Peter Press Maravich, mejor conocido como “Pete” o “Pistol Pete” Maravich, fue uno de los más grandes jugadores de la historia de la NBA. Durante su carrera profesional, la cual duró exactamente una década, Maravich consiguió gran cantidad de méritos y reconocimientos a este nivel siendo All-Star en 5 ocasiones (1973, 1974, 1977-1979) y máximo anotador en la temporada 1976-77 promediando 31,1 puntos al servicio de los New Orleans Jazz. “Pistol” jugaría 4 temporadas para Atlanta, 5 para New Orleans y su última temporada la dividió entre Utah (tras el cambio de franquicia desde New Orleans a esa ciudad) y Boston.
Maravich se vio obligado a retirarse por graves problemas de rodilla. Siete años después sería inducido al Hall of Fame (uno de los jugadores más jóvenes en su momento en ser homenajeados). Posteriormente tanto los Utah Jazz como los New Orleans Pelicans retirarían su número, el 7. Fallecería en 1988 debido a un raro defecto congénito en el corazón que le causó un colapso mientras jugaba un partido amistoso en el gimnasio de una iglesia en Pasadena, California. Maravich había abandonado todo lo relacionado con el baloncesto desde su retirada, abrazando religiones como el hinduismo o el cristianismo en su vertiente evangélica y prácticas como el yoga o el vegetarianismo.

Pero más allá de su brillante carrera NBA, este artículo quiere profundizar en la medida de lo posible en su carrera a nivel colegial, en sus 4 años formando parte de la Louisiana State University o LSU y su equipo, los Tigers.
Su apodo (“Pistol”) proviene de su época de high school, debido a su mecánica de tiro, similar a cómo se sujeta un revólver. A pesar de que el college que más le gustaba era West Virginia, decidió jugar en LSU por su padre, quien entrenaba allí. Para el recuerdo quedará la mítica frase que Press le dice para “reclutarle”: “Si no firmas esta carta, no aparezcas por mi casa jamás.”
Su padre influyó mucho en su estilo de juego, ya que fue quien le inició y le enseñó los fundamentos. El propio Pete se encargaría de perfeccionar estas enseñanzas a base de horas y horas de exhaustivo entrenamiento. Hay que tener en cuenta que en 1967, el año en el que Maravich llega a LSU, la NCAA todavía hacía distinciones en cuanto a los jugadores novatos o freshman, los cuales jugaban en un equipo separado a los jugadores del resto de generaciones. Por lo tanto, la carrera universitaria de Maravich consta de tres años: 1968, 1969 y 1970.

Maravich sería nombrado All-American, jugador del año de la SEC y líder de anotación de toda la NCAA en cada uno de los tres años de su carrera universitaria. Además, cuenta con uno de los mayores honores de la historia de la NCAA; es el jugador que más puntos ha anotado en la historia de esta prestigiosa asociación. En 1970 sería unánimemente nombrado Jugador del Año de la NCAA. La gran lacra de Maravich es no haber podido jugar nunca el torneo de la NCAA, pero hay que tener en cuenta que sus récords perviven 35 años después de tener lugar. “Pistol” anotó 3.667 puntos con la camiseta de los Tigers (sin añadir los 741 de su año freshman), pero este récord tuvo lugar en sólo tres años, con unas medias estratosféricas de 43,8, 44,2 y 44,5 puntos por partido respectivamente. Para el recuerdo quedan sus exhibiciones ante equipos como Alabama (69 puntos, récord SEC y LSU), Tulane (66 puntos), Kentucky (64) o Vanderbilt (61).
Otro de los factores a tener en cuenta es que, cuando Maravich jugaba en LSU, no había línea de tres puntos. Es obvio que esto podría haber favorecido en mayor medida a su producción, pero lo que sí está claro es que ha favorecido a los números de jugadores mucho más posteriores como Alphonso Ford, Doug McDermott o J.J Redick. Sin duda, su carrera universitaria fue fulgurante como también lo fue su carrera profesional pero lo que más marcó a Maravich fue su estilo de juego tan personal. Un estilo tan único y personal que fue icónico en los 70 y los 80. Su etapa en LSU eran los albores de esa mezcla entre eficacia y plasticidad que tanto caracterizaba al bueno de Pete.
LSU retiró el número de Maravich en 2007, siendo el tercero de los cuatro números que esta universidad ha decidido colgar de los techos de su pabellón en toda su historia junto a los pívots Bob Pettit (1950-54) y Shaquille O’Neal (1989-92), y el alero Rudy Macklin (1976-81). Pettit lideró a LSU a 2 campeonatos de conferencia y a su primera Final Four de la NCAA, en 1953. De hecho, Pettit fue el primer Tiger de todas las disciplinas deportivas en ver su número retirado. Su carrera NBA contempla 11 elecciones al All-Star y un anillo NBA en 1958, además de dos MVPs de temporada en 1956 y 1959. Shaquille O’Neal apenas necesita presentación. Uno de los pívots más dominantes de la historia del baloncesto y un jugador vital para entender el baloncesto de los 90 y de comienzos de siglo. Multitud de títulos, méritos y honores hacen brillar tanto su carrera colegial como en su carrera profesional: 4 anillos NBA, 15 All-Star jugados, 8 veces elegido en el primer equipo NBA…su palmarés podría ocupar un artículo entero. El tercero en discordia es Rudy Macklin. Un jugador con una excelente carrera universitaria de más de 5 años (1976-1981), siendo nombrado All-American en dos ocasiones y capitaneando a LSU a la Final Four en su último año. Jugó tres temporadas en la NBA, pero continuas lesiones musculares le hicieron dejar el baloncesto.
He aquí una breve compilación de muchos de sus detalles técnicos durante su etapa universitaria:
Maravich, sin embargo, alcanzó una dimensión mayor en LSU que todos estos mitos universitarios. Para muestra, un apunte: si deciden acudir a la ciudad de Baton Rouge a ver un partido de los Tigers tendrán que dirigirse al Pete Maravich Assembly Center, recinto con capacidad para más de 13.400 personas que alberga muchos de los acontecimientos deportivos de LSU.
Love never falls. Character never quits. And with patience and persistence, dreams do come true.
(Pete Maravich)