Minnesota se encuentra en un momento difícil de la temporada. Las cosas no están saliendo del todo bien y los contratiempos no hacen más que sucederse. A la lesión en la mano de Kevin Love se le une ahora Pekovic, Shved y las baja indefinida de Brandon Roy. Todo esto, junto a la lenta puesta a punto de Ricky Rubio está haciendo que los Timberwolves vean peligrar su clasificación a los Playoffs por segundo año consecutivo.
A finales del pasado mes de Octubre, se iniciaba una nueva e ilusionante campaña en Minnesota. Se había fichado a Kirilenko y Shved, dos rusos de calidad que venían de hacer un buen papel con su selección en Londres 2012. Con Love otra vez como líder y con otras incorporaciones de lujo como la de Brandon Roy o J.J. Barea, sólo faltaba esperar la vuelta de Ricky para que todo volviese a la normalidad. Pese a todo el optimismo inicial, la situación actual de los Timberwolves es de preocupación, ya que al igual que el año pasado, las lesiones están volviendo a truncar su clasificación entre los ocho primeros de la Conferencia Oeste.
Es aún pronto y precipitado asegurar que se van a quedar fuera, ya que quedan tres meses de competición. A día de hoy su récord es de 17-22 y están 2,5 partidos del octavo puesto. A priori, nada que parezca imposible. Pero no se deben confiar. Ya hemos pasado el ecuador de la liga y Minnesota va a tener que pelear con equipos duros como Houston, Utah, Portland y Dallas (que está empezando a coger fuelle) para no verse otra vez de vacaciones a mediados de Abril.
El problema más inmediato que deben solventar no es sólo cómo van a enderezar el rumbo, sino con qué efectivos disponen para ello. Teniendo en cuenta que Love no va a jugar más esta campaña, que Roy se volvió a lesionar de la rodilla y fue operado, que jugadores como Shved y Pekovic pueden no volver al 100% y que Ricky arrastra diversos problemas físicos, a los Wolves no le queda otra que apostar por la segunda unidad, la cual no parece tener piezas muy fiables para tirar del equipo y clasificarse a esos ansiados Playoffs.
Esos jugadores con los que cuenta Rick Adelman (también de baja indefinida por motivos familiares) son Ridnour, Barea, Williams, Stiemsma, Cunningham y Amundson, entre otros. Muchos de ellos ya han tenido que tirar del carro en alguna ocasión esta temporada cuando han tenido que suplir a algún lesionado. El rendimiento ha estado acorde al nivel de cada uno, el cual no es como el de los teóricos titulares. Con esto, a los Wolves se le complican mucho las cosas a largo plazo ya que no saben cuánto puede dar de sí esta segunda unidad si realmente se la necesita en una gran medida en los próximos meses.
Si Shved y Pekovic no se lesionan más, si Ricky mejora su nivel y a Kirilenko no le pasa nada, los Wolves pueden estar en la pomada. Si sucede al contrario, todo el equipo debe estar preparado para cualquier imprevisto, para trabajar todos hacia un mismo objetivo y no convertir la temporada 2012/13 en otro sueño roto para Minnesota.