La franquicia de la Gran Manzana vuelve a sonreír y a disfrutar de una buena temporada. Hacía trece años que no alcanzaban las 50 victorias en una temporada y que no estaban en tan buena situación para hacer algo grande en los Playoffs. Además, se han asegurado ya el título de la división Atlántico, el cual no ganaban desde 1994. Con Carmelo Anthony en un gran nivel, los neoyorquinos se preparan para la postemporada más emocionante e ilusionante que han tenido en la última década.
Los Knicks, acusados de ser un equipo irregular y por debajo de las expectativas en los últimos años, han conseguido enlazar 14 victorias en los últimos 15 partidos que le están ayudando a asegurar la segunda plaza del Este.
La estabilidad ha sido uno de los factores clave para que esta campaña esté siendo de lo más exitosa hasta el momento. Mike Woodson ha sabido equilibrar y dar forma a un equipo en el que debía encajar muy bien la calidad de sus piezas para que pudiese funcionar.
Fue un acierto traer a Kidd en verano, el cual ha dado solidez y dirección a la franquicia; Amar’e Stoudemire y Tyson Chandler han sabido perfectamente asumir su rol de apoyo y anotación cuando se les necesita; Prigioni y Felton son dos suplentes de enormes garantías para los Knicks. Todo esto han sido aciertos que han ido ganando a lo largo de la temporada. Aún así, el de mayor beneficio por encima del resto es el de Carmelo Anthony, el cual ha dado un paso adelante para convertirse en un líder firme y de talento para NY.
‘Melo’ está alcanzando su nivel máximo esta temporada en las últimas semanas. Lo demostró endosándole 50 puntos a Miami en su casa, 40 a Atlanta, 41 a Milwaukee, 36 a Oklahoma City, Washington y Chicago y 31 a Cleveland. Esto es muy bueno, pero sobre todo lo es que el equipo en conjunto esté alcanzando un nivel con el que pueden meter miedo a otros conjuntos en Playoffs.
Y es precisamente esa palabra, la de los Playoffs, la que ronda en estos momentos por la cabeza de los jugadores y los aficionados. Victorias como las que han conseguido en el AmericanAirlines Arena, en el Chesepeake Energy Arena o en el TD Garden son unas claras muestras de que los Knicks han carburado del modo correcto en el momento preciso. El objetivo: ganar una ronda de Playoffs que se les resiste desde el año 2000 y situar a NY en el lugar de la Conferencia Este que han perdido durante la última década.