Tras una primera parte de sube y baja toca una segunda oleada de diseños varios que han dado un poco de colorido a esto de los trazados de supercross. Sé que en la parte anterior pasé por alto diseños similares como la subida y bajada de gradas en el Parc des Princes (París, Francia) o en una de las primeras ediciones del Supercross de San Diego.
Un signo más que identificativo del Sam Boyd Stadium, sobretodo a partir del año 2000, es el uso del Thunder alley como parabólica de izquierdas. En 2009 casi acaba decidiendo el título de AMA Supercross y aquí podréis ver esa final (partes dos y tres en vídeos relacionados).
Otro clásico de los diseños especiales es el uso de recintos atípicos. A parte de estadios de fútbol, de beisbol y olímpicos, el supercross ha ido recurriendo a variedad de circuitos de velocidad y ovales. Hoy en día el único que se mantiene de forma regular en el calendario es el magnífico Daytona International Speedway aunque poco tiene que ver con el diseño original, veamos la versión de 2001, una de las últimas veces que se disputó de día y con la parrilla de treinta motos.
Al pasar al horario nocturno el circuito se recortó considerablemente, la parrilla se redujo a las veinte motos habituales del supercross y el circuito perdió gran parte de la esencia. Por suerte, desde 2009 se está intentando recuperar en parte esa peculiaridad que hizo que el Supercross de Daytona fuera especial en el pasado. Aquí la edición de 2005, con el formato nocturno y un trazado más corto.
Otro óvalo NASCAR que se ha usado en un pasado relativamente más reciente es el Charlotte Motor Speedway. Pese a que ya hubo Supercross de Charlotte en estadio de fútbol en años anteriores, en 1996 y 1997 la cita se trasladó a la recta de meta del circuito. Los trazados en Charlotte se caracterizaron por sus pocas curvas, largas rectas y enormes saltos sobre terreno duro. En 1997, la edición que veréis, sucedió que Kevin Windham consiguió un hito: ser el primer y único piloto de 125cc capaz de ganar una final de 250cc ese mismo año.
De los recintos de motor que han acogido motocross o supercross seguramente el más peculiar es el Route 66 Raceway, situado en Joliet, Illinois. En el año 2000, esta pista de dragster acogió una de las últimas rondas de la temporada 2000 de AMA Supercross. Aunque no era muy largo ni tenía zonas extrañas, no se puede negar su peculiar disposición, bastante alargada.
Tras pasar por encima de los asientos, salir del estadio y usar circuitos de velocidad, todavía quedan varias peculiaridades por explorar. ¿Qué pensáis que queda por repasar?