Jay Williams tiene ahora 34 años. Fue campeón nacional con la Universidad de Duke en 2001. Los Chicago Bulls lo seleccionaron con el pick n°2 en el draft del año 2002. Por su edad podría estar jugando todavía en la NBA, pero ahora se dedica el periodismo y es uno de los rostros más importantes de ESPN en el college basketball.
Jason David «Jay» Williams. Nació en el estado de New Jersey el 10 de Septiembre de 1981. De pequeño y adolescente practicó voleibol, ajedrez e incluso participó en un concurso de poesía, pero su deporte era el baloncesto. En 1999 fue elegido McDonalds All-American y escogió a la Univeridad de Duke para seguir su carrera a nivel colegial.
Una estrella de college
Como novato en la temporada 1999-2000 rápidamente se afianzó en un equipo de Duke integrado por futuros NBA como Carlos Boozer y Shane Battier; promedió 19,3 puntos, 3,7 rebotes y 6 asistencias. El equipo termino primero en la conferencia ACC, pero se quedaron cortos en el Torneo de la NCAA perdiendo en las semifinales regionales ante Florida. Williams fue premiado con National Freshman of the Year Award como mejor novato a nivel colegial.
En su año sophomore, ya era el líder anotador y figura del equipo (21,6 PPP), fue elegido el mejor jugador del año en college de forma unánime ya que ganó todos y cada uno de los premios individuales que se entregan en la NCAA (AP Player of the Year, John Wooden Award, Adolph Rupp, Oscar Robertson, NABC y Naismith Men’s College Player of the Year Award) y también fue nombrado All-American en su posición. La frutilla del postre en esa temporada fue la consagración de los Blue Devils como campeones nacionales del NCAA Tournament.
Para la temporada 2001-02, Williams era una estrella en college y solo faltaba saber en que puesto del draft del año sería seleccionado. Los Blue Devils eran entonces candidatos a repetir el título, comenzaron el año sembrados n°1 en el ranking AP y por varias semanas se mantuvieron a tope, terminaron segundos en la temporada regular de la conferencia y ganaron el ACC Tournament, pero no pudieron revalidar el título nacional y cayeron derrotados en la semifinal regional a manos de Indiana. En sus tres años en la universidad de Duke, Jay Williams convirtió 2.079 puntos.
«Lo supe apenas lo vi que él sería especial. Fue uno de los jugadores más explosivos en la historia del college basketball» –Mike Krzyzewski sobre Jay Williams.
La NBA y el accidente
Los Chicago Bulls estaban en modo reconstrucción, la era Phil Jackson era un recuerdo lejano, el equipo llevaba a cuestas cuatro temporadas consecutivas con récord negativo. Con la segunda selección en el draft del año 2002, eligieron a Jay Williams para que fuera la piedra angular de la reconstrucción de la franquicia. Firmó un contrato por tres años valuado en $16 millones.
Williams vivió las dificultades lógicas en la adaptación al ritmo NBA en su temporada rookie, problemas en defensa y sobre todo inconvenientes para trasladar su juego del nivel colegial al profesional. Tampoco le favoreció el ambiente en el equipo de Chicago ya que por aquellos días había una atmósfera enrarecida en toda la organización, el plantel en sí estaba sumergido en una profunda mentalidad perdedora, sin líderes dentro y fuera de la cancha.
Para el final de la temporada ya con mas rodaje comenzó a mostrar destellos de calidad que le hicieron ser la segunda selección colegial. Terminó el año titularizando en 54 partidos, promediando 9,5 PPP, con 3 dobles-dobles y 1 triple-doble. El dinero, la fama y el ego de un joven de tan solo 21 años, hicieron que Williams copiara algunos malos hábitos de otras super-estrellas y decidió comprarse una motocicleta de velocidad (por aquella época era frecuente ver a Kobe Bryant llegar al Stapless Center en moto, también Michael Jordan y Shaquille O’Neal estaban en la misma sintonía ya que eran dueños de equipos de motos de velocidad).
Dos meses después de terminada la temporada regular y luego de volver de la Universidad de Duke en donde había dado una charla a estudiantes, en la noche del 19 de junio de 2003 Williams decidió tomar un paseo en su Yamaha R6 de 600cc, omitiendo una cláusula en su contrato que le prohibía conducir motos de alta cilindrada. Además no poseía la licencia de conductor correspondiente ni casco. En la esquina de las calles Fletcher y Honroe en la parte norte de Chicago, perdió el control de la moto y se estrelló contra un poste de servicios a más de 100 km/h, salió despedido del vehículo, sufriendo heridas severas en sus piernas, pelvis y rodillas.
La recuperación, los problemas y su nueva carrera
Pasó cinco semanas en el hospital en cuidados intensivos. Tres meses después del accidente recién pudo levantarse de la cama y caminar, recibió múltiples operaciones para reparar el daño en sus ligamentos en la rodilla y pierna izquierda, calmantes, horas de fisioterapia y tratamientos para fortalecer su rodilla fueron solo alguno de los nuevos desafíos que tuvo que enfrentar Williams. Para febrero de 2004, los Bulls lo cortaron y aferrándose a la cláusula que le prohibía conducir motocicleta lo hicieron pagar el resto de contrato, pero le entregaron $3 millones para que pudiera costear los gastos médicos de su recuperación.
Se mudó a Durhan (North Carolina) y en la Universidad de Duke pasó dos años recuperándose y acondicionándose físicamente para volver a las canchas. En 2006 firmó un contrato no garantizado con los Nets para participar en la pretemporada, pero la experiencia solo duro 5 partidos ya que fue cortado por el equipo. En diciembre de ese mismo año firmó con los Austin Toros de la NBA D-League, pero también fue cortado a las pocas semanas por problemas físicos.
A los 26 años, cuando la mayoría de los jugadores están en el «prime» de su carrera, él ya era un ex-jugador. Comenzó una etapa oscura de su vida y entró en una espiral descendente, sufrió depresión, adicción a los calmantes, tuvo problemas con la bebida e intento dos veces quitarse la vida.
«Imagínate el peor día de tu vida, entonces imagina confrontar a diario ese día por el resto de tu vida» –Jay Williams sobre su accidente
Con la ayuda de su madre, sus amigos y Mike Krzyzewski, pudo dejar atrás sus momentos más oscuros, encarrilar su vida y comenzar a vislumbrar su nuevo futuro. En el horizonte tenía trabajar delante de una cámara de televisión (ya había tenido una experiencia previa en 2003), y en 2007 participó como comentarista invitado de la CBS en la transmisiones del NCAA Tournament. Para 2008 lo contrató la cadena ESPN, sus primeras experiencias fueron con las señales ESPNU (señal dedicada exclusivamente al deporte universitario) y ESPN 2. Actualmente es uno de los periodistas más jóvenes (y con más futuro) de la cadena, forma parte del staff de las retransmisiones de college basketball y del programa College GameDay.
Además de analista televisivo, Williams se convirtió en orador motivacional, fundó su propia consultora (JW Group), la cual en 2013 se funsionó con Leverage Agency, y se convirtió en socio director de la compañía que se dedica al management deportivo, marketing y entretenimiento. Hace pocas semanas presentó un libro con sus experiencias de vida, memorias e historias, titulado: Life is Not an Accident: A Memoir of Reinvention.
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