Nadie duda de su calidad. Ni cuando coge el balón, lanza de media distancia o se pone a defender. Ya lo viene demostrando en los cinco años que lleva en la NBA. Su importancia y repercusión en el equipo es capital, pues sin su presencia su equipo lo nota. Cuando pisa la cancha y está sobre el parqué, sus compañeros, su banquillo y su afición notan su presencia. Sus rivales también.
Pero lo que ha sorprendido más de Blake Griffin en estos Playoffs no es su calidad o buen juego, del que todo el mundo tenía ya constancia, sino por el salto de calidad y el golpe de efecto positivo que ha dado a Los Angeles Clippers en estas rondas. En su seriedad y determinación por hacer crecer al equipo. En la peligrosidad que esto supone para los rivales.
El ala-pívot del conjunto californiano está sumando los mejores números de su carrera en unos Playoffs. Está siendo más completo y mucho más desequilibrante. Y está multiplicando sus esfuerzos en todos los sentidos. En los doce partidos que lleva hasta el momento en la postemporada 2015, en ocho de ellos ha sumado un doble-doble y en tres de ellos un triple-doble. Sólo en el cuarto partido ante los Houston Rockets superó las diez unidades en alguno de los apartados de las estadísticas, concretamente 21 puntos. Que no está nada mal tampoco.
Tanto San Antonio Spurs y Houston Rockets, los rivales a los que se han medido los ‘Clips’ hasta el momento, están sufriendo o han sufrido a Griffin de la siguiente manera: 24,7 puntos, 13 rebotes, 6,9 asistencias, 1 robo, 1 tapón y 49% de acierto en tiros de campo por partido. Pero más allá de estos numerazos, lo importante es resaltar la incidencia de estos datos en la historia de la NBA, pues únicamente 14 jugadores hasta ahora habían promediado al menos 20 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias por partido en los Playoffs (al menos habiendo jugado cinco encuentros). Así, Griffin se une a una lista de estrellas compuesta por algunos como:
- Larry Bird (logró esos registros en 4 temporadas)
- Charles Barkley (en 2 temporadas)
- Wilt Chamberlain (en 2 temporadas)
- Tim Duncan (en 2 temporadas)
- LeBron James (en 1 temporada)
- Kareem Abdul Jabbar (en 1 temporada)
Blake Griffin is the only player in the last 30 years to tally at least 24 points, 13 rebs & 10 assists in consecutive playoff games.
— Tommy Beer (@TommyBeer) May 5, 2015
The last player to average at least 24 points, 13 rebounds & 8 assists in the playoffs as Blake Griffin is doing is Oscar Robertson in 1963.
— Arash Markazi (@ArashMarkazi) May 7, 2015
Repartiendo juego
El aumento de nivel en las actuaciones de Griffin está en boca de todo el mundo en estos momentos. Los ojos de los analistas y aficionaos no sólo miran a lo que hace Chris Paul, sino en sí sigue manteniendo esta línea en los partidos actuales. Sobre todo porque está desarrollando facetas que no había explotado tanto anteriormente.
De ahí el peligro al que se enfrentan quienes se ponen delante del bueno de Blake. Porque no sólo tienen que defender sus penetraciones al aro, sus tiros cuando tiene un poco de espacio o sus posteos a canasta cerca de la zona. Ahora Griffin ha abierto más su abanico de recursos y es una de las piezas clave sobre las que fluye la transición del juego de los Clippers.
Está siendo uno de los jugadores que más pasa y asiste a sus compañeros. Al saber esto, los Clippers pueden explotar más su tiro exterior, pues si Griffin atrae defensores al centro de la zona o a la bombilla, el resto se puede preparar para lanzar un tiro desde fuera o mover y desplazar la defensa rival. Por estos detalles ha aumentado su nivel. Por este tipo de cosas, se ha convertido en una de las mayores amenazas para los rivales en la fase final del campeonato.
En el séptimo partido ante los San Antonio Spurs, en una ronda que perfectamente podrá haber sido una final de Conferencia y donde ambos equipos se jugaban el todo o nada, Griffin repartió 10 asistencias esa noche. Dos días después, con el consiguiente desgaste de haber jugado una serie completa ante el vigente campeón, repartió 13 ‘entregas’ a sus compañeros en el Game 1 de las semifinales ante Houston, su mayor marca en los Playoffs hasta la fecha.
Todo esto está sumando un ambiente de optimismo en el sur de California. Una sensación de que este año sí. Que esta temporada los Clippers por fin van a dar el salto de calidad que tantas temporadas llevan buscando. Tras cuatro temporadas de frustraciones antes de tiempo en primera ronda o en semifinales de conferencia, están en el momento y lugar correcto para acceder a la primera final del Oeste de su historia. La primera oportunidad de Los Ángels pueda vivir de nuevo unas Finales en el Staples Center, pero esta vez decorado de rojo, azul y blanco.
Están a dos partidos de eliminar a Houston, un equipo complicado y de mucha calidad que busca también ese hueco en la final de Conferencia. Pero el reto sobre todo está en eliminar, en caso de que eliminen a los Memphis Grizzlies, a los archifavoritos Golden State Warriors. A los máximos candidatos para alzarse con el anillo esta temporada.
La unión que han mostrado, el paso adelante que ha dado Griffin y el ‘subidón’ de haber eliminado –en siete partidos– a los Spurs puede ser el elemento intangible, pero muy poderoso, que puede darle ese empuje de confianza necesario para alcanzar ese nuevo y próximo nivel que los Clippers quieren alcanzar. El golpe, de la mano de Griffin, lo han dado. Ahora toca ver cuánto durará su efecto.