5.9. Para Baseball Reference el orden sería justo el inverso. Greinke 9.3, Arrieta 8.7 y Kershaw 7.5. Esta diferencia se debe a que el cálculo de Fangraphs parte del FIP y el de Baseball Reference de las carreras reales permitidas. La conclusión que saquemos del WAR depende, por tanto, de la fórmula que para nosotros muestre mejor el valor del lanzador. Yo me voy a decantar, en esta ocasión, por la primera ya que como hemos visto el BABIP y, por tanto, la suerte y la defensa han podido tener un efecto importante en las carreras reales permitidas. Así que vamos a quedarnos con que Kershaw es el que más victoria ha aportado a su conjunto.
¿Quién debería ser el Cy Young?
Tras analizar presentado todos los datos, toca convertirse en el juez que decida quién es más merecedor del gran premio. Seguramente, si nos centramos en el ERA, la baremo de los pitchers por antonomasia, Greinke se debería llevar el trofeo (ya os adelanto que el diestro de los Dodgers se llevará muchos votos de los electores reales solo por esto). Sin embargo, la idea es utilizar todas las estadísticas a nuestra disposición e ir más allá y tomar una decisión más profunda.
Pues bien, a riesgo de ser polémico para mi el Cy Young de este año es Clayton Kershaw. Su ERA es el peor de todos, es cierto, pero sigue siendo un magnífico 2.13, 3º en el circuito senior. Sus grandes datos en los principales estimadores de Earned Run Average, se basaban en su estratosférico dato de strikeouts y es normal que así sea. Sus 301Ks dan enormes muestras de su dominio, más aún si tenemos en cuenta que desde 2002 ningún lanzador se había acercado a los 300. Además, esta estrategia de ataque no ha afectado a su control ya que no ha sido un jugador que haya regalado walks. Su arsenal ha sido tan dificil de descifrar para el rival que de los tras jugadores a analizar ha sido el que menos ha visto sus pitches puestos en juego. Hay que reconocer que, cuando sí han sido bateadas, las bolas han podido generar algo más de ataque debido al mayor número de bateos fuertes y linedrives. Sin embargo, su BABIP ha estado en sus números habituales, así que sus ERA, Ks, walks, etc. pueden ser calificados como «reales» y representativos del verdadero nivel del zurdo esta temporada. Por su parte, los otros dos han tenido BABIPs por debajo (y en el caso de Greinke, muy por debajo) de lo que suele ser habitual en ellos. Por supuesto, sus temporadas han sido excepcionales y eso se debe, en gran parte, a que sus lanzamientos este año han sido mejores que otros años y, por tanto su nivel también ha sido superior a pasadas campañas. No obstante, los estimadores de ERA y el enorme descenso en su BABIP desde sus niveles habituales hacen pensar que las otras estadísticas han ido un tanto a la baja gracias a la suerte, las decisiones técnicas y la defensa. Por último, Kershaw (al igual que Arrieta) ha logrado 4CG y 3SHO lo que demuestra su enorme aportación al equipo, cosa que confirma el WAR de Fangraphs (ya he explicado el por qué creo que este es más acertado en este caso) indicando que es el que más victorias adicionales ha aportado al equipo.
Ahora sólo queda ver quién se lleva el premio y ver si los votantes sacan las mismas conclusiones que nosotros. En todo caso, las estadísticas siempre nos aportan un buen entretenimiento y fuente de discusión en el análisis de este deporte.