Y acabamos la pequeña lista que empezó en el artículo anterior con los dos mejores finales que ha dado la máxima competición de supercross a nivel mundial. Tras el pequeño-gran susto de Villopoto en esa temporada sobrecargada de estrellas y el enorme choke de Bradshaw ante Stanton y Bayle llegan ya las mejores noches en las que se decidieron los títulos a prácticamente una carta.
NÚMERO 2
Jugando en equipo
2009 fue una temporada que demostró que la regularidad puede estar cerca de primar sobre la velocidad pura. Chad Reed se plantó con su Suzuki a falta de dos rondas para el final con tres victorias por las diez del líder del campeonato, James Stewart, pero sólo a tres puntos del de Yamaha.
Por prácticamente primera vez en todo el año «Reedy» consiguió salir por delante de «Bubba». El duelo duró casi toda la carrera con ambos siempre juntos. Acercándose a los tres cuartos JS7 pasó a ser líder con un adelantamiento duro pero no excesivo. Lo sorprendente vino cuando a falta de unas seis vueltas Kyle Chisholm (en aquel entonces piloto de Yamaha-San Manuel, igual que Stewart) se «pasó de frenada» tras ser doblado por su jefe de filas y prácticamente arrolló al entonces vigente campeón. El líder del campeonato aumentó su ventaja a seis puntos a falta de la última noche en Las Vegas, Chisholm fue penalizado duramente pero el equipo no fue perjudicado por el obvio sucio trabajo realizado.
La noche en Las Vegas anduvo sin muchos problemas, con James Stewart liderando hacia su supuesta duodécima victoria del año hasta que Chad Reed hizo algo completamente inusual en él (CR22 es considerado uno de los pilotos más limpios dentro de la élite del motocross y supercross) e intentó pasar al de Florida en el Thunder Alley haciendo obvio contacto con él. JS7 no forzó la situación y se fue ancho en la curva y rodó el resto de vueltas tranquilo hacia su segundo entorchado de AMA Supercross.
NÚMERO UNO
Dolores, controversias y «una moto de ventaja»
La temporada 1985 de AMA Supercross tuvo dos peculiaridades: las noches se decidían con una doble final al estilo motocross de sólo doce vueltas y había un parón de tres meses entre la penúltima y la última ronda para hacer así que AMA Motocross y AMA Supercross acabaran en fines de semana consecutivos. Así las cosas, Jeff Ward (Kawasaki) y Broc Glover (Yamaha) entraron al Coliseo de Los Ángeles empatados a puntos con Ron Lechien (Honda) únicamente a dos puntos.
Con los tres candidatos al título lesionados en cierta forma, bien se sabía que ganar el evento y el título no era un escenario plausible. El problema empezó en la primera eliminatoria cuando Wardy cayó, dio media vuelta, recorrió unos metros hacia atrás para tomar impulso y se reincorporó, maniobra ilegal entonces (la famosa norma «no backtracking»). Los tres pilotos entraron a las finales mientras Yamaha ya andaba protestando ante Dirección de carrera.
La primera final vio a Lechien caer bien duro y perder prácticamente toda opción al título ya que necesitaba poner varias motos entre él y los otros dos para llevarse el título. David Bailey ganó con Jeff Ward y Broc Glover quinto y sexto, respectivamente. Todo se decidiría en la última final del año, quien fuera que terminara delante del otro ganaría el título. Johnny O’Mara se llevó esa última final con Jeff Ward delante de Broc Glover por apenas «una moto de ventaja» tras ver a Glover remontar tras una salida que le dejó a medio pelotón. El título se otorgó desde un principio al polivalente piloto de Kawasaki pero comentaba el propio Ward en 2007 que «pasó varios meses viviendo con el miedo de recibir la llamda del jefe de Kawasaki diciéndole que habían perdido el título».