La temporada 2011 en Sprint Cup Series toca su fin. Después de 35 carreras y 9 meses de competición, todo se reduce a una última carrera; tres horas alrededor del circuito de Miami decidirán quien es el nuevo dominador de la NASCAR, quien es el elegido para suceder al cinco veces campeón Jimmie Johnson. Ha llovido mucho (incluso demasiado) desde que Trevor Bayne se hiciera con la Daytona 500 en apenas su segunda carrera; también desde que Jeff Gordon o Matt Kenseth lograran una victoria dos años después, y desde que hasta cuatro pilotos lo consiguieran por primera vez en su vida, pero todo ello forma parte de una temporada 2011 que este domingo pertenecerá ya al pasado.
Para muchos hace tiempo que debería haber acabado y ya piensan en 2012, pero no así para Carl Edwards y Tony Stewart. «el Primo» y «Smoke» prometen un mano a mano que se viene encendiendo desde las últimas tres semanas y en el que, para bien o para mal, tan sólo uno puede salir victorioso. Por si fuera poco, ambos pilotos saben lo que es ganar en Long Beach, el mejor escenario posible para el mejor desenlace posible: Edwards lo logró el año pasado, pero su hazaña se vio empañada por una lucha a tres bandas entre Johnson, Hamlin y Harvick que, sobra decir, acabó cayendo de la mano del primero. Ese mismo día Edwards presentó su candidatura al título, y desde entonces la ha respaldado con hechos y actuaciones que le han llevado hasta la posición que hoy ocupa, al frente de la clasificación de Sprint Cup. Por su parte, Stewart no vence en Homestead desde el año 2000, cuando el circuito aun era plano y Edwards aun veía la NASCAR por la televisión, pero ¿qué más sorpresas nos puede dar que no nos haya dado ya? Las estadísticas y los números no valen nada cuando se trata del dos veces campeón, el último vencedor antes de la «era Johnson». Este año se coló en el Chase casi por fortuna y no contaba en las quinielas de nadie pero, sin embargo, sus cuatro victorias en las últimas nueve carreras avalan una firme candidatura al título.
Razones para apostar por «el Primo»:
– Porque Edwards lidera la clasificación por tres puntos lo que, basándonos en lo apretadas que han sido las últimas carreras, bien podría valerle un campeonato tras 267 vueltas.
– Porque pese a lograr una sóla victoria en 2011, Edwards se ha pasado todo el año haciendo lo suficiente para mantenerse en lo más alto, y no hay motivos para pensar que no lo vaya a seguir haciendo.
– Y porque si el sistema de puntuación no hubiese cambiado en 2004, Edwards tendría dos campeonatos (2008 y 2010) en su bolsillo, quitándole así la ventaja por experiencia a Stewart.
Razones para apostar por «Smoke»:
– Porque tras 43 victorias y 13 años en este negocio, Stewart sabe alguna que otra cosa sobre ganar.
– Porque nadie antes ha ganado cuatro carreras durante el Chase para acabar perdiéndolo.
– Porque ningún otro piloto ha liderado más vueltas que Stewart durante este Chase, y cada puntos extra le puede acercar un poco más al título.
– Y porque no hay nada más épico que un piloto-propietario ganando el campeonato. El último en lograrlo fue Alan Kulwicki en 1992, y ya va siendo hora de que se repita la historia.
¿Stewart o Edwards? ¿Edwards o Stewart? Sea uno u otro, la batalla está servida. El próximo domingo a las 15:00 horas de la Costa Este, comienza el desenlace desde Homestead-Miami.