El pasado 7 de Febrero murió en Chapel Hill a los 83 años Dean Smith, mítico ex-entrenador de baloncesto de la Universidad de Carolina del Norte, la cual dirigió por 36 años.
Smith nació en 1931 en Emporia (Kansas). Hijo de dos maestros, desde joven cursando sus estudios secundarios se destacó en los deportes practicando baloncesto, jugó béisbol y fútbol americano. Al momento de elegir su educación se inclinó por jugar al baloncesto cerca de casa: en la Universidad de Kansas (1949-53) donde culminó sus cuatro años de elegibilidad y se quedó con el equipo cumpliendo funciones de asistente. Luego de cuatro años en el puesto se unió a la Fuerza Aérea siendo designado a una de las bases que posee EE.UU en Alemania. Al culminar su tiempo de servicio y de vuelta en Estados Unidos se quedó en la academia también como asistente del equipo de baloncesto.
A la Universidad de Carolina del Norte llegó en 1958, allí fue asistente del entrenador Frank McGuire por tres años hasta que fue nombrado entrenador en su sustitución, y ahí es donde empieza su legado. Dean Smith tomó las riendas del programa de baloncesto de la universidad en 1961. Su primer partido fue el 2 de diciembre de 1961, su última vez en el banquillo fue el 29/03/1997. Durante ese periodo acumuló 879 victorias, las cuales al momento de retirarse era el mayor número para un entrenador de baloncesto universitario. Actualmente se encuentra en el cuarto lugar en el historial ganadores de la NCAA.
Cuenta la historia que, entre 1961 y 1997, Smith se ausentó solo una vez de un entrenamiento para viajar hacia Los Ángeles para presenciar un entrenamiento de la UCLA (Universidad de California en Los Ángeles) al mando del legendario John Wooden. Cuando volvió a Carolina del Norte, les dijo a sus jugadores que estaba más convencido que nunca que ellos iban en la dirección correcta. Todos los expertos concuerdan que Smith fue un adelantado a su época, un innovador en cuestiones como:
- Manejar el tiempo de juego y crear patrones para realizar sustituciones.
- Fue el creador de la defensa en zona 1-3-1.
- Fue el creador del sistema ofensivo 4 esquinas.
Su record con los Tar Heels fue 879-254 y sus logros más destacados fueron:
- 27 participaciones en el torneo de la NCAA.
- 11 apariciones en la Final Four del torneo de la NCAA.
- 2 campeonatos nacionales de la NCAA (1982 y 1993).
- 13 campeonatos del torneo de la ACC.
- 17 campeonatos de temporada regular de la ACC.
- 1 campeonato NIT.
- 27 años consecutivos obteniendo veinte victorias o más.
- 4 veces entrenador del año en la NCAA.
- Medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 como entrenador del equipo estadounidense.
Inculcaba a sus pupilos tres valores fundamentales: respeto, dignidad y ganar como equipo, los cuales debían respetarse en ese orden. Siempre tuvo una excelente relación con sus jugadores y se adaptó a las relaciones con ellos en las cuatro décadas diferentes en las que dirigió. Se preocupaba de todos sus estudiantes por igual sin hacer tratamientos especiales, todos recibían la misma atención de parte de él. Su filosofía era clara: «Ningún jugador es mas importante que el equipo». Los que lo conocieron afirman que durante su periodo en la universidad siempre recordó el nombre de todos y cada uno de sus jugadores (sus esposas e hijos también).

La Universidad de Carolina del Norte durante el periodo de Dean Smith fue una cantera inagotable para la NBA, ya que 52 de sus ex-jugadores llegaron a la mejor liga de baloncesto del mundo. Sin dudas el jugador mas famoso de todos, un ex-alumno que jugó desde 1981 hasta 1984 llamado Michael Jeffrey Jordan. Dean Smith pulió a un joven Jordan, lo hizo un jugador completo tanto en defensa y ataque, inculcándole las bases del juego que él pregonaba. Algunos detractores a Smith argumentan que él fue el único entrenador en la carrera de Jordan que lo mantuvo por debajo de los 20 puntos por partido.
La relación entre ambos se forjó en el respeto mutuo, la comunicación y sobre todo en que cada uno tenía claro lo que necesitaba del otro. Jordan llegó a Chapel Hill como uno de los reclutas más buscados de su clase, con gran potencial, futuro All-American (galardón que otorga la NCAA a los mejores jugadores en su deporte y en la posición que ocupan) y seguro paso a la NBA. Era un diamante en bruto que había que moldear, corregir y pulir. Smith sabía que tenía al mejor jugador del país y que el resto de las universidades querían, y si tomaban el camino correcto serían contendientes para el Campeonato Nacional.
Por otro lado Michael Jordan llegaba a Carolina del Norte (irónicamente el odiaba a la universidad porque era fanático y concurrente a partidos de su histórico rival: la Universidad Estatal de Carolina del Norte) sabiendo que llegaba a uno de los programas de baloncesto mas prestigiosos del país, con un entrenador muy ganador y que lo ayudaría a mejorar en todos los aspectos de su juego y prepararía para dar el paso al siguiente nivel.
Michael Jordan sobre Dean Smith:
«Mucha gente dice que Dean Smith me mantenía en un juego por debajo de los 20 puntos pero él me dio los conocimientos para anotar 37 puntos y eso es algo que la gente no entiende».
«Él me enseñó mucho sobre el juego no solamente del atleticismo requerido para jugar. Creo firmemente que cuando tú sales de la escuela secundaria eres solo un atleta, pocos jugadores salen con el conocimiento necesario del baloncesto en ese nivel. Cuando llegas a los programas universitarios (lo cual es lo mejor que te puede pasar) ellos te enseñan todos los aspectos del baloncesto, así tú lo puedes agregar a tu atletismo. Una vez que dejas la universidad eres un jugador completo».
Dean Smith sobre Michael Jordan:
«Algo que lo distinguió a Michael fue su ética de trabajo, la manera dura en que trabajaba y entrenaba, nosotros esperábamos que el mejorara año tras año y así fue. Un jugador con esa clase de talento y que trabajaba tan duro como Michael, tenía la oportunidad de llegar a hacer grandes cosas. Él escuchaba atentamente lo que los entrenadores le decíamos, luego iba y lo hacía»
Ellos tuvieron una excelente relación que perduró en los años. En un comunicado emitido por Jordan a raíz del fallecimiento, reconoce a Dean Smith como la persona que mas influyó en su vida después de sus padres, lo nombra como su mentor, maestro y «segundo padre». Siempre estaba ahí por cualquier motivo que lo necesitase.
Leyenda, mito, adelantado a su época, innovador, esos adjetivos y reputación forjó gracias a la manera que veía el baloncesto y los cambios que introdujo, pero su Legado que va mas allá del deporte, será recordado también por su habilidad única para comunicarse con sus jugadores y por enseñarles la manera correcta para desenvolverse en la vida. El 96% de sus alumnos-atletas se graduaron, él siempre se preocupó para que sus estudiantes crecieran como personas, fueran buenos seres humanos y que estuvieran preparados para los desafíos que les esperaban fuera de la universidad.
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