Tras nueve semanas con la placa roja, Davi Millsaps la perdió en Daytona a manos de Ryan Villopoto. El de Kawasaki lleva varias semanas a un nivel descomunal y su secreto parece estar en haber cambiado el ángulo de la parte delantera de la moto, cosa que cambia mucho la actitud de la moto: de nerviosa e inestable a relajada y previsible. Justo por detrás Ryan Dungey sigue sin recortar ventaja al actual campeón pero sin perder en exceso. Más atrás estaban Trey Canard y Chad Reed, un buen resultado suyo en esta ronda en Indianapolis podría dejarles esperanzas para el título.
El holeshot de la final supuso un doblete para Suzuki con James Stewart por delante de Davi Millsaps. Ambas motos amarillas lideraron la carrera durante las primeras vueltas con Ryan Villopoto y Ryan Dungey siguiéndoles de cerca. Entre la quinta y la sexta vuelta la situación cambió con el tropiezo de Stewart en una curva contraperaltada y al verse Millsaps adelantado por Villopoto.
A media carrera la situación era el ya típico duelo que se lleva viendo desde el Invierno de 2010: RV1 vs RD5. El ritmo de ambos dejó a Big Bear tirado mientras la diferencia entre ambos oscilaba entre las nueve décimas y los dos segundos.
A falta de cuatro vueltas, el de KTM se acercó a Villo hasta las ocho décimas pero el de Kawasaki reaccionó y dio un último estirón. Por detrás, la Suzuki #18 daba contra el suelo y con eso Bubba conseguía ponerse tercero. Las Hondas no estaban teniendo una buena noche con Justin Barcia, Chad Reed y Eli Tomac en quinto, sexto y noveno lugar a falta de cinco vueltas y Trey Canard retirado tras un feo accidente después del salto de meta.
Al final, Ryan Villopoto consiguió su tercera victoria consecutiva y sexta de 2013 por delante de Ryan Dungey y James Stewart. El top10 lo completaron Davi Millsaps, Justin Barcia, Chad Reed, Andrew Short, Matt Goerke, Eli Tomac y Weston Peick. Destacar que el ritmo fue tan duro esta vez que sólo los diez primeros terminaron en la vuelta del líder.
Ryan Villopoto parece haber puesto la directa hacia su tercer título de Campeón mundial de Supercross consecutivo pero ni Davi Millsaps ni Ryan Dungey parecen estar dispuestos a dejarle respirar. De las seis rondas finales quedan tres estadios cubiertos y tres abiertos, todavía queda mucho y hay margen para la sorpresa.